Por: Ventura de Jesús
A juzgar por el volumen de azúcar, la zafra azucarera por iniciar será la menos ambiciosa que se recuerde en uno de los territorios del país con más tradición en este sector.
Únicamente el ingenio Jesús Sablón Moreno (Rabí) hará zafra, y la meta de los matanceros es producir poco menos de 17 000 toneladas, todas con destino a la canasta familiar normada de la provincia.
Se prevé moler más de 242 000 toneladas de caña en un plazo de exactamente 96 días, además de la fabricación de 2 000 hectolitros de alcohol y 4 000 de aguardiente.
Otros centrales azucareros, como René Fraga Moreno y Mario Muñoz, se dedicarán a la producción de derivados como la meladura. Pero por tratarse de una cantidad muy inferior a los planes de años anteriores, no se trata de un “pedacito” de zafra, como piensan algunos, comenta el viejo azucarero Jorge Pablo Santana, director del Grupo de Coordinación de Azcuba en Matanzas.
“De fácil no tendrá nada, en más de 40 años preparando centrales para moler azúcar, nunca vi tantas limitaciones para alistar la industria”, dice, mientras señala hacia algunas áreas del ingenio en las que todavía trabajan duro, a solo unos días de la arrancada.
“Esta vez ha habido muchos inconvenientes con la entrada de recursos vitales y de otros insumos para alistar el central en el tiempo apropiado. Algunos llegaron con un mes de atraso. Eso nos limitó realizar las pruebas con más o menos 20 días de anticipación, algo habitual en los preparativos de zafra en otra época.
“Pero ahora de nada vale lamentarse. Tenemos la fuerza organizada de tal manera que podamos aprovechar las horas al máximo, y hacer lo posible por iniciar la zafra el día 22, y garantizar la molienda día a día.
“La tensa situación energética ha sido y sigue siendo un reto, pero a pesar de los muchos inconvenientes, vamos a cumplir y a sobrecumplir el plan”.
Jorge Luis Bregio Bejerano, director general de la Empresa Agroindustrial Azucarera conocida como Rabí, es partidario de terminar cuanto antes las inversiones en el área de calderas, molinos y el techado de la instalación, para hacer azúcar en el actual mes de diciembre. Esa es la primera meta, señala.
Asegura que la reparación marcha a más del 90% y que los trabajos principales están a punto de concluir, gracias al esfuerzo desplegado en jornadas ininterrumpidas y al apoyo de operarios de varios ingenios del territorio y de otras provincias.
Bregio Bejerano dice no ser hombre de promesas pero con una expresión de seguridad, forjada por lo visto entre los hierros de varios ingenios, se muestra confiado y vislumbra una buena zafra en el Rabí, central acostumbrado a cumplir. La molida está en buenas manos, gente laboriosa, y contamos, además, con la materia prima, algo que nos quita preocupación, observó.
(Tomado de Granma)