En un esfuerzo por revertir años de incumplimientos en la producción de azúcar, los trabajadores del central Argeo Martínez en Guantánamo se preparan para iniciar una nueva zafra. Esta iniciativa busca no solo aumentar la producción de este producto vital, sino también aliviar el descontento de la comunidad que ha enfrentado altos precios en el mercado negro debido a la escasez.
Según un reporte del diario Granma, la situación ha sido ejemplificada por la experiencia de María Clara, una residente de Guantánamo, quien relató cómo la falta de azúcar la llevó a desechar naranjas que había preparado para hacer dulce, tras verse obligada a rechazar una oferta de 500 pesos por libra. Este tipo de situaciones han generado un sentimiento de impotencia entre los consumidores, destacando la urgente necesidad de cumplir con los compromisos de producción.
Carlos Olivares Milá, administrador del ingenio Argeo Martínez, se mostró optimista respecto a las reparaciones realizadas en el central. Aseguró que estas mejoras son más significativas que en años anteriores y están diseñadas para aumentar la eficiencia en la producción de vapor, un elemento crucial para el funcionamiento del ingenio. Con una inversión de seis millones de pesos, se han implementado nuevos sistemas de calderas que prometen mejorar la generación de electricidad, un aspecto crítico que había presentado problemas en zafras pasadas.
El ambiente en el batey del ingenio es de expectación y actividad. Con el inicio de la zafra a la vuelta de la esquina, se han preparado 114 kilómetros de caminos cañeros para facilitar el transporte de la materia prima desde los cañaverales hasta el basculador. Juan Carlos Martínez, director de la agroindustrial empresa cañera del Argeo Martínez, destacó que también se han alistado 38 camiones y varias combinadas para optimizar el proceso de recolección.
El compromiso de los trabajadores es evidente. Organizados en 22 brigadas, 1,192 macheteros se disponen al corte manual de caña, lo que complementará la recolección mecanizada. La meta es alcanzar cerca de 114,000 toneladas de caña, de las cuales se estima que el ingenio podrá extraer casi la mitad del azúcar que se requiere para el consumo en Guantánamo.
A medida que se acerca el momento del pitazo de inicio, el orgullo de los azucareros del Guaso está en juego. Con una década de incumplimientos pesando sobre sus hombros, tienen la esperanza de que esta zafra les permita «sacarse la espinita» y demostrar que pueden cumplir con las metas productivas. Solo el tiempo dirá si sus esfuerzos darán frutos y si el azúcar dejará de «amargar» a la población del Alto Oriente cubano.