Trump suspende aranceles por 90 días para aliados comerciales, pero mantiene presión contra China

El presidente Donald Trump anunció de manera sorpresiva una suspensión temporal de 90 días en la imposición de aranceles —originalmente superiores al 10%— para la mayoría de los países que, según su declaración, han accedido a negociar con Estados Unidos.

La medida excluye de forma destacada a China, que enfrentará gravámenes del 125% en represalia por lo que Trump calificó como prácticas comerciales desleales.

En un mensaje publicado en su plataforma digital, Trump atribuyó la decisión a la disposición de numerosas naciones de reducir barreras comerciales, un resultado que presentó como un triunfo de su política de “América Primero”. No obstante, admitió que las tensiones generadas por sus medidas habían afectado negativamente a los mercados financieros globales en días recientes.

Los aranceles del 25% sobre importaciones de acero, aluminio y automóviles provenientes de México y Canadá —excepto aquellas reguladas bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC)— se mantendrán vigentes.

Trump reiteró que su objetivo es incentivar el regreso de empresas manufactureras a territorio estadounidense. “Tuvimos tres cancelaciones de [construir fábricas] en México, todos vienen de regreso a Estados Unidos. De Canadá están regresando. De China están regresando. Y eso es sólo en autos. Tenemos fabricantes de chips regresando también”, afirmó.

De acuerdo con el reporte de La Jornada, asesores de la Casa Blanca vincularon formalmente la pausa a las conversaciones con gobiernos dispuestos a flexibilizar sus políticas comerciales. Sin embargo, durante un evento de recaudación republicano, Trump utilizó un tono más confrontativo.

“Estos países nos están llamando, besando mi trasero. Se mueren por llegar a un acuerdo”, dijo.

Analistas coinciden en que la amenaza de aranceles, programados para entrar en vigor esta semana, buscaba forzar concesiones económicas favorables a EE.UU., al tiempo que reforzaba la narrativa de mano dura del mandatario.

La postura de Trump hacia China osciló entre la confrontación y el optimismo: en la mañana, criticó al país asiático por imponer tarifas retaliatorias —“aquí estoy elevando el arancel sobre China a 125%”—, pero horas después sugirió que Pekín busca un acuerdo. “Se llegará a un acuerdo con China”, aseguró.

La falta de claridad sobre los detalles de la medida generó confusión incluso dentro de su gobierno. Trump afirmó que más de 75 países habían solicitado negociar, pero la lista no se ha hecho pública.

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, respaldó la estrategia. “Nadie crea tanto apalancamiento para sí mismo como el presidente Trump”, dijo, destacando que la pausa refleja una “valentía” negociadora.

Los mercados reaccionaron con alivio: tras caídas iniciales, los índices bursátiles registraron su mejor día desde 2020.

Legisladores republicanos, como el senador John Cornyn, calificaron la medida como “positiva”, aunque sin ocultar preocupaciones residuales. No obstante, expertos advierten que la incertidumbre persiste, especialmente para sectores como el automotriz y el tecnológico, que enfrentan costos elevados por cadenas de suministro globales.

Lea además: China responde a Trump con nuevos aranceles y agrava la guerra comercial

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