El ministro cubano de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, detalló en su página en la red social Facebook el plan estratégico de desarrollo a mediano y largo plazo para el Aeropuerto Internacional Abel Santamaría en Santa Clara, Villa Clara, tercero en operaciones del país.
El plan, proyectado para 4-5 años, busca rehabilitar infraestructura y crear capacidades para la creciente demanda turística y de carga en la región central. Las acciones se alinean con los objetivos provinciales y del propio ministerio.
Entre las metas inmediatas, subrayó el funcionario, figura la sustitución de aproximadamente 26 losas en la plataforma.
Simultáneamente, avanza la instalación de un sistema de alimentación eléctrica ininterrumpida para la iluminación de pista. “Hoy, la instalación de este sistema se encuentra al 50% de su ejecución, y se espera que se complete en lo que resta del primer semestre del año con el montaje de los bancos de baterías que permitirán el respaldo inmediato en caso de corte eléctrico”, precisó. Este sistema complementará al grupo electrógeno actual.
De acuerdo con la fuente, se trabaja con Aerovaradero S.A. para ampliar la capacidad de manejo de carga, tras superar las 2 000 toneladas (43 semanales promedio) en el año anterior.
Asimismo, se inició la primera etapa de un proyecto de cuatro fases para optimizar flujos. “Además, se planea la entrega de una parcela de 30 x 70 metros para la construcción de una nueva nave que permitirá replicar la estación de carga actual”, dijo.
El plan incluye “la construcción de una nueva base de combustible, que comenzará a materializarse este año” con plazo estimado de 2-3 años, esencial para vuelos europeos. Ambientalmente, “se ha programado la instalación de una nueva planta de tratamiento de residuos sólidos y líquidos” para reemplazar la actual planta de capacidad limitada.
El ministro destacó compromisos sociales: rehabilitación de la escuela primaria rural Calixto García (incluyendo cambio de cubiertas, arreglo de los baños) y donaciones al Hogar número 13 de Niños sin Amparo Familiar, donde dos adolescentes realizaron prácticas laborales.