La producción tabacalera en la provincia cubana de Sancti Spíritus muestra indicios de haber superado su declive reciente, particularmente en la modalidad de cultivo a cielo abierto conocida como “sol en palo”.
Este repunte se atribuye principalmente a la implementación de un nuevo esquema de estimulación financiera en divisa extranjera, consolidando a la provincia como la mayor productora nacional de tabaco bajo esta modalidad.
Isidro Hernández Toledo, director agrícola de la Empresa de Acopio y Beneficio de Tabaco de Sancti Spíritus, confirmó a Escambray que la campaña 2024-2025 alcanzó 1 320 hectáreas sembradas, lo que representa un incremento de 605 hectáreas frente a la campaña anterior.
Explicó que el cultivo de “tabaco tapado” —destinado a capas para exportación— se mantuvo estable en 320 hectáreas, según la demanda nacional. Por tanto, todo el crecimiento provino específicamente del “sol en palo”, históricamente el segmento más vulnerable en el territorio, con 600 hectáreas adicionales sembradas.
“Este es el año que nos comprometimos a detener el decrecimiento de la producción en la vega sol en palo y comenzar una gradual recuperación hasta que lleguemos a los mayores niveles productivos del territorio”, precisó Hernández Toledo.
Detalló que la siembra actual representa el 41% del potencial histórico provincial (unas 3 200 hectáreas), logrado en la campaña 2016-2017, que produjo más de 4 000 toneladas entre ambas modalidades.
Recordó que aquel auge de hace ocho años respondió a un incremento de precios en condiciones económicas distintas. Posteriormente, el área sembrada cayó drásticamente al abandonar cientos de productores ante la insostenibilidad de los costos.
“La recuperación que tiene ahora el cultivo sol en palo estriba, en primer lugar, en la introducción de un sistema de estimulación en divisa que propuso el Grupo Tabacuba, que consiste en aplicar el 3 por ciento al monto del valor del tabaco que compone precio y darle el derecho al productor a que ese por ciento lo compre en divisa; este esquema generó incentivos y el crecimiento estriba, también, en la incorporación en esta campaña de casi 400 productores”, declaró el directivo.
Hernández Toledo destacó condiciones climáticas favorables tanto para el cultivo como para la curación en los secaderos, junto a una mejora en la calidad de la hoja. Aunque el cálculo final de producción se conocerá a fines de junio, ya se puede anticipar un resultado significativo.
“Estamos en la fase final de la cosecha e iniciamos el acopio del tapado; aunque el estimado total de la producción saldrá a finales de junio, sí podemos augurar que ya tenemos más del doble del tabaco que se produjo en la campaña anterior, que fueron solo 613 toneladas”, destacó.