Ante la imposibilidad de obtener recursos esenciales e insustituibles, críticos para el funcionamiento de la maquinaria agroindustrial y el transporte automotor y ferroviario, el central azucarero Antonio Guiteras se ha visto forzado a declarar la fase de liquidación de su zafra, poniendo fin de manera prematura a la campaña.
De acuerdo con el periódico 26, trabajadores y directivos del ingenio, conocido como el “Coloso” de Puerto Padre, habían mantenido previamente la determinación de continuar operando mientras las condiciones mínimas lo permitieran.
El objetivo era claro: procesar la mayor cantidad posible de caña de azúcar disponible, ya fuera para la producción de azúcar, meladura o para la generación de electricidad, aprovechando al máximo la materia prima.
Sin embargo, un conjunto de obstáculos severos y sostenidos resultó insuperable.
La escasez crónica de lubricantes y combustible, combinada con interrupciones en el suministro eléctrico, conformaron un paquete de impedimentos críticos.
Estos problemas, según se expone en el contexto de la situación, están directamente asociados con el impacto del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba. El efecto acumulado de estas carencias derivó en el incumplimiento de todos los planes previstos para la zafra.
El impacto productivo fue severo. El central Antonio Guiteras solo logró alcanzar el 16 por ciento de su compromiso de entrega de azúcar.
Esta cifra confirma, según el testimonio de Rafael Pantaleón Quevedo, director general de la empresa agroindustrial azucarera Antonio Guiteras, que “ha sido esta la peor zafra de todas las realizadas por el Coloso del municipio de Puerto Padre”.
A pesar del “impensable desenlace final” de la campaña, marcado por el bajo rendimiento, el director Pantaleón Quevedo aprovechó para reconocer y agradecer el apoyo solidario recibido durante la difícil zafra.
Destacó específicamente la ayuda brindada por fuerzas provenientes de los centrales Uruguay, Colombia, Amancio Rodríguez y Majibacoa. Sobre la colaboración de este último ingenio, Majibacoa, tuvo palabras de encomio especiales para el turno dirigido por el ingeniero Mario Lasque Meriño (Mayito).
Con la zafra oficialmente liquidada, el foco principal del esfuerzo colectivo en el central Guiteras ha cambiado.
Actualmente, la prioridad converge en dos tareas fundamentales: la aplicación rigurosa de la Norma Técnica 52 —que comprende las labores de limpieza, desarme y conservación de toda la maquinaria para protegerla durante el tiempo de parada— y la intensificación de la siembra de caña para futuras campañas.
En esta última actividad, la siembra, ya reportan un avance significativo, superando en más de 400 hectáreas lo logrado en la misma etapa del año anterior, una señal de trabajo orientado hacia la recuperación.