Industria manufacturera cubana enfrenta caídas productivas pese al aumento de inversión en 2024, según informe

La Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) publicó su informe anual sobre el desempeño de la industria manufacturera durante 2024, destacando una combinación de retrocesos productivos, avances en inversión y cambios en indicadores laborales.

El documento, que abarca datos de enero a diciembre del año pasado, refleja los desafíos estructurales y las prioridades económicas del país en medio de un contexto internacional complejo.

La mayoría de los sectores enfrentaron descensos sostenidos desde 2019. El cemento gris, pilar de la construcción, registró una caída del 80%, al pasar de 1 334.6 toneladas métricas en 2019 a 257.8 en 2024.

La fabricación de neumáticos nuevos registró un 98.5%, con apenas 0.2 millones de unidades producidas en 2024 frente a las 13.5 millones de 2019.

Por otro lado, la harina de trigo nacional también disminuyó un 59%, mientras productos como la carne de cerdo y el yogur mostraron reducciones superiores al 80%. Solo algunos rubros como el detergente doméstico y la cerveza rompieron la tendencia: el primero aumentó un 86% en cinco años, y el segundo creció un 55% entre 2023 y 2024.

La participación de la industria manufacturera en la fuerza laboral nacional aumentó del 7.7% en 2019 al 8.9% en 2023, con 381 700 trabajadores empleados. Sin embargo, la proporción de mujeres en el sector se mantuvo estancada en torno al 2.3%.

De acuerdo con el documento, los salarios medios del sector experimentaron un incremento nominal del 593% entre 2019 y 2024, alcanzando los 6 490 pesos mensuales, aunque este avance queda opacado por la inflación acumulada en el período.

La inversión en manufactura alcanzó su máximo histórico en 2024, con 17 153.4 millones de pesos, lo que representa el 17.4% del total nacional. Este indicador ha crecido 6.7 puntos porcentuales desde 2019, reflejando los esfuerzos estatales para modernizar infraestructuras críticas. No obstante, el impacto en la productividad sigue siendo limitado, según sugieren los datos de producción.

La industria manufacturera redujo su participación en el consumo nacional de electricidad al 3.4% en 2024, la cifra más baja en seis años. Este dato contrasta con el aumento de la inversión, lo que podría indicar mejoras en eficiencia energética o una contracción en la actividad productiva.

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