La economía española cerró el año con un crecimiento del 3.2%, superando las previsiones oficiales y destacando como la de mayor dinamismo en la eurozona, según datos preliminares del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Este ritmo, cuatro veces superior al promedio de la región, contrasta con las revisiones a la baja de Francia (0.9%) y Alemania (0.3%), cuyos datos se publicarán este jueves.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, atribuyó el resultado al impulso del turismo, la fortaleza agrícola y el alza de las exportaciones.
Sectores clave y empleo
Según el funcionario, el turismo, la agroindustria y las ventas al exterior fueron los pilares del crecimiento en 2024.
A esto se sumó una caída del desempleo al 11.6% en el cuarto trimestre, su nivel más bajo en 16 años, según cifras publicadas el martes.
La correduría Jefferies destacó en un informe que el gasto de los consumidores y la inversión privada seguirán sosteniendo la economía en 2025, aunque advirtió sobre riesgos externos, como la volatilidad energética.
Pese al crecimiento, el aumento del costo de vida y los precios disparados de la vivienda en grandes ciudades como Madrid y Barcelona están mermando el nivel de vida de los hogares.
Natalia Aguirre, estratega de Renta 4, señaló a Reuters que este escenario podría frenar el consumo privado en los próximos meses. “El crecimiento macroeconómico no se traduce en bienestar para todos”, subrayó.
Los analistas recuerdan que el PIB per cápita español sigue un 15% por debajo del promedio de Europa occidental y que, desde 2007, la economía solo ha crecido un 4%.
Aunque el país avanza, persisten desequilibrios estructurales, como la dependencia de sectores estacionales y la polarización del mercado laboral, con altas tasas de desempleo juvenil.
Contexto fiscal y ajustes
España proyecta reducir su déficit presupuestario al 2.5% este año, gracias a subidas impositivas y recortes en subsidios como el de la electricidad.
Jefferies resaltó que su posición fiscal es “más sólida que la de sus socios europeos” para resistir presiones globales, como posibles aranceles impulsados por EE.UU. bajo un eventual gobierno de Donald Trump.
Carlos Cuerpo, ministro de Economía, afirmó que el Gobierno revisará al alza sus previsiones para 2025 tras estos resultados, aunque advirtió: “No ignoramos los desafíos sociales”.
Por su parte, el Banco de España había anticipado un crecimiento del 3.1%, pero los datos finales lo superaron ligeramente.
Comparativa europea y próximos datos
Mientras España celebra su desempeño, economías clave como Italia (1.2% previsto) y Alemania (0.3%) enfrentan un panorama más débil.
Los datos del cuarto trimestre confirmaron una expansión del 0.8% intertrimestral, por encima del 0.6% esperado por analistas.
Este jueves, la publicación de cifras de Francia, Alemania e Italia podría acentuar el contraste.
A corto plazo, la evolución de la guerra comercial entre EE.UU. y la UE, así como las decisiones de la OPEP+ sobre producción de crudo, marcarán la estabilidad económica.
A nivel interno, el Gobierno buscará equilibrar el ajuste fiscal con medidas para aliviar la presión en vivienda y salarios, clave para mantener el apoyo social en un contexto de elecciones regionales.
