Construcción de viviendas: Vuelven los planes y las tensiones

Después de cifras que dejaron el cumplimiento de los planes “por el piso”, a un 35 por ciento de lo previsto, Ciego de Ávila vuelve a levantar los números y se propone una meta ligeramente superior a la del pasado año: de 1 589 viviendas en 2021, pasamos a 1 757 en 2022.

A favor de ese propósito están los hogares que se quedaron a medio hacer, cuya secuencia constructiva detalla Leiter Méndez Valdivia, subdirector general de la Dirección Provincial de la ViviendaLa suma entre los tres programas (vía estatal, esfuerzo propio y subsidios) arroja que 501 viviendas comienzan el año en fase de terminación; mientras que 508 están sin iniciar. El resto queda entre cimentación y estructura.

No obstante, Leiter aclara que “a una vivienda en terminación es mucho lo que le falta todavía, porque entra en esa fase desde que le ponen el techo”.

De la terminación al habitable el camino es largo. Tanto así, que este enero apenas se concluyeron 56 casas de las 146 que debían entregarse, y semejante indicador los pone, muy temprano, contra la pared.

“Tendríamos que hacer 235 en febrero para estar al día”, comenta el directivo con un gesto de improbabilidad, no porque sea este el mes más corto del año, sino porque la falta de recursos vuelve a jugarles en contra.

Aun cuando los planes se diseñaron teniendo en cuenta la asignación de materiales que tienen y, a su vez, sus propios planes de producción e importación, del papel a la realidad se “derrumban” unas cuantas ejecuciones. Los subsidios, por ejemplo, que representan el 43 por ciento de lo que pretenden levantar en 2022, vuelve a arrastrar (y sumar) contratiempos.

La insinuación de Leiter termina confirmándose en el Grupo Empresarial de Comercio. La venta de cemento a granel y de áridos fue paralizada: daba pérdidas su comercialización.

Los cálculos llaman la atención. Transportar cuesta tanto como producir. Foto: Invasor.

“Cuando tú le sumas, al costo de producción, el costo de la transportación, se te va por encima del precio al que tenemos establecido vender, y que es por el cual se aprobó el monto actual del subsidio. ¿Entonces?”, se pregunta Diamelys Sánchez Viera, directora comercial de ese Grupo, quien se apoya en el cálculo del documento que muestra. La tabla es ilustrativa: por cada metro cúbico de arena artificial que se venda, por ejemplo, incurren en 122.00 pesos de pérdida.

“Tenemos que ser eficientes, por lo tanto no podemos tener pérdidas y, al mismo tiempo, no estamos facultados para subir precios, pues (exceptuando los de la producción local) son definidos centralmente. Estamos a la espera de una decisión”.

—¿Y qué cambió de diciembre a enero, que las cuentas ahora no dan?

—Que antes esa diferencia la subsidiaba el país y ahora todavía no está definido quién la asume. La indicación que se nos dio esta semana fue que comenzáramos a vender y que lleváramos en un expediente la diferencia, hasta ver…

No será algo que afecte en cuantía a los subsidiados (ni pagarán más ni comprarán menos), sin embargo, sigue siendo ese el programa más afectado. “El año pasado, prácticamente, ni se aprobaron nuevos subsidios, pues el cúmulo que tenemos de otros años es grande y la idea es ir saldando esas deudas”, confiesa Leiter.

Una buena parte de los pendientes son, a su vez, afectados por eventos climatológicos; de ahí que, de las 1 757 casas que podrían levantarse este año, 873 (el 50 por ciento) correspondan a damnificados.

En estos cuatro años, o sea, desde el paso del huracán Irma en septiembre de 2017 a la fecha, el 60 por ciento de los afectados por derrumbes totales ha tenido ya su techo. En espera permanecen todavía unos 1 700.

Como algo alentador, Leiter destaca el financiamiento que recibieron ya en el primer mes del año para adquirir viviendas para madres o padres de tres o más hijos menores de edad. Casi cinco millones de pesos, con los que podrán adquirirse unas 16 viviendas y se sumarán a las 85 que se entregaron en el último trimestre de 2021.

“En el programa de política demográfica hemos avanzado mucho, ten en cuenta que del 2012 al 2020 solo se construyeron 76 viviendas. En un año, con la nueva posibilidad de compra, logramos beneficiar a más familias que durante los ocho años anteriores”, compara.

El reto para la Vivienda, no obstante, sigue siendo construir. Y este año es mayor.

(Tomado de Invasor)

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