Fruta, industria y resiliencia: Así produce Ceballos en Ciego de Ávila (+Fotos y Video)

En el norte de Ciego de Ávila se extienden los suelos de Ceballos, bendecidos por una fertilidad excepcional que los convirtió por años en un paraíso citrícola de Cuba. Estas tierras, que forman parte del corredor histórico de la Trocha de Júcaro a Morón —la línea fortificada construida durante las guerras independentistas—, guardan un secreto en su subsuelo: un manto ferralítico rojo, rico en hierro y de profundidad generosa, que durante décadas dio vida a algunas de las plantaciones de naranja, toronja, mandarina y limón más prósperas del país.

El microclima privilegiado de la zona, con sus lluvias estacionales y temperaturas equilibradas, creó el escenario perfecto para el auge citrícola. Pero este esplendor enfrentó un declive implacable. La plaga conocida como el “dragón amarillo” de los cítricos, arrasó sistemáticamente las plantaciones. Esta bacteria letal, sumada a sequías prolongadas, eventos climáticos extremos y las limitaciones económicas del período especial, selló el destino del cultivo. Donde antes se alzaban naranjales cargados de fruta, quedaron tierras en silencio, esperando una nueva oportunidad.

Hoy, Ceballos escribe un capítulo distinto. Los mismos suelos que acunaron los cítricos ahora dan vida a mangos, guayabas y frutas bomba. La tierra fértil –aquella que los ingenieros coloniales eligieron para construir su trocha defensiva– volvió a su vocación productiva.

Diversificación de productos: La línea de la Empresa Agroindustrial Ceballos

La empresa está conformada por ocho Unidades Empresariales de Base. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate

“La empresa está conformada por ocho Unidades Empresariales de Base. El objetivo principal es la producción frutícola, cultivos varios y procesamiento industrial, destinado al turismo y a la economía nacional”, explica a Cubadebate Darkiel Gutiérrez Delgado, director adjunto de la Empresa Agroindustrial Ceballos.

En noviembre de 2023 –según un artículo del Periódico Invasor– la empresa estaba afectada por un sobregasto financiero superior al 200%, una tensa situación vinculada a las demoras en la exportación de carbón y más de 100 contenedores ‘trabados’ en el Mariel.  En ese año, tras un periodo complejo desde el punto de vista financiero por la Tarea Ordenamiento, Ceballos no estaba incluida en el grupo de las que, en el nivel de país, podían utilizar la tasa cambiaria de 1.00 USDx120.00 CUP, sino la de 1.00 USDx24.00 CUP.

El artículo del mismo periódico, “Agroindustrial Ceballos: El difícil camino de la recuperación”, aseguraba entonces que, aunque la empresa cerró el 2022 con pérdidas por 70 millones, “se buscaron alternativas que, en el nuevo contexto, permitieran no solo recuperarse, sino continuar con un programa de crecimiento, a sabiendas de que no es cosa de un día”.

Entre las medidas para buscar la eficiencia estuvieron: reducir de 12 a ocho el número de unidades empresariales de base (UEB), así como el personal en labores indirectas, centralizar los recursos para optimizar su uso donde pudieran rendir más, y detener algunas actividades no esenciales.

Actualmente, con casi 11 000 hectáreas de tierra en explotación, la Agroindustrial Ceballos es puntera en el envío a otras latitudes de productos cosechados y procesados por sus unidades, como los jugos naturales de frutas tropicales, pulpas asépticas y concentradas de mango. Sus productos cuentan con registro de marca y cumplen todas las normativas nacionales. Están reconocidos internacionalmente por su calidad, lo que les permite exportar y competir en mercados exigentes.

Aunque de las mayores quejas de la población es la ausencia de los productos DCeballos en los mercados nacionales, Gutiérrez Delgado, dice que la distribución parte de una planificación anual basada en la demanda turística y acuerdos comerciales. “Cubrimos el consumo social en toda la provincia, además de distribuir a La Habana, Varadero y otros polos turísticos del país”.

¿Cómo reinvierten las divisas obtenidas? “Los ingresos en moneda dura –de exportaciones de carbón, cultivos varios y productos industriales– se reinvierten en insumos para fortalecer nuestras producciones estratégicas como tomate y guayaba. Adquirimos productos químicos y maquinaria para mantener el ciclo productivo”, dice.

Dentro de Ceballos, sus productores

Yadier Álvarez, usufructuario de la UEB Frutas Ceballos. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.

Yadier Álvarez, usufructuario de la UEB Frutas Ceballos, tiene actualmente sembradas 30 hectáreas de guayaba enana roja, y está en proceso de completar 10 más.

“Toda la producción está destinada a la empresa Ceballos para su procesamiento industrial. El encadenamiento productivo funciona de manera directa: nosotros entregamos la guayaba como materia prima para que la empresa elabore diversos productos como mermeladas, barras de guayaba y otros derivados que se comercializan en el país”.

El campesino explica que la variedad de guayaba que cultiva tiene características particulares: es un cultivo de rápido desarrollo que comienza a producir a los seis meses de sembrado, con un incremento progresivo en su rendimiento. Las plantaciones más jóvenes tienen siete meses, mientras que las más establecidas cumplen un año. La producción alcanza su máximo potencial a los tres años, manteniéndose estable a partir de entonces.

“Desde mi experiencia como productor, considero que las claves para mantener la calidad y productividad de la guayaba son mantener una adecuada limpieza del cultivo, garantizar el riego suficiente (pues la guayaba es demandante en agua) y realizar podas sistemáticas (descolles) para favorecer el desarrollo de las plantas. Estos cuidados son esenciales para obtener frutos del tamaño y calidad requeridos por la industria”, explica Álvarez.

Su vinculación con la agricultura se remonta a hace 19 años, cuando se incorporó al sector tras terminar la escuela. “Esta actividad forma parte de mi tradición familiar; crecí y me formé en el campo desde niño. Inicialmente me especialicé en cultivos como frijol, maíz, malanga y boniato. Cuando llegué a estas tierras descubrí mi vocación por el cultivo de guayaba, en el que ahora estoy completamente enfocado”.

Desde el punto de vista económico, considera que la guayaba es un cultivo muy rentable. Su ventaja principal es que ofrece producción continua durante todo el mes, lo que garantiza un flujo constante de ingresos.

Eddy Fole, jefe del colectivo laboral 30 C. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.

Por su parte, Eddy Fole, jefe del colectivo laboral 30 C, además de la guayaba, también cultiva plátano, mango y café. “Tenemos 0.63 hectáreas de café con aguacate intercalado. De fruta bomba, hoy contamos con una hectárea, que va destinada principalmente al turismo. En cuanto al plátano Fiat 02, estamos empezando a fomentarlo. Queremos llegar a una caballería; ya tenemos alrededor de seis hectáreas y debemos seguir incrementando la producción a medida que vayamos obteniendo semillas”.

Para este campesino, la calidad de la materia prima que se produce en la UEB Frutas Ceballos se debe en gran medida a los fertilizantes que utilizan y las atenciones que le brindan a los cultivos.

“Hoy día hay poco fertilizante, pero utilizamos materia orgánica, como algunos componentes de una pequeña fábrica que tenemos aquí, donde se produce humus de lombriz. También empleamos otros mecanismos y, sobre todo, el agua, que no puede faltar. Si la materia prima es buena, los productos finales también lo serán”.

Ángel Gutiérrez Acosta, jefe del Colectivo. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.

Otra de las UEB de Ceballos, la de Producción de Vegetales, se dedica a cultivos en que están fuera de temporada. Ángel Gutiérrez Acosta, jefe del Colectivo, dice que, por ejemplo, la clave para cultivar tomate en julio es el uso de hormonas especiales para estimular la floración y el cuaje de los frutos.

“También influye el manejo de las temperaturas. La principal ventaja es que, al producir fuera de temporada, obtenemos mejor precio en el mercado. Es un cultivo que normalmente no se conseguiría en estas fechas”.

Asimismo, cultivan pepino y melón de castilla bajo cubierta, mientras que la sandía crece a cielo abierto. Todos siguen el mismo sistema de producción especial.

Proceso industrial: El corazón de Ceballos

La UEB Industrial es considerada el corazón de la empresa. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.

Después de un proceso inversionista iniciado en 2012 en la Unidad Empresarial de Base Industrial Ceballos, la introducción y montaje de nuevas tecnologías optimizaron los ciclos de procesamiento de frutas, vegetales y tubérculos. Asimismo, se incrementó la producción terminada sin descuidar el ahorro de energía y agua.

Gracias a la diversificación productiva y al aumento de la capacidad industrial, la comercialización para el turismo se ha expandido a todos los destinos del país y más de 300 instalaciones, consolidando una exitosa inserción en el mercado de exportaciones.

La UEB Industrial es considerada el corazón de la empresa, pues aquí convergen y se transforman todos los procesos productivos del campo.

“En nuestra unidad empresarial industrial procesamos principalmente frutas tropicales, con capacidad actual para elaborar alrededor de 40 productos diferentes. Aunque en el futuro podrían desarrollarse nuevas, actualmente nos concentramos en tres líneas fundamentales de producción continua: tomate, mango y guayaba en su primera etapa, para luego trabajar en formatos más pequeños de estos mismos productos”, explica a Cubadebate Domingo Escalante Pérez, director de la UEB Industrial.

Utilizan diversos sistemas de envasado que incluyen formatos flexibles, asépticos, doypack, así como envases de hojalata y frascos de vidrio. “Nuestra variedad de formatos está diseñada para cubrir todos los segmentos del mercado, incluyendo el consumo nacional, el turismo y la exportación”.

No obstante, el trayecto no ha sido fácil ni lineal. “Llevamos 42 años de funcionamiento ininterrumpido, lo que en las condiciones actuales representa un gran desafío. Trabajamos prácticamente todos los días del año, enfrentando problemas con los cortes eléctricos que afectan nuestros procesos continuos de producción de alimentos. Cuando ocurren estas interrupciones, debemos implementar maniobras técnicas especiales para evitar pérdidas de producto”, dice el especialista a Cubadebate.

Domingo Escalante Pérez, director de la UEB Industrial. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.

Cuentan con importantes certificaciones que avalan su trabajo: mantienen la norma ISO desde hace 24 años, tienen implementado un sistema integrado de seguridad y salud laboral, y cumplen con la norma 136 de inocuidad alimentaria. “Nuestros productos gozan de un amplio reconocimiento social en Cuba. Cuando se menciona un producto de DCballos, inmediatamente se asocia con calidad”.

En la industria, enfrentan dificultades como la escasez de piezas de repuesto debido a limitaciones financieras, y las afectaciones del bloqueo económico que dificulta la adquisición de equipos, ya que la mayoría de sus líneas provienen del exterior.

Precisamente, la voluntad, innovación y dedicación de sus trabajadores ha sido fundamental para mantenerse operando todos estos años. “Tenemos un lema que guía nuestro trabajo: ‘No hay agricultura sin industria, pero no hay industria sin agricultura’. Esta filosofía de complementariedad la hemos aplicado con éxito, cerrando completamente el ciclo agrícola para crear nuevos productos con excelentes resultados”.

Sus procesos son mayormente naturales gracias a la tecnología instalada. “El envasado al vacío por succión nos permite prescindir de químicos en la mayoría de los casos. Solo utilizamos ácido cítrico para regular el pH en algunos productos como el mango, que por sus características naturales requiere este ajuste. Es importante destacar que nuestro mango cuenta con certificación orgánica, un valioso aval de calidad”.

Además, esta unidad recibió en 2003 el Premio Nacional del Medio Ambiente, un reconocimiento permanente que, se otorga una sola vez, pero perdura para toda la vida. “Este galardón refleja nuestro compromiso con la producción sostenible y de calidad que nos ha caracterizado durante más de cuatro décadas de trabajo ininterrumpido”.

Las dificultades detrás de la marca

Entre los principales desafíos que enfrentan, Darkiel Gutiérrez Delgado, director adjunto de la Empresa Agroindustrial Ceballos, señala el déficit de combustible y la situación energética como mayores retos. “Implementamos estrategias para optimizar los horarios de trabajo. Ante la escasez de insumos químicos, hemos desarrollado alternativas ecológicas en nuestro centro de biofertilizantes”.

En cuanto a semillas, producen sus propias variedades y cuentan con un vivero provincial para expandir cultivos como guayaba y piña.

“Tenemos un programa de desarrollo hasta 2030. Actualmente contamos con 650 hectáreas de guayaba y proyectamos llegar a 1 000 para 2025”, asegura el directivo sobre las metas a corto y mediano plazo.

“En mango tenemos 4 700 hectáreas cultivadas. Nuestra meta es industrializar estas producciones para agregar valor”.

El salario promedio en la Agroindustrial Ceballos es de 12 400 pesos. Trabajan con 10 800 hectáreas cultivables, distribuidas entre bases productivas y áreas estatales o colectivas.

Si bien la plaga del dragón amarillo dejó cicatrices, en la Agroindustrial Ceballos se ha creado un ecosistema productivo único donde participan todos sus trabajadores, desde el usufructuario que madruga para podar sus guayabos hasta los obreros que dominan el arte del envasado al vacío.

El desafío persiste: ¿Podrá Ceballos equilibrar su doble compromiso? Por un lado, sostener los estándares de exportación que posicionaron a DCballos como marca de excelencia; por otro, responder a la demanda local, sorteando la escasez de combustible y los frecuentes apagones que ponen a prueba su capacidad industrial.

La reputación se construyó con calidad; mantenerla exigirá más que tradición. Será crucial potenciar la eficiencia con innovación y blindar su mayor activo: el talento humano que convierte obstáculos en soluciones, y es que, el futuro no depende solo de la tierra fértil, sino de la capacidad para transformar limitaciones en ventajas competitivas.

Darkiel Gutiérrez Delgado, director adjunto de la Empresa Agroindustrial Ceballos. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
La UEB Industrial es considerada el corazón de la empresa. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
La UEB Industrial es considerada el corazón de la empresa. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
La UEB Industrial es considerada el corazón de la empresa. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.

En video, Empresa Agroindustrial Ceballos lidera producción de alimentos en Ciego de Ávila

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