Otro intenso sistema de tormentas invernales, que se extiende desde el Medio Oeste superior hasta el Noreste, se prepara para volver a poner a prueba la resiliencia operativa de las aerolíneas comerciales de Estados Unidos en medio del ya crítico y ajetreado período de viajes por las fiestas de fin de año.
Este evento meteorológico amenaza con profundizar la crisis de conectividad aérea que enfrenta el país, mientras el sector del transporte aéreo aún intenta recuperarse de los severos trastornos registrados durante los últimos días, informó Bloomberg.
La industria aún intenta recuperarse de varios días de interrupciones masivas que provocaron la cancelación de más de 3 600 vuelos entre el 26 y el 28 de diciembre. Otros 30 000 vuelos no despegaron o no llegaron a tiempo durante ese mismo período, según los datos consolidados por la firma de seguimiento FlightAware.
Estas cifras subrayan la magnitud del colapso parcial del sistema, que ha dejado a decenas de miles de pasajeros varados en aeropuertos o con sus planes de viaje completamente alterados en una de las épocas de mayor demanda del año.
Las cifras en tiempo real continúan reflejando un panorama complejo. Hasta las 10:00 a.m. del lunes, hora de Nueva York, más de 500 vuelos en Estados Unidos habían sido cancelados y más de 2 000 registraban demoras significativas, indicando que las operaciones distan mucho de estar normalizadas y que la nueva tormenta impacta sobre una infraestructura ya debilitada.
Un análisis detallado de los datos de FlightAware revela que, desde el viernes, Delta Air Lines Inc. (DAL) encabeza los rankings elaborados por la plataforma como la aerolínea más afectada por interrupciones en cualquier parte del mundo. Esta situación ha puesto bajo escrutinio los protocolos de contingencia de una de las principales compañías aéreas a nivel global, en un momento de extrema presión logística y de reputación.
El agravante fundamental de estos problemas operativos es que se producen en un período récord de viajes aéreos en Estados Unidos durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
Según las proyecciones de la industria, se estima un promedio diario de 2,9 millones de pasajeros volando entre el 19 de diciembre y el 5 de enero, lo que multiplica el impacto de cada cancelación o demora en términos de pasajeros afectados.
Desde el punto de vista meteorológico, la situación continúa siendo de alta gravedad. Meteorólogos del Servicio Meteorológico Nacional advirtieron sobre una tormenta invernal “potente” que, según indicaron, alcanzará su máxima intensidad la mañana del lunes y se desplazará desde el Medio Oeste superior hacia la región de los Grandes Lagos, con lluvias heladas en Nueva Inglaterra.
Este fenómeno promete combinar fuertes nevadas, vientos gélidos y peligrosa formación de hielo, condiciones particularmente adversas para las operaciones de aviación y que obligan a extremar las medidas de seguridad, lo que inevitablemente conduce a nuevos retrasos y suspensiones de vuelos.













