El presidente ruso, Vladímir Putin, ratificó este viernes nueva extensión de las medidas de represalia económica en respuesta a las restricciones impuestas por Occidente a los precios del petróleo ruso.
El decreto, que prolonga la prohibición de exportar petróleo y derivados a países que impongan un tope al precio, estará en vigor hasta el 30 de junio de 2025. Esta decisión se enmarca en una serie de extensiones previas, siendo la más reciente válida hasta finales de 2024.
La medida original, establecida en diciembre de 2022, fue una respuesta directa al límite de precio de 60 dólares por barril impuesto por la Unión Europea, en concordancia con el G7 y Australia. La política de precios máximos buscaba limitar los ingresos petroleros rusos en el contexto de las tensiones geopolíticas crecientes.
La extensión del decreto refleja la postura firme de Rusia frente a las sanciones económicas occidentales y subraya la continuidad de su estrategia de defensa comercial, en medio de presiones internacionales y fluctuaciones del mercado.
Analistas sugieren que esta prolongación podría tener implicaciones significativas en el mercado global de petróleo, potencialmente afectando los precios y la distribución de recursos energéticos.
Aunque la respuesta de los países afectados por el decreto y su impacto en las relaciones internacionales serán aspectos clave a observar en los próximos meses, en el ámbito local, la medida ha sido recibida con opiniones divididas.
Mientras algunos sectores apoyan la decisión como un acto de resistencia económica, otros expresan preocupación por las posibles consecuencias en la economía rusa y las relaciones diplomáticas.
(Con información de agencias)