Villa Clara avanza en los preparativos para el inicio de la zafra azucarera 2025-2026, concentrando esfuerzos en las reparaciones intensivas del central Quintín Bandera, el primero del territorio programado para arrancar la molienda el próximo 14 de diciembre.
Onel Pérez González, administrador del ingenio, declaró a la prensa que los trabajos alcanzan ya el 92 por ciento de ejecución, con las adecuaciones mecánicas del basculador y molinos concluidas y listas para pruebas parciales.
El directivo precisó que el colectivo tiene el objetivo de arrancar el central en la primera quincena del próximo mes, lo que permitiría adelantar jornadas al calendario planificado en la producción de meladura y posteriormente de azúcar crudo ensacado. Este inicio temprano es considerado crucial para ganar ritmo antes del punto álgido de la cosecha.
Durante la contienda, que se extenderá hasta finales de febrero, la planta procesará materia prima propia y recibirá suministros de los centrales Panchito Gómez Toro de Quemado de Güines, George Washington y Carlos Baliño de Santo Domingo, y Héctor Rodríguez de Sagua la Grande, aseguró. Esta estrategia de acopio busca optimizar la capacidad industrial y garantizar un flujo constante de caña a los trapiches.
También confirmó que los trabajadores tienen el compromiso de elaborar 12 mil toneladas métricas de crudo en el ingenio que emplea biomasa para la generación de vapor y electricidad, sin consumo de petróleo en el proceso fabril. Esta característica lo posiciona como una unidad de referencia en la producción sostenible dentro del país.
El azúcar producido, explicó, estará destinado a suministros de la canasta familiar normada y otros envíos a organismos asignados por el país, según la planificación establecida, cumpliendo con los encargos estatales fundamentales.
Durante la pasada contienda, recordó, el ingenio-refinería permaneció inactivo en el procesamiento de caña, pero mantuvo la fabricación de sirope, raspadura, vinagre y el bioestimulante Lebame, obtenido a partir de microorganismos eficientes. Esta diversificación productiva permite mantener la actividad económica y la estabilidad laboral incluso fuera del periodo de zafra.
Actualmente, añadió, se consolidan otros renglones como la fabricación de dulces en almíbar, boniatillo y la ampliación de entregas del bioproducto Lebame, que ofertarán al unísono con la zafra, demostrando una estrategia integral para maximizar los rendimientos económicos de la instalación.
Panorama azucarero en Villa Clara
En la provincia, junto al Quintín Bandera, laborará el Héctor Rodríguez en la producción de azúcar crudo, mientras el Carlos Baliño acometerá la tradicional elaboración de edulcorante orgánico, dijo. Esta especialización de los ingenios busca potenciar las capacidades específicas de cada unidad.
Los centrales Heriberto Duquesne de Remedios, Abel Santamaría de Encrucijada y José María Pérez de Camajuaní, fabricarán meladura destinada a las industrias roneras del país y al alimento animal, informó. Con este esquema multifuncional, la provincia busca cubrir diferentes demandas de la economía nacional.
La provincia debe producir más de 26 mil toneladas de azúcar en la venidera zafra, meta que involucra a tres emblemáticos centrales: Quintín Bandera, Héctor Rodríguez y Carlos Baliño. El cumplimiento de este objetivo es vital para los suministros territoriales y las asignaciones nacionales.
El central Quintín Bandera, conocido antiguamente como ingenio Ramona, mantiene su tradición azucarera desde el siglo XIX y se distingue por emplear biomasa cañera como principal fuente energética, por lo que constituye un referente en la producción sostenible del dulce en el centro de Cuba. Su puesta en marcha marca tradicionalmente el inicio de la campaña azucarera en la región central de la isla.













