Leche “recortada”: La culpa no es de la vaca (II y final)

¿Cómo llegó una provincia de 70 y 80 millones de litros de leche a estar produciendo menos de la mitad que cinco años atrás? Es esta una pregunta que muchos se hacen, ante la realidad que plantean los números.

El año pasado, entre hurto, sacrificio y muertes por otras razones, se perdieron las vacas equivalentes a las de un municipio. Si esa tendencia continúa, en 15 años aproximadamente no habrá ganadería en Camagüey, y mucho menos leche, por lo que este asunto lleva múltiples miradas. No hay nada especulativo detrás de esa afirmación. Solo en 2024, en Camagüey hubo 58 963 muertes por causas diversas, a las que se suman los 7 143 sacrificios ilegales de ganado mayor.

“Durante estos últimos años ha existido muy mal manejo de la masa. Una de las causas, por citar un ejemplo, es que muchos productores solicitaron tierras para ganado sin saber de ganadería. Por eso también hubo alza en las muertes de los animales, principalmente el año pasado”, dijo a Granma José Antonio Gil Pérez, jefe del Departamento de Ganadería de la Delegación Provincial de la Agricultura, quien también reconoció que, efectivamente, hay potencialidades no explotadas en el sistema de la Agricultura para potenciar la entrega de leche.

Para René Mola Valero, director de Acopio de Leche de la Empresa Láctea de Camagüey, quien, además, refiere tener raíces campesinas y saber de lo que habla, con un manejo mínimo del ganado se cumple el plan. “Se contrata nada más el 55 % de vacas en gestación y el 30 % de las novillas. De diez novillas te paren tres, y de diez vacas te paren seis; ya tienes las condiciones necesarias para cumplir el plan. Además de eso, la política de contratación establece que el campesino entrega a la industria el 87 % de la leche”, especificó.

Aunque existen cuestiones objetivas, que trataremos de esclarecer en estas líneas, hay otras que no tienen explicación, salvo el descontrol.

La masa ganadera ha sido muy golpeada, no solo por factores ambientales o carencia de recursos, sino por mal manejo. Foto: Rodolfo Blanco Cué.
La masa ganadera ha sido muy golpeada, no solo por factores ambientales o carencia de recursos, sino por mal manejo. Foto: Rodolfo Blanco Cué.

Menos vacas, menos leche, la matemática es exacta

Los datos ofrecidos por el Departamento de Ganadería de la Delegación Provincial de la Agricultura son como para preocuparse y ocuparse, porque sin vacas, más allá de los manejos y otras condiciones, no hay leche. El año 2024 cerró con una masa de 432 749 cabezas, con un decrecimiento de más de 66 000 animales.

Gil Pérez definió el crecimiento de la masa como prioridad para salvar la ganadería, aunque también esclareció que el primer cuatrimestre es malo para buscar ese objetivo, pues son meses muy secos. Sin embargo, lo cierto es que la masa sigue decreciendo, por ahora, en más de 4 300 cabezas. Aunque, como luz al final del túnel, hay que decir que el sistema de la Agricultura creció en marzo con respecto a febrero. “Obligatoriamente, hay que aumentar la natalidad. Un indicador que queremos llevar a más del 55%”, afirmó.

Para lograrlo, por esta fecha ya debían andar por el 15%, aunque hay municipios como Minas (7.4%), Santa Cruz (7.5%), Najasa (8.2%), Sierra de Cubitas (9.5%), Esmeralda (9.6%) y Jimaguayú (9.7%), que andan mal en ese indicador.

Otro dato alentador es que hoy la provincia tiene 1 178 sacrificios ilegales menos que el año anterior; pero todavía se contabilizan 1 600 hechos de este tipo.

Respecto a la inseminación artificial, trascendió que, en lo que va de año, ha tenido inestabilidad la llegada del nitrógeno a la provincia. “El transporte de inseminación también está en muy malas condiciones, por lo que muchos productores han optado por la monta directa, que no tiene los mismos niveles de eficiencia y tampoco resuelve el problema de la genética, porque los toros no tienen la calidad suficiente.

“Estamos buscando el financiamiento para montar una pequeña planta de nitrógeno en la sede de Inseminación Artificial, y poner nuevamente en funcionamiento este importante proceso para la ganadería camagüeyana”, agregó.

Una de las opiniones más reiteradas del recién revitalizado movimiento millonario –como parte de la estrategia para elevar la producción de leche en la provincia– es la poca disponibilidad de efectivo; y según el Jefe del Departamento de Ganadería de la Agricultura, “para tratar de solucionarlo se negocia con los bancos ponerle, al menos a las formas productivas de avanzada, un porciento del dinero en efectivo”.

En los últimos años, debido a la falta de disponibilidad de combustible, ha crecido también el número de productores que, por lejanía y muchas veces por acomodamiento, tienen la encomienda de hacer el llamado queso campesino. Al respecto, el directivo señaló que se revisa caso por caso, porque el objetivo es que Camagüey entregue el mayor porcentaje posible en leche fluida. Muestra de ello es que, en los últimos días, Florida inauguró un centro de frío que evita tener que convertir una buena cantidad en queso.

Para eso, Camagüey cuenta con una infraestructura que abarca 177 centros de enfriamiento y 44 puntos de entrega de leche fría. Sobre este tema, José Antonio Gil Pérez también señaló que actualmente en Camagüey, a la compleja situación energética se suman alrededor de 80 termos de enfriamiento rotos, el 15%, como promedio, debido a la no existencia de piezas de repuesto.

“Entre las principales roturas están los capacitores, que no los hay. Otros están ponchados y es muy difícil la soldadura especializada que llevan. Siempre van a existir productores a los cuales, por el camino en malas condiciones o por las distancias, no les resulta económicamente factible recogerles la leche fluida; pero esos son los menos”, aseguró, y agregó que, si estuvieran en óptima forma los 533 termos, se contaría con una capacidad de 384 300 litros, prácticamente toda la leche que puede acopiar la provincia en un día.

“Para revertir los malos resultados, partimos, este año, de una mejor contratación, lo que nos permitió elevar el plan a 44 600 000 litros de leche; sin embargo, hemos tenido deficiencias: productores que no se prepararon para enfrentar el periodo seco; algunos también se equivocaron en el propio proceso de contratación; por lo que estamos haciendo un proceso de recontratación o ajuste de lo contratado. El objetivo es darle la posibilidad al campesino que haya incumplido en el primer cuatrimestre de que se recupere en la primavera, y que así esa leche no se pierda y vaya a la industria”.

Actualmente se trabaja en buscar nuevos sistemas de pagos que incentiven la producción de leche. Según explicó a Granma Gil Pérez, la solución pudiera andar por bonificar mejor el sobrecumplimiento. “Por ejemplo, países del área, como Nicaragua, pagan la leche en sus monedas nacionales y los sobrecumplimientos en dólares; pero eso implica financiamiento en divisas que no tiene la Empresa Láctea”.

Mucho le queda por hacer al sistema de la Agricultura en Camagüey, sobre todo en la capacitación de aquellos productores que no tienen buenos manejos de la masa. Como tendencia, se ha generalizado la idea de que la ganadería depende de las grandes posesiones de vacas; sin embargo, hoy los que no entregan ni un vaso, y que suman casi 300 000 litros de leche, no son grandes ganaderos. Pero la cuenta es simple y exacta, esos litros que no han llegado a la industria representan tres días de entrega, con dietas médicas incluidas, o seis de cobertura para niños solamente.

Números rojos en una leche que no llega

No se trata de subir precios, la experiencia demuestra que no siempre es la solución. Eso es lo que se ha hecho en los últimos tiempos, y realmente no ha resuelto el problema y sí encarece los productos lácteos y sus derivados.

Danilo Porto Valdés, director general de la Empresa Láctea de Camagüey, reveló algunos datos que así lo justifican. “Esta Empresa pagó en marzo, todos los días, 10 305 litros a 70 pesos, en los que pierde 31 pesos, porque el subsidio solamente paga 39, que después hay que recuperar con otras producciones; sin embargo, las entregas, en lugar de crecer, decrecen respecto al año anterior, en 187 200 litros de leche.

“A eso hay que sumarle el gasto que representa ir todos los días a 1 438 lugares a buscar y a repartir la leche. Solo en el municipio cabecera son 246 puntos de venta, en los que se gastan más de 3 400 litros de diésel, que pagamos a 14 pesos. Además de que, para poder hacer todo eso, tenemos que mantener 108 camiones para los que, recientemente, se compraron 190 gomas que representaron 22 000 000 de pesos, más el salario de 108 choferes y sus ayudantes. Todo eso está por encima de los 70 pesos que le pagamos al productor.

“Ese es el esfuerzo que hace esta empresa estatal socialista para que la leche llegue a 25 centavos a cada niño. Según un estudio realizado por la Universidad, en 2024 perdimos 222 000 000 de pesos por ese concepto, todo eso sin renunciar a las utilidades y a mejorar el salario de nuestros trabajadores”, abundó Porto.

No se puede seguir justificando lo injustificable. Granma comprobó que todas las partes saben qué hacer para cambiar la realidad. ¿Por qué no se hace entonces? Este asunto es de todos los que intervienen en el proceso, desde el campesino hasta la industria. De la leche “recortada”, la culpa no la tiene la vaca, pero tampoco puede caer al suelo.

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