No hay producción ganadera imposible, ni siquiera la de cerdos

Por: Luis Alberto Portuondo

Antaño, entiéndase 2019, la venta de carne de puerco era prolífera y, obviamente, se sustentaba en las decenas de miles de cabezas de este tipo de ganado que había en las numerosas dependencias de la Empresa Porcina Santiago de Cuba (Porsa), y por los convenios que muchos productores establecían con esta. Recibían los piensos, los medicamentos y otros insumos.

Era un negocio que mantenía una oferta casi equivalente a la demanda de una población que tenía a esta carne como parte de su dieta y de sus celebraciones.

“De los 17 pesos que costaba la libra en las carnicerías, y los 25 en los puestos particulares antes de la pandemia de la covid-19, actualmente son 600 o lo que te pidan; para mí los chicharrones son parte del pasado”, dijo Dulce Véliz Dagnery, una santiaguera pensionada que añora “probar al menos un pedacito de macho”, como se les nombra en esta región del país a los puercos.

Alexander Vega Perera, trabajador por cuenta propia del municipio cabecera, expuso que la carne la vende a 650 “porque compro el animal en pie a 400 pesos la libra, y sacrificado con la carne limpia a 550; además, pago la transportación y debo tener alguna ganancia, porque si no, no hay negocio que sobreviva”.

La cuestión es que la crianza intensiva de puercos de capa blanca se detuvo drásticamente por los déficits de alimentos y medicamentos. La pandemia y las medidas aplicadas por la primera administración de Trump, mantenidas por Biden, prácticamente bloquearon créditos y acceso a proveedores.

De acuerdo con fuentes del Ministerio de la Agricultura, en el año 2020 “solo unas 6 000 toneladas se producían cada mes, un tercio de lo que se necesita para asegurar una presencia estable de este surtido: 17 000 toneladas”.

En potenciar la crianza de los cerdos de capa oscura se depositaron las primeras esperanzas, cuando este tipo de carne menguó en cantidad y se elevó en precios, no siempre de acuerdo con su calidad e inocuidad. La creación de un centro multiplicador porcino en Loma Blanca, Segundo Frente, formó parte de las acciones en la provincia para aumentar la producción y entregar animales resistentes a las diferentes formas productivas del territorio.

A la altura de 2024, las estadísticas están aún más deprimidas y, en ese sentido, la provincia de Santiago de Cuba da pasos para revitalizarlas.

Una estrategia que procura hechos concretos

Encabezado por la primera secretaria del Partido en Santiago de Cuba, Beatriz Johnson Urrutia, un Pleno Extraordinario del Comité Provincial analizó, entre otros aspectos, las acciones que se ejecutan para impulsar los programas agroalimentarios, de manera especial el porcino.

Se evaluaron las propuestas para revitalizarlo, rescatando su carácter popular, aunque a los módulos pecuarios y a los autoconsumos de las entidades les corresponde desempeñar un papel determinante, de manera particular en las más de 400 estructuras productivas existentes en toda la provincia.

Para cada municipio se creó una comisión, encargada de diagnosticar potencialidades y de reanimar ese programa, integrando a los sistemas de la Agricultura y de empresarial ese garantizar dos kilogramos per cápita, al tiempo que, en este sentido, Porsa tiene que lograr un mejor desempeño, sus centros genéticos, de preceba y ceba.

Para disminuir los elevados precios, se apela a la recuperación de los centros multiplicadores, la masa básica y la alimentación de los puercos, fundamentalmente con el maíz, del que Santiago es el mayor productor, y que se iniciará con 1 300 reproductoras, todavía distante del potencial del territorio.

Fue informado que 32 productores están integrados a la estrategia, y que debe aumentar la disponibilidad de pienso líquido procesado en dos plantas que alcanzan las 500 toneladas mensuales cada una. También se utiliza una premezcla compuesta en un 80% por materias primas cubanas, y aumenta la producción de soya.

Del dicho al hecho

El avezado ganadero Wilfredo Danguillecurt Sánchez, asociado a la cooperativa de créditos y servicios (CCS) Rafael Hernández, del municipio de San Luis, es uno de los abanderados. “Comencé en estas labores hace más de 15 años, y fui pionero en la cría de 200 cerdos conveniados. Ese fue el detonante para expandir las producciones, pero se deprimió mucho a principios de esta década”.

Nuevamente, con Porsa, el también capitán de la reserva ya tiene 200 cerditos y, al cierre de nuestra visita, recibió otros 400. “Son los pasos para que haya más carne, la Empresa provee los animales y parte del alimento; yo aquí he dedicado varias hectáreas para pastos, forrajes y viandas, porque con la yuca y el boniato se elaboran piensos líquidos, y son muy nutritivos”, comentó.

Es así que ha establecido encadenamientos productivos con Porcino y Piensos de Orientes. “Es la vía más factible para cumplir los objetivos, porque en la unidad está la fuerza”, añadió Danguillecurt Sánchez, mientras atendía a unos puerquitos.

Su finca, ubicada en Boniatico, consejo popular de Estrella Roja –limítrofe con el municipio de Santiago de Cuba–, tiene 126 cabezas de ganado vacuno, y provee la leche para los 40 niños de la bodega La Olímpica, y unos mil litros a la Empresa Láctea, así como queso.

Su hija, Lidiana, combina la asistencia médica con las labores agrícolas, “porque ambas son imprescindibles para la vida”. Han sido beneficiados por la Banca de Fomento, “aunque los procesos burocráticos limitan, por ejemplo, el tener el dinero a tiempo para adquirir los insumos necesarios para el sostenimiento de las crianzas”, refirió Wilfredo.

La intención está planteada. Solo resta trabajar para que la oferta de carne de puerco aumente, mengüen los precios, y retornen los tradicionales chicharrones y puercos asados de fin de año. Nos apremian resultados concretos que trasciendan planes y estrategias, que no se ven en los platos, pero inciden en estos cuando se aplican de una u otra manera. Enhorabuena la recuperación porcina, pero según el productor, “es muy pronto para evaluarla”.

(Tomado de Granma)

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2 respuestas

  1. Vergüenza q una jubilada como yo q trabajó 40 años no pueda ahora comprarse ni una libra de cerdo.
    Y el pollo se esta desapareciendo y ya no lo venden x libra ahora tne ser la caja de 33 lbs y mas de 10 mil pesos.
    En fin cada dia me cuesta mas dinero y trabajo alimentarme y la canasta básica DESAPARECIDA.

  2. La libra de carne de cerdo está a 1000 pesos, dé ésto sé sabe demasiado. Los precios de todos los productos están disparado y no hay que ir a la escuela para saber por qué.

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