El “Guiteras” va por el desquite

Nuevamente, Las Tunas optó por el central Antonio Guiteras para que la represente en la cita azucarera cubana 2025-2026 que, en su caso, deberá comenzar el venidero mes de enero.

Como en la pasada, la próxima campaña se desarrollará en un contexto repleto de tensiones. Unas, las más fuertes, provienen del sostenido y criminal bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba, y otras de carácter internas, que ya reciben tratamiento.

Pese a ello, directivos y trabajadores acogieron la encomienda con la firme determinación y la voluntad de hacer todo lo que esté a su alcance, en función de resultados acordes con las posibilidades reales de cada jornada.

Esa es la actitud. No dejar para ahorita lo que puedas hacer ahora. O sea, aprovechar óptimamente cada respiro que dé la presencia de combustible y de electricidad, dos de las principales afectaciones que en la cosecha anterior hicieron mucho daño, al punto de reducir a la mínima expresión la capacidad productiva del gigante tunero. En esa misma línea cabe incluir al tándem, autor de un notorio tiempo perdido por rotura.

Bajo esa óptica ya está en curso la fase inicial de la batalla por resultados más eficaces. Se trata de las reparaciones de la industria y de los equipos encargados del corte, la recolección y transportación de la caña.

“Esta es una etapa muy crucial y necesitamos ganarla, hacerla lo mejor posible, porque de lo que ocurra aquí dependerá el ulterior comportamiento de la maquinaria industrial durante el desarrollo del proceso productivo, y en consecuencia de la producción”, aseveró Rafael Pantaleón Quevedo, director general de la empresa azucarera Antonio Guiteras.

Según su apreciación, no se trata de arreglos profundos, más bien las labores previstas se quedan en la epidermis de la remodelación que pide a gritos esa gran mole de hierro, con 113 años de explotación y decenas de ellos sin recibir reposición o se le practique reparación capital.

Al tanto de esa realidad, los trabajadores del Coloso tunero asumen la tarea mediante el autoabastecimiento de chapas y angulares provenientes del desmonte de tanques y estructuras de acero inactivas, mientras que gestionan en los centrales México, Brasil y Amancio Rodríguez cadenas para los conductores de arrastre del tándem –ruta crítica–, y ladrillos refractarios y losas que se pondrán en función del alistamiento de las calderas.

Todo eso, más el esfuerzo mancomunado de los técnicos, especialistas, mecánicos, paileros y demás integrantes de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR) en favor del ahorro de materiales diversos, la recuperación y fabricación de piezas de repuesto y el mantenimiento oportuno de los equipos, hacen pensar en soluciones que permitirán a la fábrica enfrentar, de manera decorosa, una zafra de corta duración y con un plan de azúcar inferior al de la campaña anterior.

Así andan las cosas cuando el acicalamiento del legendario ingenio marcha favorablemente, excepto en el área de basculadores y molinos, donde las actividades relacionadas con la Norma Técnica 52 se extendieron más allá del tiempo previsto.

Solo resta señalar que si bien la difícil situación económica del país, derivada de múltiples causas, tiene arrinconado al central de mayor potencia productiva de Cuba, no se trata de un callejón sin salida. Así lo intenta su fuerza laboral, que busca alternativas como las que ahora ponen en juego.

(Tomado de Periódico 26)

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