Empresa holguinera KTP supera pérdidas y cumple plan de ventas tras diversificar producción

Una empresa industrial cubana, anteriormente dedicada a la fabricación de maquinaria azucarera, ha logrado estabilizar sus finanzas y cumplir sus metas de ventas tras un drástico proceso de diversificación productiva, según informó el diario Trabajadores.

La Empresa de Combinadas Cañeras LX Aniversario de la Revolución de Octubre (KTP), con sede en la provincia oriental de Holguín, cesó la producción de cosechadoras cañeras en 2020, lo que la obligó a redefinir por completo su objeto social. Esta transición ha rendido frutos, al lograr el cumplimiento de su plan de ventas al cierre de octubre de 2025.

Alián Cordovés Toirac, director de la entidad, vinculó los resultados a la nueva estrategia. “La estrategia permitió superar pérdidas de alrededor de tres millones de pesos registradas en el primer semestre de 2023, y recuperar la estabilidad laboral”, declaró.

Los indicadores económicos reflejan una notable recuperación. La empresa alcanzó ingresos superiores a 40 millones de pesos y utilidades de 10 millones, lo que posibilitó elevar el salario medio a 10 249 pesos, más del doble respecto al año anterior.

La diversificación ha llevado a sus 169 trabajadores a emprender una amplia gama de proyectos. Entre los más destacados se encuentra la reparación de siete casillas ferroviarias destinadas al traslado de la canasa básica familiar desde Santiago de Cuba, y la fabricación de piezas de repuesto para la industria del níquel y los trenes nacionales.

El portafolio de trabajos se ha expandido significativamente. “También ejecutaron labores en cajas de ampliroll y carros pique del sector de Comunales, tanques cisterna de bomberos, hornillas de carbón a partir de recortes metálicos y arrendamiento de espacios industriales”, detalló el medio.

La empresa también ha contribuido a programas energéticos del gobierno. La entidad apoyó el levantamiento de parques fotovoltaicos en Holguín mediante el corte de pilarotes para mesas de paneles solares, cuyos recortes se emplearon como anclajes de esas instalaciones.

Uno de sus proyectos sociales más recientes aborda la crítica crisis habitacional cubana. Su más reciente misión consiste en la conversión de contenedores en viviendas, con 12 unidades en proceso de transformación para contribuir a la solución habitacional en el territorio.

Mirando al futuro, la compañía planea incursionar en el transporte sostenible. Entre las proyecciones figura la confección de carros eléctricos con capacidad para 11 pasajeros a partir de 2026, mediante transferencia tecnológica desde Sancti Spíritus y apoyo del Fondo de Desarrollo y Sostenibilidad del Transporte.

El director atribuyó el éxito de la reconversión a una filosofía de servicio al territorio. Cordovés Toirac aseguró que el éxito radicó en “atender las demandas territoriales y poner en función de ellas el potencial humano y técnico de la empresa”. El caso ilustra cómo antiguos gigantes de la industria estatal cubana buscan nuevos nichos para sobrevivir en medio de la prolongada crisis económica del país.

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