Villa Clara lidera exportación de capas para Habanos: 66% de la producción nacional

Foto: Archivo.

En La Puntilla, una finca ubicada en el poblado placeteño de Falcón, radica Linner Marrero Turiño, quien es considerado con justicia como el mayor productor de tabaco de Cuba y Candidato a Hombre Habano en 2024.

Hace 13 años, motivado por la tradición heredada de su padre, Juan Marrero, comenzó a vincularse al cultivo de la hoja, primero mediante la tecnología de sol en palo, extendida luego a la del tabaco tapado, en la que nadie puede aventajarlo en la Mayor de las Antillas, dada la maestría adquirida.

El camino hacia la consecución de los mejores resultados del país no ha estado exento de dificultades, de lo cual dan fe las cinco caballerías de marabú que se vio precisado a desmontar, las que fueron destinadas a tener las áreas necesarias para ese y otros cultivos.

Durante la actual cosecha, Linnel se ha propuesto producir más de 175 000 cujes, lo que representa el 13% del tabaco que se cosechará en este territorio. La cifra, dice a las claras su calidad como productor tabacalero, y cómo aplica la ciencia y la técnica, de la cual es un abanderado.

“No me creo superior a nadie porque produzco un poco más de tabaco; al contrario, quiero que todos seamos buenos en este oficio, porque si eso pasa, es Cuba la que gana”, dice, con la sencillez que lo caracteriza, a lo que añade, que le gusta ayudar a los demás, en especial a los jóvenes que se inician en este oficio.

Sobre su rutina de trabajo, explica que ya a las cinco de la mañana está en pie, y a veces son las nueve de la noche y todavía tiene algo que hacer, porque en su finca, además de tabaco, hay otros cultivos como frijoles, maíz, yuca, boniato y cría de animales, lo que le ha permitido la sostenibilidad que logra en su quehacer.

Para tener una idea de la magnitud del proyecto emprendido por el joven Linnel Marrero, baste decir, que además del extraordinario aporte para el tabaco de exportación, el pasado año también produjo 20 toneladas de frijoles y 30 de maíz, además de tener yuca y boniato sembrados para la alimentación humana y animal.

“Tengo 200 trabajadores que me ayudan en las diferentes faenas, a los cuales pago un salario más que decoroso, además de brindarles todas las condiciones de vida que exige una labor como esta”, explica el productor, quien no es el único capaz de garantizar las capas que necesitan nuestros famosos Habanos, porque también hay otros destacados en esta provincia, que le siguen los pasos.

El camino de la recuperación

Hace apenas unos cuatro o cinco años, la Empresa de Acopio y Beneficio del Tabaco La Estrella tenía más de cinco millones de pesos en pérdidas, y el número de productores no rebasaba los 25; indicadores que hablan de la difícil situación que presentaba la entidad, y Villa Clara como provincia.

Sin embargo, cambios en la dirección y la concreción de una estrategia integral de desarrollo, propiciaron el cambio que todos esperaban, que ha llevado a este territorio a convertirse en uno de los principales productores de tabaco del país, y a distinguirse en la entrega de capas para producir vitolas con fines exportables.

Antonio Subí Pérez, director general de la empresa, es quien ha guiado estas transformaciones que, como bien dice, no son obra de una persona en específico, sino de la familia tabacalera que lo sigue y lo apoya en todos los cambios operados hasta la fecha, revertidos en un incremento productivo notable.

“Contamos con 72 productores de tabaco tapado y unos 400 de la tecnología sol en palo”, explica el directivo, y argumenta que la motivación es muy grande, sobre todo en las decenas y decenas de jóvenes que se han incorporado a esta tarea, atraídos por los resultados de los más experimentados.

Si hace tres años en la provincia se entregaban solo unos 9 000 manojos de capas para la exportación, al cierre de la campaña anterior lograron aportar más de 200 000, la mayoría de ellos de máxima calidad, lo que permitió confeccionar Habanos para los mercados más exigentes, asegura Subí.

Desde el punto de vista económico, la empresa La Estrella concluyó el primer cuatrimestre del actual año con más de 16 millones de pesos en utilidades, refiere.

También son visibles los avances del territorio en el incremento de las áreas destinadas al tabaco tapado, que, de cien hectáreas hace cuatro años, ahora suman 346. El total de áreas llegó a las 1 215, y pronostican alcanzar en breve las 1 500, cifras que evidencian el sostenido crecimiento de las plantaciones.

En la actual campaña ya han sido cosechados 1 803 000 cujes, y faltan por recolectar cerca de 150 hectáreas, por lo que se estima cerrar con 1 850 000, y cumplir el plan de producción que es de 1 397 toneladas, con un rendimiento de más de una tonelada por hectárea. Esta cifra no se ha logrado nunca antes en la provincia, refiere el Director de la empresa La Estrella.

En la actualidad, 30 productores villaclareños producen más de 10 000 cujes; 11, más de 20 000; cuatro, más de 50 000, y tres superan los 100 000. En este último caso se encuentran Noel Rolando Benítez, Linnel Marrero y Orelvis Peñate, los punteros de la producción tabacalera en la provincia.

En el fomento de la producción tabacalera en Villa Clara ha desempeñado un rol esencial la aplicación de los últimos resultados de la ciencia y la técnica, de lo cual constituye una muestra la existencia de varias casas de cura controlada, túneles destinados a la producción de posturas, y la colocación de paneles fotovoltaicos por parte de varios productores, para favorecer el riego y la cura de la hoja, entre otros logros.

Gracias a ese empeño y al crecimiento sostenido de esta rama, en la actualidad Villa Clara garantiza el 66% de las capas que demanda el país, según Subí Pérez, quien no escatima elogios para los hombres y mujeres del sector en la provincia.

Mucho más que tabaco

Junto al crecimiento de los ingresos provenientes del cultivo del tabaco, también ha llegado a varias comunidades y centros de interés social, como hospitales, casas de abuelos y de niños sin amparo familiar, entre otros, el gesto desinteresado de la familia tabacalera, que, conocedora de la dura realidad que vive el país, han ido hasta allí a compartir lo que tienen.

Equipos de clima, utensilios, alimentos, juguetes y diversos artículos, han contribuido a mejorar las salas de los hospitales en los que se atienden niños y pacientes oncológicos. La ayuda ha llegado también a ancianos desfavorecidos o vulnerables, por solo citar algunos ejemplos.

Igual de importante ha sido la contribución al desarrollo territorial, mediante la entrega del 1% a los gobiernos locales, de lo cual constituye una muestra los más de tres millones de pesos que, por ese concepto, recibió el municipio de Placetas el pasado año.

Decisiva también ha sido la contribución del sector en la generación de empleos en las comunidades, a partir de la amplia variedad de labores que demanda la producción tabacalera en cada una de sus etapas. Destacan las más de 30 escogidas creadas en diversas zonas de la geografía villaclareña, en las que trabajan más de mil mujeres y jóvenes que se encontraban desvinculados del estudio y del trabajo.

(Tomado de Granma)

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