El central Siboney, ubicado en la provincia de Camagüey y considerado uno de los más eficientes de la región, inició inusualmente sus operaciones en agosto con un plan de producción de alrededor de mil toneladas de meladura.
El comienzo de la molienda en este periodo es atípico, ya que la industria azucarera nacional dedica tradicionalmente estos meses a la reparación total y el mantenimiento de sus maquinarias para la zafra principal.
Directivos de la entidad explicaron que el ingenio se preparó exhaustivamente para este proceso, el cual servirá también como una etapa de ajuste y puesta a punto para la contienda azucarera de mayor volumen prevista para noviembre.
“El Siboney se preparó muy bien para realizar esta zafra, y luego afinar los detalles para la contienda azucarera que prevén comenzar en noviembre”, señalaron.
La venta de la meladura producida representa una significativa inyección de capital para la empresa. Según las estimaciones, este subproducto aporta alrededor de 35 000 pesos por tonelada, con costos de producción muy bajos, lo que contribuye directamente a la generación de ingresos que inciden en la formación de salarios de los trabajadores.
Más allá de la meladura, otro pilar para la capitalización de la empresa es la generación de energía. Mediante mejoras técnicas realizadas en la condensación de vapor de la casa de calderas, el ingenio ha incrementado su eficiencia y debe aportar al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) más de un megawatt durante este periodo de funcionamiento.
La diversificación de producciones es otra de las estrategias clave. Directivos del central pretenden comercializar cachaza líquida, un derivado que sirve como alternativa para la alimentación animal, beneficiando particularmente al ganado de las unidades productoras de leche de la zona.
El reinicio de las actividades tras dos años de paralización tiene un profundo impacto que trasciende lo económico. La reapertura ha generado una motivación adicional en la comunidad y ha asegurado una mayor estabilidad en la fuerza laboral, garantizando que el personal especializado requerido para la producción se mantenga completo.
Estas mil toneladas de meladura, cuya producción y traslado hasta la destilería del municipio tunero de Amancio Rodríguez son responsabilidad de la propia Empresa Agroindustrial Azucarera Siboney, aseguran la solvencia económica necesaria para encarar los próximos desafíos productivos.