Transcripción del programa Cuadrando la Caja, 12 de octubre de 2025
Arleen Rodríguez Derivet: Hola, un saludo a todos los que a esta hora están en sintonía Cuadrando la Caja. En esta emisión, hemos querido insistir o dar continuidad al programa anterior con dos invitados que nos pueden acercar a la realidad del tema, pero desde el mundo empresarial ¿Recuerdan que hablamos de mipymes, de empresas estatales, de empresas no estatales? Hoy tenemos con nosotros a dos invitados especiales que nos van a acercar al comportamiento de la productividad, los salarios y los precios desde la perspectiva de la empresa. Están conmigo el máster en Ciencias Rodolfo Antonio Parras Rojas, director de capital humano de una de las empresas más exitosas de la economía cubana, el grupo empresarial BioCubaFarma, y Alejandro Palmarola, presidente de La Quinta SURL, la conocida Quinta de los Molinos, un mediana empresa perteneciente a la Oficina del Historiador de La Habana.
Voy a empezar contigo, Palmarola, porque hablamos la pasada semana de por qué todo el mundo quiere estar en una mipyme. ¿Popularidad o resultados? ¿Da resultado pasar de estructuras más amplias y rígidas a una micro, pequeña o mediana empresa?, ¿se le permite a la mipyme lo que no se le permite a la otra empresa?
Alejandro Palmarola Bejerano: Tiene sus matices. Realmente, todo depende de cuánto pueda influir el socio sobre las decisiones dentro de la pyme.
Formalmente, no debería. Precisamente, estábamos hablando lo que implica una sociedad unipersonal de responsabilidad limitada, SURL. Quiere decir que las responsabilidades de esa empresa pequeña que surge son de ella, de la empresa, del administrador de esa empresa y de su equipo de dirección. El dueño no es responsable ni por su capital ni por su presupuesto. Es decir, no es responsable de lo que suceda. Por lo tanto, si nos va bien, todo está bien; si nos va mal, el dueño no puede salvarnos.
Esa es una simplificación muy interesante. Yo no puedo pedir todos los meses a la Oficina del Historiador que me dé presupuesto para algo para lo que que no me alcanzó el dinero porque no fui eficiente. Eso de responsabilidad limitada te da, desde el primer día de la empresa, la presión de que si no facturas, no pagas salario.
Arleen Rodríguez Derivet: Y si no pagas salario, se te van.
Alejandro Palmarola Bejerano: Podríamos pensar que todas las empresas tendrían que tener esa misma responsabilidad. Hay empresas, siempre decimos, que tienen un componente social muy grande y a las que el Estado salva, para decirlo de alguna manera, económicamente, cuando están en pérdida, porque al Estado le interesa que haya ciertos servicios. Y con presupuesto puedes salvarte, con fondos. En el caso de la responsabilidad limitada, la responsabilidad es tuya y solo tuya.
Puede ser exitosa o no, depende de cuán creativo, eficiente sea el equipo de trabajo. Nos han venido a ver varias veces para buscar el ejemplo de la Quinta y crear nuevas pymes. Y la idea es si tu socio te va a dejar liberar las fuerzas productivas, lo que hemos hecho un montón de veces.
Las pymes, por definición, no están subordinadas a una OSDE; tienen un dueño, una junta general de socios y un consejo de administración. Los administradores administran y los socios toman decisiones trascendentales de la empresa y se reúnen para saber cómo están los números, pero no para saber a quién contratamos, a quién no contratamos, qué negocio cerramos, qué negocio no cerramos. Eso es libertad para esa empresa, para el consejo de la administración. Siempre digo que, formalmente, la junta general de socios puede quitarme a mí, el presidente del consejo de administración. Si lo hago bien, regular o mal, decide cómo evaluarnos a mí, a mi equipo de trabajo, pero de mí para abajo decidimos nosotros, como empresa. A unas pymes estatales les ha ido mejor que a otras. Hay socios que son más intrusos, vamos a decirlo, en las decisiones que se toman dentro de la pyme; hay otros que sí dejan crear más rápido. Pienso que es un buen esquema para liberar a un pequeño equipo creativo al que, por sí solo o dentro de una empresa que no es rentable, le está yendo mal. Ves que ese pequeño equipo tiene capacidad de crecer, de generar negocios, de generar ingresos, y que por sí solo pudiera ser rentable, pero como está insertado dentro de una empresa de 800 personas, sus miembros están ganando poco salario, no están motivados… Entonces, aíslas ese pequeño equipo, creas una pyme y lo dejas correr. Eso es lo más importante, que los dejen correr. Funciona unos; otros, no.
Arleen Rodríguez Derivet: Ahí queda más claro que nunca que sí hay una relación estrecha entre productividad, salario y precio, porque en la medida en que no obtengas ganancia, terminas enterrando la pyme.
Alejandro Palmarola Bejerano: Diría productividad, motivación, precio. La motivación puede ser o no el salario, y hasta un punto sí es el salario, pero llega un punto para crecer en el que hay otras formas de motivar a las personas, de incentivar la productividad, que no es solamente pagar más. Yo no estoy de acuerdo con monetizar cada resultado.
Arleen Rodríguez Derivet: De eso vamos a hablar más adelante, porque ahora quiero ir a Parra, que tiene la experiencia desde un grupo empresarial que agrupa a varias empresas. Ustedes tienen dentro de BioCubaFarma lo mismo grandes empresas, que pequeñas y medianas empresas.
M. C. Rodolfo Antonio Parra Rojas: Sí. Nosotros, por ejemplo, contamos con una empresa como Encomed, comercializadora de medicamentos, que es nacional, que se extiende a todas las provincias, con más de 2 000 trabajadores. Y tenemos empresas como el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), con 1 000 trabajadores, que por el volumen de sus exportaciones y producción categorizan perfectamente como empresas. Tenemos empresas más pequeñas y tenemos mipymes que también son estatales, creadas recientemente y que están armónicamente insertadas dentro del grupo. Eso nos da una visión bastante general de cómo deben funcionar las empresas.
Arleen Rodríguez Derivet: ¿Es mejor la estructura de mipymes que la estructura grande?
M. C. Rodolfo Antonio Parra Rojas: No creo que exactamente haya estructuras mejores o peores. Tienen que haber estructuras que se adapten mejor a las características de los procesos, que hagan más competitiva a la empresa. Y es importante cómo se integran. La naturaleza del proceso a veces te obliga a que sea una gran empresa con partes conectadas entre sí y hay ocasiones en que, como el ejemplo que ponía Palmarola, es mejor aislar y crear una célula que sea muy rápida, muy eficiente. La empresa tiene que ser un traje a la medida de las necesidades de la empresa; incluyendo los conceptos, porque es vital la rapidez con que la empresa sea capaz de reaccionar ante las necesidades del cliente y las características del entorno. Puede ser que una gran empresa en número de trabajadores sea una empresa muy ágil. Es como esos grandes boxeadores que lucían enormes, de más de 1.80 m de estatura, pero eran muy livianos; Teófilo Stevenson, por ejemplo, ¿cómo lograba tener esa capacidad de reacción?, precisamente por la velocidad. Creo que ahí estriba un poco la necesidad de que la estructura empresarial cubana se adapte cada vez más a las necesidades del entorno y de la economía del país, que no sea el resultado de una imposición cuando dicen: “Tiene que crearse de esta manera”, porque a alguien se le ocurre. Tiene que tener la capacidad de ser adaptable a las necesidades, incluyendo la necesidad de cambio. A lo mejor la empresa se crea en un momento determinado, muy bien ajustada a las necesidades, pero hay que cambiarla y hay que estarla cambiando, y lo que no podemos esperar a que pasen 10 años para cambiar. Creo que hay que cambiar.
Arleen Rodríguez Derivet: BioCubaFarma es un grupo. Eso puede ser una ventaja. Entendí o sobreentendí en la explicación que, como hay partes interconectadas y complementarias dentro del grupo, hay cosas que no tengo que salir del grupo para resolverlas.
M. C. Rodolfo Antonio Parra Rojas: Exactamente.
Arleen Rodríguez Derivet: Ustedes tienen empresas que tributan a otras, dentro del propio grupo BioCubaFarma.
M. C. Rodolfo Antonio Parra Rojas: Exacto. El grupo es más que el concepto de OSDE. Muchas veces se ve a la OSDE como un mecanismo que se dedica al simple control y nosotros vemos que el grupo tiene que ser mucho más que eso, tiene que aprovechar las sinergias de una organización que la haga fuerte, porque se unen e interactúan las partes, pero con la libertad y la independencia con que se les permite actuar, con ajuste a las necesidades. Por ahí anda el sentido de la organización. Por ejemplo, las vacunas han sido un caso típico: si cada empresa por separado hubiera intentado desarrollar las vacunas, no se hubiera podido lograr. Eso para nosotros es categórico. La capacidad de trabajar en equipo, de cooperar, ha sido vital. Y como este, hay diariamente otros ejemplos de cómo esa capacidad hace fuerte al grupo.
Arleen Rodríguez Derivet: La existencia de grupos empresariales es una dinámica mundial, no la inventó Cuba.
M. C. Rodolfo Antonio Parra Rojas: Si uno se acerca al estudio de cómo surgieron las grandes empresas, se ve que en parte surgieron por la necesidad de las pequeñas empresas de irse uniendo. A otras las fueron absorbiendo. Hay una dinámica bastante compleja y rica en su esencia: la necesidad de unirse o la posibilidad de ser absorbida al final refleja cómo ese proceso no es un proceso administrativo; es un proceso que está en función de las necesidades del mercado, de la imposibilidad de imponerse. En el caso de BioCubaFarma, surgió de una visión, a nuestro juicio, certera, porque existía el polo científico que tenía toda una trayectoria, había alcanzado un nivel importante.
Arleen Rodríguez Derivet: Era una creación de Fidel.
M. C. Rodolfo Antonio Parra Rojas: Una creación del Comandante en Jefe. Y estaba el grupo de la industria farmacéutica, que estaba unido al grupo Quimefa y se fusionaron con culturas empresariales distintas. Fue una fortaleza poder fusionar esa cultura. Hoy, tras más de 12 años de creado, a mi juicio, al juicio de muchas personas, y está documentado, es innegable que ha sido positiva esa creación y nos ha posibilitado enfrentar los retos que han ido apareciendo en el camino.
Arleen Rodríguez Derivet: Cuando todo el mundo dice voy para la mipyme, agrega que es por el salario que paga. ¿Es determinante el salario para que la gente vaya a tu empresa? Estoy hablando de la Quinta de los Molinos.
Alejandro Palmarola Bejerano: Es determinante para enrolar a personas dentro del proyecto, que entren el principio, cuando todavía no están motivados con lo que hace la empresa. Las personas preguntan “¿cuánto voy a ganar?”. Es importante eso que puedes ofrecer de inicio. Yo siempre digo que los salarios no son los que quisiéramos pagar, pero son los que hoy la empresa puede pagar. Lo que va a subir de ahí en adelante es lo que entre todos podamos hacer. Por eso, digo que en nuestra empresa jugamos con las fichas que tenemos en la mano. Un poquito mejor salario que la empresa socialista. Hoy un cargo de jardinero en una empresa socialista gana 2 000 y tantos pesos. Es un salario irrisorio, no alcanza para nada. Nosotros estamos pagando casi tres veces…
Arleen Rodríguez Derivet: Está por debajo de la pensión de jubilación.
Alejandro Palmarola Bejerano: … Un jardinero en la Quinta de los Molino gana hoy tres veces eso, 6 000 y tantos pesos. ¿Es mucho? No. Paga menos que una pyme privada también. ¿Cómo jugamos con eso? Jugamos con otro tipo de motivaciones, y yo siempre digo que la motivación no puede ser el diploma y el gladiolo con celofán, tiene que haber otro tipo de motivaciones. Son motivaciones de hacer, de sentido; hay personas que están muy motivadas por hacer cosas diferentes.
Arleen Rodríguez Derivet: Y también el diploma.
Alejandro Palmarola Bejerano: Claro, y el diploma, pero tenemos que ser creativos buscando otro tipo de motivaciones. A las personas les gusta hacer cosas interesantes, involucrarse en proyectos que son creativos…
Arleen Rodríguez Derivet: Innovadores.
Alejandro Palmarola Bejerano: … Innovadores, creativos, diferentes. Está el ejemplo de que no hay que ser una pyme para hacer cosas nuevas. Ahí está Conex, la empresa de eventos del grupo Palco, el festival que acaban de hacer con un montón de emprendedores, que los lanzaron de cero en Palco.
Arleen Rodríguez Derivet: Tengo la estructura del edificio, que vengan.
Alejandro Palmarola Bejerano: Que vengan y vamos a amarlo. Y un montón de gente se montó en ese carro y salió bien, un festival que se armó literalmente en 15 días. Eso nos demuestra que hay creatividad, que hay que ser diferente, que hay deseos de hacer y no tiene por qué ser solo una pyme. Es una gran empresa que decidió juntar esfuerzos y hacerlo de una forma diferente.
Arleen Rodríguez Derivet: Ponías el ejemplo del jardinero. No le quito importancia al jardinero de la Quinta de los Molinos, porque cualquiera no es jardinero. Yo no sabría tener un jardín que funcione.
Alejandro Palmarola Bejerano: Es una labor altamente calificada.
Arleen Rodríguez Derivet: Pero es una fuerza altamente calificada que es costoso capacitar, que ha sido absorbida por el exterior, porque es una fuerza extraordinaria y la migración tecnológica o de personal calificado ha sido tremenda. ¿Cómo estimular cuando se tiene una gran empresa? ¿En el caso de BioCubaFarma, ¿el salario es determinante? ¿Cuán determinante es?
M. C. Rodolfo Antonio Parra Rojas: Nosotros tenemos que partir de que el salario, y decimos salario y, en las condiciones nuestras, debemos hablar de ingresos. Porque en las empresas estatales existe también la distribución de utilidades, que no es exactamente salario, pero es un componente importante. A nosotros nos gusta, cuando medimos los datos, medir el concepto de ingreso, salario medio e ingreso medio. La vida, que es más rica que cualquier teoría, nos está demostrando que, como tendencia, en la medida en que las empresas empiezan a decrecer en sus ingresos, empieza a aparecer la fluctuación laboral. En los últimos tiempos, en el contexto del país, este fenómeno se hace mucho más marcado en determinadas situaciones.
Los mismos datos nos muestran que hay entidades que salen de la serie, y esas entidades que salen de la serie también nos demuestran que hay otras acciones, que buscan otras motivaciones, otros elementos. Hoy en el mundo se habla mucho del salario emocional.
Arleen Rodríguez Derivet: ¿Qué es el salario emocional?
M. C. Rodolfo Antonio Parra Rojas: Yo diría que es prácticamente lo mismo que cuando el Comandante en Jefe hablaba siempre de la atención al hombre, de la atención individual, de cómo una persona por un gesto podía dar la vida y cómo ese sentido de la responsabilidad, de sentirse comprometido, también es importante. Nosotros en BioCubaFarma tenemos el proyecto De Vida, que apunta a un sistema de atención integral, donde los jóvenes vean en las empresas la posibilidad de hacer su proyecto de vida dentro de la organización.
En el contexto actual hemos entendido algunas cosas. Creo que hay un fenómeno, no solamente exclusivo de Cuba, de que las personas no están toda la vida en las empresas, y hemos dicho: “Bueno, a lo mejor lo que necesitamos es una mirada diferente”. Y en eso estamos pensando. Por ejemplo, en el proyecto de becas doctorales, vamos a tratar de motivar a que los jóvenes alcancen una categoría doctoral en un proyecto de investigación, tomando incluso en cuenta la posibilidad de que cuando concluya la investigación quieran irse. En esa hipótesis hemos dado la posibilidad de que él se quiera ir por un sentido de su proyecto de vida, pero no renunciamos a que él lo vea en su integralidad. Es cierto que no siempre las condiciones materiales nos permiten lograrlo, pero hay muchas cosas que se pueden lograr sin esos grandes recursos materiales. Y ahí es donde nos enfocamos.
Arleen Rodríguez Derivet: El capital humano es el gran capital de ustedes, digo yo. Es decir, ustedes tienen más capital humano que capital financiero.
M. C. Rodolfo Antonio Parra Rojas: Exactamente.
Arleen Rodríguez Derivet: Normalmente, son las grandes universidades europeas, norteamericanas o de otros lugares de gran desarrollo las que van atrayendo mediante doctorados o maestrías, y el profesional termina convirtiéndose en un emigrado y el centro de donde salió pierde fuerza de trabajo calificada. ¿No hay fórmulas para sostener a esa fuerza de trabajo que no sean el salario, como ese salario emocional? Digo yo, a ver, estoy comprometido con mi país y quiero ayudar incluso desde aquí. ¿Hay ese tipo de alianza?
M. C. Rodolfo Antonio Parra Rojas: Sí, cómo no. Para mí, sin duda alguna, eso está presente. Yo diría que en el entorno nuestro, no solamente del país, en el propio BioCubaFarma, puede haber lugares donde se pague mucho mejor. Es una realidad que muchas de esas personas permanecen con nosotros porque aman lo que hacen, se sienten comprometidas, ven un sentido en esa tarea y en eso nosotros tratamos siempre de incidir. Ahora, si nos enfocamos desde ese punto de vista y no buscamos fórmulas, porque, como decía Palmarola, tienes que alcanzar un nivel de salario para que la persona pueda vivir con una estabilidad. Esa es una gran preocupación nuestra. Él mencionaba una cuestión que es importante, que es aplicable a una mipyme y también a una gran empresa: podemos pagar el salario que la economía de la empresa sea capaz de generar.
Arleen Rodríguez Derivet: Y ahí voy. Porque BioCubaFarma no solo tiene grandes científicos, sino técnicos, obreros y operarios, y cuando no se produce, porque no hay materia prima o no hay electricidad, o fallan otras cosas, el salario se deprime, porque no hay utilidades. ¿Es así?
M. C. Rodolfo Antonio Parra Rojas: Es correcto.
Arleen Rodríguez Derivet: ¿Y qué pasa cuando eso sucede?
M. C. Rodolfo Antonio Parra Rojas: Lo primero es tratar por todos los medios de que no nos pase, algo muy difícil, porque están el problema energético, el transporte obrero… El mismo financiamiento para adquirir las materias primas, que dificulta esto de lo que hablamos.
Arleen Rodríguez Derivet: El crecimiento.
M. C. Rodolfo Antonio Parra Rojas: Exactamente. El bloqueo. Nosotros también lo vemos ahí, como una fuerza, y lo que nos decimos es que tenemos que buscar todas las fórmulas posibles para evitar esta situación. Estamos buscando, y esto es una cosa relativamente nueva, le hemos llamado gestión de capital humano con alcance corporativo. Porque si uno ve la concepción de las OSDE, tal y como está en la norma legal del Decreto Ley 34, se ve que que cada empresa tiene su sistema de gestión de capital humano, pero nosotros vemos la necesidad de que haya una manera en que una empresa y otras se ayuden, se complementen, no solamente desde el punto de vista, digamos, productivo, sino de cómo utilizar el personal. Por ejemplo, la figura del pluriempleo. Hemos dicho, bueno, “vamos a favorecer que unos trabajadores se pluriempleen cuando hay una baja carga de trabajo en una empresa, que se puedan reubicar en otra”, utilizando fórmulas que no son exactamente las tradicionales, sino otras fórmulas que existen y que podemos aplicar a partir de que tenemos la libertad.
Arleen Rodríguez Derivet: Ya existe esa libertad.
M. C. Rodolfo Antonio Parra Rojas: Yo diría que se se ha ido incrementando, porque nosotros aplicamos el Decreto 53, la primera norma que en el año 2021 se aprobó para que las empresas flexibilizaran su sistema salarial. Después, se perfeccionó con el Decreto 87. Esas normas han dado una flexibilidad que nos ha ayudado a tomar este tipo de medidas. ¿Es suficiente?, creemos que todavía debemos avanzar más y tratamos por todos los medios de buscar. Hay otras fórmulas; por ejemplo, cómo podemos ayudar a los trabajadores si se les puede vender un módulo de alimentación. Eso es algo que está y ayuda. O cómo se puede ayudar desde las utilidades del financiamiento, de las atenciones personales. Estamos por ahí buscando todas las fórmulas, las que contribuyan a ayudar.
Arleen Rodríguez Derivet: Palmarola, Parra hablaba también de que cuando hay producción, hay utilidades y buenos salarios; si baja la producción, baja lo demás. ¿Ustedes son de servicio o también son productivos?
Alejandro Palmarola Bejerano: Nosotros tenemos producción, pero los mayores ingresos son por servicios.
Arleen Rodríguez Derivet: ¿Qué hace la Quinta de los Molinos para mantener sus ingresos y poder pagar bien a sus trabajadores?
Alejandro Palmarola Bejerano: Igual que el esquema empresarial. Siempre digo que hay que entender. Las mipymes estatales parecen algo muy diferente a la empresa socialista, pero es una empresa estatal, socialista, pequeña.
Arleen Rodríguez Derivet: ¿Se redimensionó?
Alejandro Palmarola Bejerano: En tamaño única y exclusivamente, y en ciertas libertades que hoy, además, se han dado a la empresa para hacerlo también a la grande. Cada vez que me preguntan “¿qué tú puedes hacer como pyme que no puede hacer una empresa estatal socialista?”, no creo que ahora mismo tenga nada, salvo una cosa muy importante: el reajuste de la plantilla, que lo hago con cuatro personas sentados en un buró. Aprobamos la resolución y cambiamos la plantilla mañana, porque tenemos, por ejemplo, más necesidad de jardineros o de gestores de eventos, que es de las cosas que más hacemos.
Arleen Rodríguez Derivet: ¿Lo puedes hacer?
Alejandro Palmarola Bejerano: Lo podemos hacer, hay un proceso de aprobación de cambio en la plantilla. Es la única diferencia que he logrado encontrar entre una empresa y la otra en su gestión. El único impedimento para aprobar un cambio en la plantilla en la estructura de una empresa que pertenece a una OSDE, es que hay un procedimiento para aprobarlo. Nosotros como pyme lo aprobamos de un plumazo, tomando una decisión entre cuatro personas. Eso no quiere decir que no se haga seriamente, con responsabilidad y argumentos, tomando elementos y toda la historia. Pero a nosotros, de un día para otro, nos surgen más clientes de jardinería que de gestión de eventos y nosotros empezamos a contratar más jardineros y vamos cambiando plantillas en función de la necesidad y el contexto. Eso en una empresa grande es mucho más complicado de hacer.
Arleen Rodríguez Derivet: Pero esa persona encargada de eventos, ¿la dejas sin trabajo?
Alejandro Palmarola Bejerano: No, lo que pasa es que yo puedo tener, por ejemplo, plazas libres. Primero que todo, somos una empresa estatal y somos socialistas.
Arleen Rodríguez Derivet: ¿Protegen al trabajador?
Alejandro Palmarola Bejerano: Estamos protegiendo al trabajador. Un ejemplo: tenemos plazas libres de gestión de eventos, pero hacen falta más jardineros; entonces, cambiamos y contratamos más jardineros. Cambiamos plantillas en función de las necesidades de la empresa. Si tenemos más contratos de un lado, de una línea de negocios que de otra, nos es mucho más fácil cambiar la plantilla. Es decir, hay flexibilidad. También, por ejemplo, un trabajador en un puesto que genera diferentes ingresos, porque está vinculado a menos contratos, a menos proyectos, no gana lo mismo que un colega vinculado a más. Es decir: dos jardineros y hay uno que quiere trabajar más y se vincula a más proyectos con más clientes, y puede ganar más.
Arleen Rodríguez Derivet: ¿Aunque estén igualmente calificados?
Alejandro Palmarola Bejerano: Aunque estén igualmente calificados y aparezcan en la plantilla en la misma categoría, pero no van a ganar lo mismo. Eso permite estimular y potenciar a un trabajador que se está comiendo el mundo con relación a otro que quiere estar estable con su salario.
Arleen Rodríguez Derivet: ¿Cuándo tú sabes que tu SURL puede fracasar por no tener ingreso, te inspira subir los precios para resolver el asunto? ¿Subir precios es un camino?
Alejandro Palmarola Bejerano: No es el camino. En la Quinta de los Molinos, hemos subido algunos precios en función de que a nosotros nos ha subido el precio de los suministros, nos ha subido el precio de servicios complementarios asociados. Pero no estamos subiendo precios per se. Nosotros hemos protegido el servicio público de visitar la Quinta de los Molinos, que es un monumento nacional que tiene que visitar todo el mundo. Por lo tanto, todas las escuelas que visitan la Quinta de los Molinos lo hace gratis. Así era cuando éramos presupuestados y así es ahora también.
Arleen Rodríguez Derivet: ¿Para las fiestas, para las actividades?
Alejandro Palmarola Bejerano: No, no, no. Eso es el día a día, visitar el museo…
Arleen Rodríguez Derivet: Para la escuela sí es libre.
Alejandro Palmarola Bejerano: Para la escuela es libre. Eso no cuesta. Y el precio de la entrada para visitar el museo de Máximo Gómez nunca subió. Nosotros generamos otros productos con otros precios para compensar. Estamos generando otros productos que antes no se hacían. Y la idea fue no subir el precio de lo que hacía la quinta, sino generar otras cosas. Celebramos eventos nocturnos, empezamos a hacer bodas, cumpleaños, a gestionar eventos de salón, a cambiar el precio de los salones.
El precio de los salones cambia en función de muchos factores de la gastronomía, los gastos que tiene, etc., pero visitar la Quinta de los Molinos, que es el precio, como le digo, el socialista, que cada niño pueda el fin de semana ir a conocer la historia de Máximo Gómez, ese no se tocó y nunca se ha tocado.
Arleen Rodríguez Derivet: Me parece muy bien. Por ahí nos espera el Gurú de Jatibónico. Vamos a ver qué dice y si nos ayuda a cerrar con un consenso este Cuadrando la Caja.
El Gurú de Jatibonico:
La economía es un predio
donde todo se encadena:
si un elemento se frena
frenas otro sin remedio.
Para que el salario medio
no pierda velocidad,
y sea su agilidad
bendición para el bolsillo,
hay que limpiar bien el trillo
de la productividad.
Arleen Rodríguez Derivet: Creo que nadie está en desacuerdo, que la productividad es clave también para que esto ocurra. Hablaba Palmarola de la suerte o las libertades que tiene una pyme con respecto a la empresa estatal y decía “conozco una sola”, que es la manera en que pueden mover plantillas. Pero todavía hay que limpiar mucho trillo para que aumente la productividad y aumenten también los ingresos y, con ello, el salario para enfrentar los procesos que vive nuestra sociedad. ¿Qué recomendaría, Parra? ¿Qué experiencia les aporta a ustedes la práctica de entidades como el grupo BioCubaFarma? Hace un rato mencionaba una práctica importante, la posibilidad de que la fuerza laboral se mueva de una empresa del grupo a otra de acuerdo con la necesidad.
M. C. Rodolfo Antonio Parra Rojas: Sí, exacto. En el Cuadrando la Caja, en el que estuvieron Sarmiento y Carlos, ellos hablaron, por ejemplo, de un factor que es importante para nosotros: como grupo, es clave exportar y en la exportación es cierto que la actual tasa de cambio no ayuda o estimula la exportación, que, de por sí, es un proceso complejo, porque es una actividad en la que estás enfrentándote a un mercado que no es un mercado cautivo, un mercado que es muy competitivo y eso requiere de personas muy competentes, pero, además, requiere de un entorno que también ayude desde el punto de vista financiero, desde el punto de vista de los salarios, de los ingresos. Yo creo que esa es una cuestión identificada entre las distorsiones y uno tiene la seguridad de que va a encontrarse solución, tal y como se ha anunciado.
Arleen Rodríguez Derivet: Ese gran nudo gordiano de la economía cubana.
M. C. Rodolfo Antonio Parra Rojas: Ese es uno de ellos. Nosotros, por ejemplo, en el caso de BiocubaFarma, que tenemos ocho empresas de alta tecnología, decimos que es importante que sea una empresa −no es que sea ni mejor ni peor− que tiene particularidades y como tal debe tener un tratamiento. Por ejemplo, en las empresas de alta tecnología es un absurdo pensar que la productividad va a seguir una línea recta que va a crecer todos los meses. Tiene ciclos de producción muy abiertos, un elevado nivel de riesgo.
Lamentablemente, no siempre se ha entendido de esa manera; inclusive, yo creo que no solamente ocurre en la empresa de alta tecnología; en cualquier sistema empresarial hay vaivenes. Pensar que va a tener siempre un crecimiento lineal es solamente de teoría.
Arleen Rodríguez Derivet: Es una utopía.
M. C. Rodolfo Antonio Parra Rojas: Exactamente. Y cuando eso tiene señales en los ingresos de los trabajadores, es contraproducente. Lo otro es que, como norma, partimos de que nada es imposible y cuando hay un problema tratamos de buscarle solución desde la innovación, desde todas las aristas posibles para encontrar una solución diferente. Si es la entidad reguladora, que te inspecciona, que te controla y no tiene esa visión, pues bueno, ahí tendremos un problema que se traduce en parálisis para tomar decisiones. Y en estos tiempos, bueno, en todos los tiempos, el factor tiempo es clave. O sea, a veces demorar 15 días una decisión puede ser fatal en economía. Hoy, por ejemplo, cuando el mundo se mueve utilizando, digamos, la inteligencia artificial, que es algo objetivo que está presente y que nos puede sacar de competitividad, los tiempos tienen que ser muy rápidos en todo el proceso de toma de decisiones. Y junto a la tecnología deben ir el diseño organizacional, la innovación organizacional. A eso nosotros le damos mucha fuerza. En BioCubaFarma, por ejemplo, hay una convocatoria de proyectos de investigación y una de las líneas es que precisamente se presenten proyectos donde se genere una nueva molécula, pero también proyectos de cómo pensar que esa molécula se pueda convertir en un producto competitivo, un producto que sea realizado eficazmente, con eficiencia, visto integralmente. Ahí entran a jugar los aspectos que tienen que ver con la gestión de capital humano, entre ellos el salario y los ingresos.
Arleen Rodríguez Derivet: Palmarola hablaba de alianzas o, de alguna manera, lo sugería cuando habló de la solución de Palco en el verano, con esta integración. ¿Ustedes también? Es decir, ¿cómo están en eso que el presidente siempre llama la necesidad de encadenarse a otros sectores? A ustedes les hará menos falta, porque son un grupo empresarial, pero sin dudas también lo necesitan.
M. C. Rodolfo Antonio Parra Rojas: Sin duda alguna, crear redes es vital para nosotros. La realidad nos está demostrando que nos estamos encadenando con muchas mipymes. Por ejemplo, en los servicios de ingeniería, de automática; la parte automotriz ha sido muy eficiente, la parte de informática. Ahí, por ejemplo, Raúl de la Nuez Morales, director de la Empresa de Tecnologías de la Información, ETI, está trabajando un proyecto con dos empresas, una de ellas una mipyme, para un RP.
Arleen Rodríguez Derivet: ¿Qué es un RP?
M. C. Rodolfo Antonio Parra Rojas: Un sistema de gestión empresarial, de informatización, que agrupe en un solo sistema todo los procesos desde el punto de vista informático. Siempre hemos soñado con tener ese RP, porque nosotros tenemos sistemas de contables, sistema de mantenimiento, sistema de gestión de capital humano, pero no están integrados. Aspiramos a tener un RP, uno cubano, que podamos desarrollar. Y eso se logra con la integración. La integración con las universidades es clave, para nosotros eso es vital, como también estimular desde nuestra industria a los profesores en las universidades o a los equipos que participan en los ensayos clínicos.
Arleen Rodríguez Derivet: Y captarlos desde que nacen, como se dice.
M. C. Rodolfo Antonio Parra Rojas: Exactamente. Tenemos el gran reto de tener un área en nuestro palacio de pioneros. Pero, ¿cuál es la visión? No es tener el área por tener el área, sino entender que debemos lograr gestionar ese talento, a esas personas con una vocación, con una voluntad de investigar desde que están en la primaria; seguirles en la secundaria, en la universidad.
Arleen Rodríguez Derivet: Ni que decir en la Lenin, que para eso creamos institutos de ciencias exactas. En el caso tuyo, Palmarola, me gusta que pongas el ejemplo de otros también, con el festival, ¿por qué no? Si estaba cerrado y desperdiciándose un lugar que no sea solo para una feria de La Habana, que se abra. ¿Por qué no se hace más?
Alejandro Palmarola Bejerano: Hay un mito, una nebulosa detrás de las pymes que tenemos que combatir. El presidente siempre habla del tema; incluso, hasta a las pymes estatales les ha llegado el ramalazo, el golpe de la mala influencia.
Arleen Rodríguez Derivet: Del prejuicio.
Alejandro Palmarola Bejerano: El prejuicio contra las pymes. Y yo siempre digo: es una empresa pequeña, no es otra cosa. No le pongamos nombre, no es un fantasma. Son personas que están tratando de echar para adelante, que están aquí y eso es muy importante. Muchos de ellos, privados y estatales, podrían estar haciendo su empresa con un poquitico de capital en México, en Panamá, en cualquier otro lugar. Pero lo están haciendo aquí. Creo que eso hay que rescatarlo. Es capital humano que tenemos aquí que está echando para adelante y que está enfocándose. Hay un montón de ejemplos: la misma biotecnología, que lo vemos siempre como un gran sector y presentamos a BioCubaFarma, pero tiene encadenamientos con empresas como EMSI FARMA, una pyme privada, que ayuda a romper el bloqueo, a traer la pieza pequeñita esa que hace falta para echar a andar una vacuna que tenemos parada y que a lo mejor a BioCubaFarma, como empresa grande, se le dificulta conseguir. Hay que rescatar un poco esos ejemplos positivos, de lo que son las pymes hoy y las que están rompiendo el bloqueo, las barreras que nos están afectando.
Arleen Rodríguez Derivet: Incluso, a esos mismos emigrados que salieron de aquí a servir a otros.
Alejandro Palmarola Bejerano: El momento de la covid fue fundamental. Yo vengo del mundo de la biología, los conozco muy bien y conozco muy bien el CIGB, aunque hace dos años me dedico a firmar nóminas, como digo yo. Pero de la gente del CIGB no hubo un solo emigrado al que se le pidiera un favor en un laboratorio en donde fuera, para hacer algo que tuviera que ver con las vacunas cubanas, que no dijera que sí. Todos los biólogos cubanos que salieron, los bioquímicos que estaban fuera, apoyaron las vacunas cubanas como si fueran suyas. Vienen de esa escuela, conocían a los profesores. Eso es importante también.
Arleen Rodríguez Derivet: Eso es otro horizonte por explorar y por explotar. Porque también hay otros que te han dicho: “No, yo me ofrecí, pero me dicen que no, porque ya yo me fui, me aparté de la institución”. Creo que hay que empezar a mirar de otra manera. El hecho de que el país, de que el Gobierno haya apostado por la ciencia y la técnica… Porque creo que lo único que nos sobra, además de sol y mar, como decíamos ahorita, es el talento que tiene el cubano para salir adelante.
Si ustedes quisieran hacer una última observación antes de despedirnos por hoy, llegar a un consenso, dejar alguna sugerencia que creen que es capital a la hora de analizar cómo debe funcionar esa relación productividad-salario-precio, que ayude a corregir ese mundo que nos espera fuera con los altos precios.
M. C. Rodolfo Antonio Parra Rojas: Creo que dentro de las enseñanzas está la necesidad de seguir dando facultades a las empresas, unidas a la responsabilidad. Facultades y responsabilidad unidas, no tener miedo a que tomen decisiones. A la larga, estoy convencido de que se van a tomar las decisiones correctas. Hay un entorno legislativo que ayuda. La participación de los trabajadores, el orden, todo puede estar alineado para que se tomen decisiones correctas. Que pueda haber errores, eso es parte de la vida; que haya otros problemas asociados a la conducta de las personas, ese es un riesgo que hay que correr y que hay que neutralizar. Para eso existen métodos, pero hay que dar al empresario la capacidad de tomar decisiones, de arriesgar, de que se motive, que involucre a los trabajadores y que los trabajadores vean que lo que es bueno para el Estado es bueno para la empresa y es bueno para ellos. Si logramos ese alineamiento desde el punto de vista de la productividad, incidirá en los ingresos y los precios, porque los precios van a ser, entre otras cosas, una consecuencia de la eficacia, de esos dos elementos.
Arleen Rodríguez Derivet: Porque hay mucha gente que dice, sí, sí, esta empresa se ha hecho rica a costa del precio. Es uno de los mitos con las mipymes. Pero también no es menos cierto que asustan los precios y que también se hace caja con las necesidades de la gente. ¿Tú qué recomendarías?
Alejandro Palmarola Bejerano: Es importante, ya estábamos hablando de eso, dar libertades.
Arleen Rodríguez Derivet: A veces se habla de liberar fuerzas productivas, pero es como una cosa que lo engloba todo y yo pregunto: ¿a qué hacen referencia? ¿Cómo lo ves tú cuando lo mencionas?
Alejandro Palmarola Bejerano: A ver, es pedir perdón y no pedir permiso. Eusebio siempre decía eso. Es mejor pedir perdón que pedir permiso. Hoy, dentro del marco legal, como decía el profe, es factible hacer cosas nuevas, romper esquemas y batallar por esa resolución que nos impide hacer algo. Cada vez que a mí me dicen “no, porque hay una resolución que te impide hacer esto”, yo digo, “dámela, dame el número” y voy para arriba de quien sea a tratar de ver por qué no la podemos quitar y que me expliquen por qué está ahí. Hay muchas que se han quitado en este proceso, hay quienes estamos detrás de la resolución que nos está impidiendo hacer cosas. Eso es lo que hace falta, mucha gente que esté peleando la batalla de echar para adelante y romper.
Arleen Rodríguez Derivet: ¿Sabes que yo pienso muchas veces así? Cada vez que me mencionan una ley y digo “¿qué dice?” o una resolución que te impide, y digo “llámamela, búscamela”. Porque lo otro es el desconocimiento: mucha gente que te menciona una resolución y ni siquiera sabe si existe o no, porque mentirosos también tenemos.
Bueno, muchísimas gracias a los dos por ayudarme a llevar con luz un tema del que soy neófita. Lo dije desde el principio, soy prestada en Cuadrando la Caja. Yo espero que también los hayamos ayudado a ustedes a llegar a consenso junto con nosotros; si no, ya sabe, escriba y pida otro Cuadrando la Caja, porque esto no le cuadró. Yo espero que no, que esa no sea la realidad de esta semana. Ya tendrán de vuelta a Marxlenin Pérez la próxima semana. Yo les agradezco muchísimo la atención. Muy buenas tardes, noches, días según la hora en que usted esté viendo nuestro Cuadrando la Caja.
Transcripción: Yanet Muñoz Hernández y Anaylet Rodríguez Espinosa Gómez/ IDEAS Multimedios