¿Una luz al final del apagón? (+ Video)

El sol fustiga a los hombres de la fila 45. La mayoría están cubiertos con enguatadas y pasamontañas. El jefe de brigada, René Díaz Jiménez, es apenas un punto anaranjado. Lo distinguen un casco y la ropa reflectante en aquellas 32 hectáreas de tierra colorada. En esa área se pretende instalar 43 904 paneles fotovoltaicos, capaces de aportar 21.87 megawatts (MW) al Sistema Electroenergético Nacional (SEN).

Son casi las 12:00 del mediodía de un miércoles de marzo, pero René desconoce de fechas y horarios. Desde principios de enero la rutina es la misma. Despierta a las 5:00 de la mañana, desayuna, toma una guagua desde la localidad moronense de Nereida hasta Grego, en Ciego de Ávila, y trabaja desde que el sol sale hasta que se oculta.

Hoy empezó a armar las estructuras de las mesas en las que luego colocará los paneles solares. Su baja estatura y delgadez desafían cualquier estereotipo que pueda asomar. “Esto es fácil, aquí todo el mundo sabe cómo es el mambo”, dice de las habilidades prácticas que ha adquirido junto a su grupo de trabajo.

René Díaz pondrá su experiencia en la construcción de más parques solares. Foto: Michel Guerra/Invasor.

Detrás de sus espejuelos se refleja una preocupación impropia de su labor cotidiana, aunque en sus manos esté, quizás, parte de la propia solución. A René le angustia saber que anoche sus familiares pudieron pasar una mala noche por culpa de los apagones en Santiago de Cuba, a más de 400 kilómetros de donde él intenta devolverle luces al país.

Cuba sufre una de las crisis electroenergéticas más grandes de su historia. Todas las crisis electroenergéticas en Cuba han sido grandes, y esta es una de las mayores. Cuatro veces ha colapsado la red nacional desde los últimos meses de 2024. El más reciente tuvo lugar a las 8:12 de la noche del pasado viernes 14 de marzo, debido a una avería en una subestación del Diezmero, barrio del municipio de San Miguel del Padrón, en La Habana.

Previamente, fallas de la central Antonio Guiteras provocaron dos apagones generales. Después, entre los estragos del huracán Rafael a su paso por el occidente del país, estuvo la desconexión de la red eléctrica.

A la par de estas situaciones de máxima emergencia, el territorio nacional vive en una contingencia diaria. Entre sus causas está la disminución de unas 138 028 toneladas en la producción del crudo nacional, que diariamente cubre siquiera la tercera parte de la demanda, según un texto publicado en el diario Granma.

Tal déficit de combustible y las roturas constantes en las añejas unidades termoeléctricas condenan al archipiélago a vivir a oscuras, a regirse por las planificaciones de las empresas eléctricas que, en ocasiones, son imposibles de cumplir, a la costumbre de que la luz puede desaparecer en cualquier instante.

“Anoche, cuando nos fuimos a acostar, no teníamos corriente en Nereida. Hoy, por la mañana, nos levantamos igual”, cuenta el camagüeyano Frank Manuel Vicente, en el momento en que se detuvo para soltar el taladro y secarse el sudor.

“Uno no sabe dónde meterse a esta hora. El sol está muy fuerte, pero el calor debajo de esos paneles es insoportable”, cuenta con cierta fatiga, como si la voz confirmara las palabras. La irritante situación le proporciona fuerzas suficientes al albañil. “Tengo muchas ganas de estar con mi niña de dos años; pero primero hay que terminar aquí, a ver si se acaban los apagones”.

Con música en una bocina y haciéndole bromas a los demás, Frank tiene suficiente para avanzar en un ambiente lo menos áspero posible. Ha logrado una especialización que es capaz de presumir: “Somos una cuadrilla de profesionales colocando paneles. Al principio nos quedaron unos paneles más arriba que otros porque los pilotes estaban desnivelados; pero ya lo hacemos todo bien”.

Dunier Sánchez Casas alardea de lo mismo. En Ciego-Norte, como se denomina la obra durante su estado de ejecución, nadie lo llama por su nombre de pila. Dunier es “Holguín”, por razones obviamente geográficas.

Holguín se jacta de tener el overol sucio desde temprano. Hoy tuvo que tenderse para apretar las tuercas de las mesas. “Eso es lo más difícil, lo que más cansa”, afirma sin permitirse otra declaración que parezca desalentadora.

“La cuadrilla de nosotros es una de las mejores. Aquí hay mucha competencia, pero nosotros les damos ideas a los otros. Nos mantenemos intercambiando para que todo sea más fácil. El otro día nos dimos cuenta de que era más fácil alinear las mesas por delante gracias a que vimos cómo lo hacían los demás. Vamos a trabajar todos los domingos hasta que se entregue el parque. No va a haber descanso hasta que terminemos”.

Para estos días finales de marzo se prevé la sincronización con el SEN. Las fechas mantienen en total tensión a José Alejandro Jiménez Vivas, especialista principal en Ciego-Norte. “Presión existe siempre, porque surgen dificultades propias de obra. Se agudiza más por la importancia que reviste y cuánto puede trascender”, reafirma.

De acuerdo con la planificación, Ciego-Norte debió aportar energía a partir del pasado 28 de febrero. Si bien se concibió apenas en julio de 2024, el propio Jiménez Vivas le explicó a Invasor que era factible concluir en tiempo porque avanzaba, según el cronograma, el atornillado de pilotes y la cimentación de los contenedores tecnológicos.

Retrasos por falta de suministros para la construcción de la cerca perimetral y la colocación de las luminarias jamás hubiesen anulado la posibilidad de que el parque empezara a tener valor de uso en el momento acordado.

Daniel Carrasco Camejo, ingeniero eléctrico, titular de Inversiones de la Dirección Integrada de Proyectos de la Empresa Eléctrica Ciego de Ávila, alega que la tardanza en la llegada del cableado de alta tensión (se requieren en total más de 290 kilómetros de cables), bombas de agua, sistemas de cámara y de detección de incendios, entre otros recursos, prolongó la culminación de Ciego- Norte.

“Ha habido que llegar a hacer ajustes diarios en el cronograma. Trabajábamos como se podía, cuando se podía y con lo que se podía. Se recorría la obra completa al final de la jornada. Han sido muchas horas cerebro, como digo yo”, grafica Jiménez Vivas.

Otro factor determinante en el aplazamiento de la fecha fue la sucesión de hechos extraordinarios

Una nota informativa de este medio de prensa, fechada el 16 de febrero, señaló: “En lo que va de año, en el montaje del parque solar fotovoltaico Ciego-Norte fue sustraído un número significativo de tornillos, arandelas y tuercas”.

Con intenciones de demostrar lo meritorio de lo logrado, Carrasco Camejo termina por justificar que, de todas formas, un parque solar de estas dimensiones tomaría más tiempo del que ellos han requerido.

Sí le asiste total razón en que se han volcado a la conclusión de Ciego-Norte varias entidades locales, como la Unidad Constructora Militar El Vaquerito, las empresas de Energías Renovables (Rensol), Abastecimiento y Servicios a la Educación, Materiales de la Construcción, Talleres Automotores y la Unidad Empresarial de Base Indalecio Montejo, con la asesoría constante de especialistas de China.

Son cientos y cientos de obreros, dando pico y pala para abrir zanjas, o fundiendo piezas de hormigón, sobre un montacargas… Son cientos y cientos de obreros sin parar, como si esta fuera la hazaña de sus vidas. Y es un poco así.

Jorge Alejandro Jiménez Vivas, por su cargo como especialista principal pareciera que ocupa su tiempo frente a proyectos, mapas, frente a la computadora en una oficina climatizada. Pero eso quizás sea lo que menos haga. Él está en todas partes a la vez.

“Los días que disfruto son los que me siento útil, los más ajetreados, los que más tareas tienes”. Todos los días han sido iguales. Alejandro tiene a resguardo en su memoria el difícil inicio, cuando los pasadores de las máquinas chinas se partían en el intento por hincar pilotes de mayores dimensiones. “Pero, nada, diseñamos nuevas campanas e hincamos los 18 816 pilotes”. Dice 18 816 pilotes. Pudo decir “más de 18 000 pilotes.

Pudo decir “muchos pilotes”. Pero, nada, esa cifra exacta nunca la olvidará.

Nunca pensó Alejandro (al centro) que sobre sus jóvenes aptitudes cayera el peso de una obra de similar relevancia. Foto: Michel Guerra/Invasor.

Alejandro habla con una naturalidad pasmosa, a veces aparentemente desproporcional a las responsabilidades que asume. Es graduado de Ingeniería Civil por la Universidad de Ciego de Ávila desde 2022, y ahora controla la programación del presupuesto, los contratos, las solicitudes de combustible, más la ejecución a pie de obra para el cumplimiento del cronograma en Ciego-Norte. “Me ha tocado estudiar hasta eléctrica”.

Como sea que fuere, su capacidad ha sido vigilada, incluso con experiencia en la construcción previa de un parque solar fotovoltaico de cuatro MW en Morón. “No es que pongan en tela de juicio; pero, como decimos en buen cubano, a veces nos quieren coger de atrás para adelante”.

Prejuicios aparte, la ejecución de un parque solar quizás sea de las últimas aspiraciones de desarrollo profesional de un recién graduado como ingeniero civil. El contexto cubano quizás permita revaluar esa postura.

“Ver el avance me enorgullece, porque estuve aquí desde cero. Han sido tiempos duros, que se fueron agudizando cada vez más. Se sacrifica mucho. Tenía que presentar mi tesis de maestría y tuve que posponerla, por ejemplo. Se sacrifica mucho, reitero. Mi mamá llegó a decirme: ‘tú a esta casa nada más vienes a bañarte y comer’”, y sonríe en el recuerdo de esa frase, igual que tal vez lo haga cuando inauguren Ciego-Norte.

Después de verificar unos detalles en el plano, cuando se disponía a regresar al terreno lo hace con un halo de incertidumbre para finalizar: “Lo que más me reconfortaría fuera que tuviera trascendencia”.

Para contrarrestar la aguda crisis, Cuba apuesta por la generación energética mediante fuentes renovables. En pos de esa transición, durante 2025 la intención es instalar más de 1000 MW a partir del montaje de 50 parques solares en el país.

En una entrevista con el diario Granma, el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, explicó qué representaría esa inversión: “Se cubriría el déficit manteniendo esta capacidad tecnológica de alta, comprando combustible, con las plantas de generación distribuidas funcionando todas y sumando lo de los parques.

“Lo cierto es que cuando pongamos 1 000 MW de energía renovable estaremos ahorrando combustible, que es combustible que podemos tirar para la generación de la noche”, concluyó el titular cubano de Energía y Minas.

A 2014 se remonta la aprobación de una política que se proponía lograr el 24 por ciento de la energía a través de fuentes renovables. “Cuando tengamos 1 000 MW instalados, alcanzaremos el ocho por ciento (…), lo que permitirá ahorrar más de 400 000 toneladas de combustible”, dijo en el programa televisivo Mesa Redonda el director de Generación con fuentes de energía de la Unión Nacional Eléctrica, Ovel Concepción Díaz.

Sin obviar la necesidad de explorar la posibilidad de incorporar nuevos pozos petroleros y de mantener las unidades termoeléctricas en buen estado de funcionamiento, el país se trazó ese macroprograma que incluye hasta 2028 la instalación de 92 parques fotovoltaicos con un total de 2012 MW.

El 28 de marzo fue inaugurado el cuarto de esos parques fotovoltaicos en Remedios, municipio de Villa Clara. Para principios de abril serán ocho activos, tributando 170 MW en potencia al SEN, aseguró Concepción Díaz en la Mesa Redonda.

Uno de esos ocho deberá ser Ciego-Norte. Hace unos días se efectuó con éxito la prueba a dos inversores que aportaron 3.98 MW al SEN, anunció la Empresa Eléctrica de la provincia vía Facebook.

Ciego-Norte apenas sería el primero en finalizar este año en el central territorio. En ejecución se encuentran tres parques solares más de 21.87 MW cada uno. Para finales de junio ha de estar listo uno enclavado en el poblado de Carolina, municipio de Venezuela; mientras que en Morón se pronostica que entre en funcionamiento otro en agosto.

También tiene fecha de terminación en agosto el parque ubicado en La Cuba, polo agrícola del municipio de Baraguá. Los objetos de ingeniería civil avanzan al 70 por ciento; pero el hincado de pilotes requiere de un equipamiento especial por las características del suelo, advierte el director general de la Empresa Eléctrica Ciego de Ávila, Daniel Pérez García.

Actualmente, la provincia cuenta con 15.6 MW en explotación por concepto de parques solares fotovoltaicos, al tiempo que la Bioléctrica de Ciro Redondo contribuye con más de 20 MW. Al término de estos cuatro nuevos proyectos, explica Pérez García, sería probable la cobertura al 80 por ciento del pico máximo de demanda en horas del mediodía.

Su efectividad, por supuesto, será variable en dependencia de las condiciones climáticas, a la vez que no acumularán energía para la cobertura nocturna, al menos algunos como Ciego-Norte. En una realidad sumamente compleja hasta para realizar las labores elementales de una casa a razón de los crónicos apagones, las dudas son constantes y las expectativas pueden ser, objetivamente, bajas. Solo al final podrá deslumbrarse si los parques solares fotovoltaicos son en realidad una luz al final del apagón.

(Tomado de Invasor)

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