El anteproyecto del nuevo Código del Trabajo cubano será sometido a un amplio proceso de consulta entre los meses de septiembre y diciembre próximos.
El objetivo de esta etapa es enriquecer la propuesta legislativa con los aportes directos de los trabajadores cubanos, tanto del sector estatal como del no estatal, informó el periódico Granma.
La consulta incluirá expresamente a aquellos trabajadores que prestan colaboración o laboran en misiones internacionales en el exterior.
La ministra de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feitó Cabrera, enfatizó que esta iniciativa constituye “una vía para ampliar las garantías y los derechos de los trabajadores en materia de legislación laboral”.
Destacó como una de las principales innovaciones del texto propuesto su estructura, derivada del análisis de legislación comparada. “Esta propuesta de Código del Trabajo se divide en cuatro libros que contemplan disposiciones generales, derecho individual, colectivo y la administración del trabajo”, explicó Feitó Cabrera.
La titular significó que el anteproyecto integra y unifica un total de 12 disposiciones normativas laborales emitidas con anterioridad. Además, incorpora una novedad significativa: “a la propia norma, [se] adjunta[]… el reglamento”.
Feitó Cabrera comentó que este enfoque “le dará una mayor integralidad, y unificará todas las decisiones en pos de reforzar los beneficios de los trabajadores”.
Subrayó el carácter vinculante de la futura norma. Asimismo, aseguró que, de aprobarse este anteproyecto de Código del Trabajo, será de estricto cumplimiento para todos los trabajadores y empleadores, tanto del sector estatal como del privado.
El proceso de consulta se enmarca dentro de una preparación más amplia. Recientemente se realizó un seminario nacional para dirigentes sindicales.
En este evento, Ulises Guilarte de Nacimiento, miembro del Buró Político y secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), otorgó máxima importancia al proceso, manifestando que “se trata del proceso político más importante del movimiento obrero en 2025, en el que se reafirma su participación en los destinos de la nación”.
El cronograma establecido incluye una fase previa de capacitación durante julio y agosto. Esta comprende “la preparación de cuadros y dirigentes sindicales, con el acompañamiento de juristas y de representantes de organismos e instituciones a nivel de provincia y de municipios, así como la preparación de los colectivos”.
