El gobierno de China rechazó este viernes las amenazas de Estados Unidos de imponer nuevos aranceles del 10% a productos del país asiático, una medida vinculada por Washington al tema del fentanilo.
El Ministerio de Comercio chino calificó la decisión, anunciada por el presidente Donald Trump, como un acto de “transferencia de responsabilidades” que no soluciona los problemas internos de Estados Unidos.
Según Prensa Latina, la cartera advirtió que estos aranceles incrementarían los costos para empresas y consumidores estadounidenses, al tiempo que pondrían en riesgo la estabilidad de las cadenas globales de suministro.
“Este tipo de comportamiento es irresponsable y contraproducente”, señaló un comunicado oficial del ministerio.
China exhortó a Estados Unidos a desistir de acciones que considera erróneas y a retomar el diálogo en igualdad de condiciones para resolver las disputas comerciales. Sin embargo, Pekín también dejó claro que, de mantenerse la postura de Washington, tomará medidas necesarias para proteger sus intereses legítimos.
Según el gobierno chino, la política arancelaria de Trump infringe las reglas de la Organización Mundial del Comercio, afecta el sistema de comercio multilateral y debilita las relaciones económicas entre ambas naciones.
Trump anunció que los nuevos aranceles, que se sumarían a los ya existentes del 10% aplicados desde el 4 de febrero, entrarían en vigor el próximo 4 de marzo.
En redes sociales, el mandatario estadounidense justificó la medida al afirmar que no se han tomado suficientes acciones contra el flujo de fentanilo hacia su país, y señaló que “un gran porcentaje” proviene de China.
Por su parte, la Cancillería china defendió que el país aplica una de las políticas antidrogas más estrictas y efectivas del mundo, además de cooperar activamente con naciones como Estados Unidos en el control de narcóticos. No obstante, acusó a Washington de ignorar estos esfuerzos y usar el fentanilo como pretexto para nuevas tarifas.
En represalia, China aplicó aranceles adicionales de hasta el 15% a ciertos productos estadounidenses, lanzó una investigación antimonopolio contra Google y añadió a las empresas PVH Group e Illumina Inc. a su lista de entidades poco confiables.