Directivos y trabajadores del central azucarero Melanio Hernández se reunieron junto a la base de su emblemática chimenea para evaluar los desafíos inmediatos tras concluir una intensa zafra de 187 días el pasado 30 de junio, informó Escambray.
Durante el encuentro, los empleados acordaron donar 15 días de sus vacaciones para dedicarlos “con todo” a los preparativos de la próxima contienda azucarera, programada para iniciar a más tardar en la última decena de diciembre.
La decisión destaca el compromiso de quienes, en áreas críticas como el basculador, molinos, calderas, centrífugas y generación, libraron un “combate realmente colosal, sin tregua, agotador” desde el 26 de diciembre de 2023 hasta junio.
Estos mismos trabajadores se han propuesto cumplir la Norma Técnica 52 (limpieza, conservación y diagnóstico de maquinaria industrial) para el próximo 12 de agosto, mientras ya tienen “listos para la pelea” un tercio de los equipos de molienda.
Según el reporte, existen insumos clave disponibles para mantenimientos como cambio de tuberías, filtros y un colector rotatorio, mientras piezas fundamentales como las mazas “están ahí, pidiendo espacio”. No obstante, se reconoce la dependencia del ingenio de innovadores y racionalizadores para resolver desafíos técnicos.
Antonio Viamontes, director de la empresa, advirtió que la próxima zafra mantendrá la complejidad de la anterior, realidad que “no sorprende, no atemoriza, ni rinde a nadie”.
Un reto crítico es la escasez local de caña, que obliga a transportar materia prima desde áreas del inactivo central Uruguay (Jatibonico), así como de Villa Clara y Ciego de Ávila.
Este problema afecta a toda la industria azucarera cubana, impactando la producción nacional y obligando a importaciones.
Urge solucionarlo progresivamente, subraya el texto, para recuperar la autosuficiencia y los ingresos por exportación. La renuncia a vacaciones en pleno verano evidencia la determinación de los trabajadores para enfrentar estos desafíos.