Representantes del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), programa de las Naciones Unidas enfocado en transformar la agricultura y las comunidades rurales, verificaron recientemente en el municipio de Maisí, extremo oriental de Guantánamo, los avances en la recuperación de los daños causados por el huracán Oscar y la correcta utilización de los recursos proporcionados por esta agencia.
Durante una visita de campo —precisa el periódico Venceremos— los expertos evaluaron el terreno y dialogaron con trabajadores y directivos de varios Centros de Gestión, destacándose el de Los Llanos. Este centro ha logrado restaurar aproximadamente el 80% de las áreas agrícolas afectadas por el meteoro en octubre de 2024.
El progreso en la recuperación de cultivos en Los Llanos es notable, atribuido fundamentalmente al empleo eficiente de las herramientas y recursos suministrados por el proyecto del FIDA. Estos insumos han facilitado tareas esenciales como la poda, la limpieza y la regulación de la sombra, especialmente en los valiosos cultivos de café y otros productos agrícolas de la zona.
La misión también constató mejoras significativas en la infraestructura de apoyo, con la instalación de equipos como computadoras, ventiladores y aires acondicionados. Estas adiciones han contribuido a crear condiciones laborales más adecuadas y eficientes para el personal involucrado en los centros de gestión.
La gira incluyó una visita a la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) Iraelda Marzo, ubicada en la localidad de La Máquina. Allí, el enfoque del proyecto se centra en robustecer las capacidades de las cooperativas dedicadas a la producción de café y cacao, dos cultivos de alto valor estratégico tanto para la economía local como para la nacional.
Al concluir la inspección, los especialistas del FIDA enfatizaron los progresos observados en Maisí en cuanto a la recuperación post-desastre y el fortalecimiento de las capacidades productivas.
La visita sirvió como un ejemplo concreto de cómo la cooperación internacional puede apoyar efectivamente a las comunidades rurales en sus procesos de reconstrucción y desarrollo sostenible tras eventos climáticos extremos.