“Los niveles de siembra de las campañas de primavera y frío del 2024 son los mayores de los últimos 10 años. Se sembraron en el año fiscal más de 985 000 hectáreas (ha), un crecimiento superior en 137 000 con relación al año anterior. El 2024 cierra con más existencia de cultivos”, afirmaba en diciembre pasado, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer secretario del Comité Central del Partido y presidente de la República de Cuba.
Jornadas después, concluía un año plagado de obstáculos de toda índole, desde los huracanes que afectaron a varias provincias, hasta las consabidas artimañas del vecino del Norte que retrasan o impiden la entrada de recursos al país, entre otras calamidades.
En medio de ese contexto, que Ciego de Ávila rebase en un tres por ciento lo previsto en la campaña de frío hasta el 31 de diciembre pasado, indica, al menos, que el territorio no desentona en cuanto a esa tendencia de crecimiento, a pesar de los obstáculos ya mencionados, a más de la intermitencia en la disponibilidad de combustible e insumos, el déficit de generación de energía eléctrica, o el exceso de lluvia en septiembre y octubre en la geografía provincial.
Vale agregar que, esta vez, los ya acostumbrados atrasos en la contratación de las producciones agropecuarias dejaron de actuar como zancadillas, al punto que, el 2025, comenzó sin deudas en ese sentido, y además, fue asumido el proceso con una eficacia sustentada en el chequeo, el intercambio con los agricultores en los escenarios productivos y la exigencia de las máximas autoridades de la provincia y los municipios, semana tras semana, para evitar que en Ciego de Ávila los alimentos vayan a parar, como lamentablemente aún ocurre, a cualquier lugar, menos al deseado, y se sigan expendiendo a precios abusivos.
Ilustran los incrementos en el papel, los contratos de cultivos varios, que suman para el año en curso unas 215 000 toneladas (t), cifra muy superior a la pactada un año antes. Sin embargo, ahora viene lo más difícil: corresponde chequear, por municipios, y por destinos acordados, qué va para un lado, qué para el otro, con prioridad para el autoabastecimiento municipal, en lo cual resulta vital que, en cada instancia, los comités de contratación y concertación de los precios cumplan con sus responsabilidades, al igual que las estructuras del sistema de la agricultura y del Poder Popular encargadas de exigir, controlar y fiscalizar lo que les corresponde.
Si de cultivos varios se trata, cuatro de ellos, boniato, malanga, yuca y plátano, se engloban en una clasificación ahora en boga, la de rústicos, teniendo en cuenta que pueden prosperar con el empleo de bajos niveles de insumos. Pero aquí es válido apuntar que esos cultivos sí demandan determinados insumos (lo de rústicos es relativo), recursos total o parcialmente importados a altos precios en el marcado internacional, especialmente para Cuba.
Consciente de la demanda de fertilizantes, urea y potasio, y lo que implican a la hora de alcanzar mejores rendimientos por ha, el Ministerio de la Agricultura se ha propuesto situarlos, en alguna medida, en las empresas y líderes individuales con más potencialidades.
Teniendo en cuenta lo que se espera de la agricultura local, encargada no solo de atender las necesidades de los avileños, sino también, de otros puntos del país, el rol que le corresponde en los envíos con destino al turismo y en la obtención y conservación de semillas de calidad, Ciego de Ávila es de las provincias priorizadas.
Cantidades de urea y potasio “que no entraban desde hace más de 8 o 10 años”, al decir de Humberto Ortega González, jefe del Departamento de Cultivos Varios en la Delegación Provincial de la Agricultura, favorecen gradualmente las plantaciones plataneras de la Empresa Agropecuaria La Cuba y al menos “siembran” la esperanza de rendimientos superiores y de un crecimiento de las producciones a partir del cuarto o quinto mes del año en curso.
La estrategia de favorecer a la empresa estatal socialista, allí donde los recursos tecnológicos, naturales, y la gestión económico-productiva evidencia los mejores dividendos, y a aquellos productores individuales que marchan a la vanguardia, también se aplica en el fomento de los granos.
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Fuentes de la Delegación Provincial de la Agricultura, refieren que 1100 ha dedicadas al cultivo de frijol se benefician con la asignación de urea, fertilizante, tres tratamientos de herbicidas, cinco insecticidas, dos fungicidas y un trío de tratamientos foliares.
Explican que se trata de un paquete tecnológico que estuvo concebido antes, pero que desapareció por los problemas del país, a partir del cual, se está exigiendo un rendimiento de 1.15 t del grano por cada ha, asequible con tales asignaciones, según el criterio de los especialistas.
Ahora bien, que en cuanto a todas las producciones agropecuarias se haya contratado más y mejor; se potencien los llamados cultivos rústicos, e incluso, se favorezcan determinados rubros con algunos recursos, no significa, per se, que de inmediato habrá más ofertas en las tarimas, por ejemplo, en los Mercados Agropecuarios Estatales, en los cuales observo muchos anaqueles desiertos, o escasamente surtidos en algunos momentos, mientras los revendedores proclaman a los cuatro vientos y al precio del mejor postor, lo que en ellos no se encuentra, o está allí, curiosamente, con menor calidad.
Habrá que batallar bien duro para resolver, paso a paso, los vicios entronizados en el transcurso de años y que han conducido a los clientes casi a la indefensión, ante la falta de alternativas a la hora de adquirir viandas, hortalizas, granos, y ni hablar de los cárnicos.
A las variables mejor contratación, más siembras, no les pueden faltar, ni un día de los 365 que comprende el 2025, las de más exigencia y mejor control, para que dejen de ser a los ojos del consumidor algo más que incrementos en el papel y conduzcan a más ofertas a precios justos. Solo cuando “deguste” sobre la mesa el efecto real de las transformaciones, podrá el pueblo sentir a plenitud que constituye parte ineludible de una transformación que bien merece profundizarse en lo adelante.
(Tomado de Invasor)
Un comentario
Muy bien, así estamos. Se ha soltado la mano en el control de precios y los ciudadanos sin opciones. Sigo comparando qué es peor el periodo especial o esta etapa por la que pasamos donde ya no todos somos iguales unos ricos otros pobres o muy pobres, triste, frustante, después de tantos años de consagración para que el país avanzara.