“Si algo tiene destino asegurado en nuestra cooperativa son las producciones de vegetales, hortalizas y frutas”, asevera el campesino Enio Rojas Pérez, desde su finca en la localidad de Corcho, mientras cosecha mangos. Su confianza se basa en una ventaja logística tangible: la proximidad de la minindustria El Placer.
Desde su propiedad, Rojas Pérez señala la instalación, ubicada a escasos metros de su mangal, separada solo por una cerca.
“Casi a mano, a través de la cerca puedo pasar las cajas de mango y de otros cultivos”, explica. Para los miembros de la Cooperativa de Crédito y Servicios (CCS) Reinaldo Manning, en este municipio reconocido como puntal agropecuario de la provincia y sede de las actividades nacionales por el aniversario del Moncada, El Placer representa una salvaguarda fundamental para sus cosechas.
Esa misma tranquilidad la comparte Leydis Sánchez Rodríguez, directora del establecimiento.
En diálogo con la Agencia Cubana de Noticias, Sánchez Rodríguez enfatizó que el propósito central de la minindustria fue siempre garantizar un destino estable a las producciones de las fincas asociadas a la CCS Reinaldo Manning y otras cooperativas cercanas dentro del Consejo Popular Mamonal. «Al procesar varias producciones aquí nos permite multiplicar ofertas», acotó.
Destacó la intensidad del trabajo, especialmente durante las campañas clave como la del tomate. “Somos un emporio tomatero y las campañas son intensas, en el campo, pero también en la pequeña industria, porque el propósito de todos es asegurarles un destino a las cosechas”, aseveró.
Todo lo recolectado por los campesinos llega a El Placer, donde se realiza el beneficio para su comercialización en fresco y, crucialmente, se procesa para diversificar la oferta.
Sánchez Rodríguez detalló los principales destinos de los productos: las instalaciones turísticas de la provincia, en especial las ubicadas en los cayos del norte, los mercados agropecuarios estatales y otros puntos de venta destinados a la población y organismos estatales.
Actualmente, el foco está en la campaña del mango. “Hoy estamos enfrascados en la contienda del mango —agrega—, aprovechando toda la fruta posible, en mermeladas y jugos, encurtimos vegetales y hortalizas”.
La capacidad de almacenamiento y procesamiento es significativa. “Además, en almacén tenemos más de 350 toneladas de puré de tomate, que nos posibilita hacer jugos, néctares y envasar ambas producciones en dosis diferentes para asegurar una mejor comercialización y procesamos además el tamarindo para jugos”, comentó la directora.
Un aspecto vital es la accesibilidad para los productores. “Mientras haya cosecha en el campo la industria siempre está abierta, con la bondad de que los productores en un carretón con bueyes, coches con caballos y otros medios, sin dependencia de combustibles, acarrean sus cosechas, ya sea dos cajas o volúmenes mayores”.
Sánchez Rodríguez resaltó el impacto social positivo del centro, particularmente en la generación de empleo femenino en la comunidad. “En el colectivo hay 12 mujeres, la mayoría viven en el batey Lázaro López, tienen hogar, familia y aquí encontraron trabajo, ganan buen salario, son bien atendidas, son multioficios, pues lo mismo benefician, que están en la línea de procesamiento, de enlatado, en el etiquetado y en las labores necesarias”.
Gracias al empeño de estas trabajadoras, El Placer se ha ganado su nombre entre los campesinos de la zona. Pero su influencia va más allá, transformando la dinámica local.
Noel López Lorenzo, presidente de la CCS Reinaldo Manning, lo confirmó: “la minindustria le cambió la vida al batey Lázaro López”. Explicó el cambio de mentalidad: “Gracias a esa pequeña instalación industrial mejoró la mentalidad de los pobladores, porque hasta en los patios se siembra y cosecha porque ahora todo es importante y tiene destino asegurado”.
El futuro apunta a mayor crecimiento. Según López Lorenzo, entre las proyecciones inmediatas figura la instalación de una caldera de vapor de mayor capacidad en El Placer.
Esta mejora, sin dudas, ampliará el rango de posibilidades productivas de la minindustria, consolidando aún más su rol esencial en la economía agrícola local.
