Agricultura cubana impulsa alternativas biológicas ante efectos del bloqueo de Estados Unidos

La actual campaña agrícola en Cuba enfrenta desafíos fitosanitarios sin precedentes, exacerbados por las limitaciones del país para adquirir plaguicidas esenciales, en particular fungicidas, debido al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos, informó la Agencia Cubana de Noticias.

Esta restricción ha obstaculizado el acceso a insumos críticos, elevando el riesgo de pérdidas en cultivos estratégicos para la seguridad alimentaria.

Roberto Menéndez Orozco, jefe del departamento de sanidad vegetal de la Delegación de Agricultura, detalló que patógenos como Alternaria solani —causante del tizón temprano en tomate y papa—, Phytophthora infestans —responsable del tizón tardío, históricamente vinculado a crisis agrícolas— y Pythium —que afecta plántulas— amenazan los rendimientos estimados en cultivos clave.

Estos hongos, que proliferan bajo condiciones climáticas variables, han encontrado un terreno fértil ante la escasez de controles químicos, aseguró.

La falta de fungicidas comerciales ha impulsado el uso de alternativas biológicas, como el Trichoderma —un hongo antagónico usado para combatir patógenos—, microorganismos eficientes —consorcios microbianos para mejorar la salud del suelo— y la tabaquina, un preparado artesanal a base de extractos de tabaco.

No obstante, Menéndez Orozco advirtió que estas soluciones enfrentan límites por la insuficiente disponibilidad de recursos locales y materia prima.

Entre los cultivos, la papa ha sido la excepción parcial: gestiones de Tabacuba, entidad estatal vinculada a la industria tabacalera, permitieron asegurar insumos fitosanitarios importados. Sin embargo, resultados desiguales han marcado la campaña.

Osmar Garcés, productor de la finca La Reina, señaló que la variedad Alouette registró rendimientos de 7.0 a 10 toneladas por hectárea (t/ha), menos de la mitad de las 20 t/ha proyectadas, por dificultades de adaptación al suelo.

Este declive contrasta con los logros de la temporada anterior, cuando prácticas agroecológicas —como el manejo integrado de suelos y el uso de biofertilizantes— permitieron a variedades como Naima y Spectra alcanzar hasta 23.5 t/ha.

“La lógica nos dice que la agroecología es el camino a seguir”, afirmó Garcés, subrayando su potencial para garantizar soberanía alimentaria y sostenibilidad ambiental, incluso con limitaciones tecnológicas y escasez de insumos como la urea.

Menéndez Orozco agregó que, en cultivos como tomate, frijol y cucurbitáceas, las estrategias biológicas han tenido éxito durante la campaña de frío. No obstante, advirtió que el inicio de la primavera, con temperaturas más altas y mayor radiación solar, incrementa la presión de plagas y enfermedades, exigiendo una optimización urgente de estos métodos.

El especialista concluyó que superar los retos de la campaña requerirá innovación, selección rigurosa de variedades adaptables al cambio climático y un escalamiento de las prácticas agroecológicas, en un contexto donde el bloqueo estadounidense sigue limitando las opciones convencionales.

Comparte este artículo

Cuadrando la caja

La propiedad en Cuba: ¿estatal, privada, cooperativa o mixta?

Delitos económicos: ¿Amenaza al desarrollo de Cuba?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *