Con la participación de Marbelis Vera Hernández, secretaria general del Buró provincial del Sindicato de las Comunicaciones, la Informática y la Electrónica en Mayabeque, comenzó en la División Territorial de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) el cronograma de análisis del anteproyecto del nuevo Código de Trabajo.
Esta sesión marca el inicio formal del proceso de consulta a nivel de base sobre el extenso documento legal en esta provincia.
Durante el intercambio, los participantes examinaron a fondo las principales modificaciones que introduce el texto legal, entre ellas el reconocimiento de nuevas formas de propiedad y gestión, en correspondencia con los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, precisó Radio Mayabeque.
El debate subraya la importancia de adaptar la legislación laboral a la realidad económica contemporánea de la nación.
Uno de los principios fundamentales que sustenta la propuesta es el papel central del trabajo remunerado.
El documento propone que el trabajo remunerado constituya la fuente principal de ingresos para garantizar condiciones de vida dignas, elevar el bienestar material y espiritual, y facilitar la realización de proyectos individuales, colectivos y sociales. Este enfoque busca fortalecer el vínculo entre el esfuerzo personal y la recompensa económica.
La iniciativa legislativa representa una actualización integral de las normas que rigen la relación jurídico-laboral entre trabajadores y empleadores, sin distinción del sector en que se desempeñen, y busca adecuarse a la Constitución de 2019 y a las transformaciones del modelo económico cubano. Su redacción responde a la necesidad de armonizar el marco legal con las profundas transformaciones experimentadas en la estructura productiva del país.
El proceso de consulta popular se extiende desde el 8 de septiembre hasta el 30 de noviembre de 2025. El anteproyecto contempla una reforma integral de la legislación vigente desde 2013, con el objetivo de consolidar un marco legal moderno e inclusivo, alineado con los convenios internacionales de la Organización Internacional del Trabajo. Este extenso período de debate busca garantizar la más amplia participación ciudadana.
Desde el punto de vista técnico, el texto está estructurado en cuatro libros, 20 títulos, 69 capítulos y 525 artículos, y recoge 33 políticas fundamentales aplicables a todas las modalidades de empleo, incluidas las micro, pequeñas y medianas empresas, las cooperativas y el trabajo por cuenta propia. Esta estructura comprehensiva pretende abarcar la complejidad de las relaciones laborales en el contexto actual.
Entre sus novedades más significativas figuran el reconocimiento del trabajador autónomo con derechos laborales y de seguridad social, la regulación expresa del teletrabajo y el derecho a la desconexión digital, la fijación de la edad mínima laboral en 18 años con excepciones controladas, y la protección frontal contra el acoso y la discriminación en el entorno laboral. Estas inclusiones reflejan la evolución de las dinámicas de trabajo a nivel global.
Se prevé que más de dos millones de trabajadores participen en el proceso de debate a lo largo y ancho del país, cuyas propuestas y criterios serán minuciosamente considerados en la redacción final del documento.
La versión definitiva del Código de Trabajo se presentará para su aprobación a la Asamblea Nacional del Poder Popular en julio de 2026, en lo que será un paso crucial en la actualización del marco jurídico laboral cubano.