La confianza de los consumidores estadounidenses registró una caída inesperada en febrero, alcanzando su nivel más bajo en siete meses, según datos preliminares de la Universidad de Michigan, citados por Reuters.
El índice de confianza descendió a 67.8 puntos, frente a los 71.1 de enero, marcando el segundo mes consecutivo de declive y ubicándose por debajo de las expectativas de los economistas, que proyectaban un mantenimiento del indicador .
De acuerdo a la fuente, las expectativas de inflación a corto plazo se dispararon: los hogares prevén un aumento del 4.3% en los precios para el próximo año, la cifra más alta desde noviembre de 2023.
A mediano plazo, las proyecciones apuntan a una inflación del 3.3% en los próximos cinco años, nivel no visto desde junio de 2008.
Este repunte refleja el temor de los consumidores a los efectos de la política arancelaria del presidente Donald Trump, que incluye gravámenes del 25% a importaciones de Canadá y México, y del 10% a productos chinos .
Impacto generalizado
La caída en la confianza fue transversal: afectó a republicanos, independientes y demócratas, así como a todos los grupos demográficos y socioeconómicos.
Además, las condiciones percibidas para comprar bienes duraderos, como electrodomésticos o vehículos, cayeron un 12% respecto a enero, señal de un posible freno en el gasto.
Joanne Hsu, directora de la encuesta, destacó que incluso los republicanos, tradicionalmente optimistas tras las elecciones, moderaron su confianza, mientras los demócratas alcanzaron niveles de preocupación récord desde 2020.
La incertidumbre se agrava por el reciente anuncio de aranceles, que podrían elevar los precios de productos importados, desde aguacates hasta juguetes, según ejemplos citados por empresas y analistas.
Economistas como Christopher Rupkey advierten que estas medidas podrían añadir más de un punto porcentual a la inflación en 2025, presionando a la Reserva Federal (Fed) a mantener tasas de interés altas por más tiempo.
Aunque la Fed monitorea principalmente las expectativas inflacionarias a largo plazo, el reciente incremento al 3.3% (desde 3.2% en enero) mantiene la alerta, ya que supera el rango previo a la pandemia (2.2%-2.6%). Esto reduce la probabilidad de recortes de tasas en el corto plazo, según analistas .
Reacciones y Proyecciones
El desplome de la confianza coincide con un enfriamiento del mercado laboral y revisiones a la baja del crecimiento económico de 2024. Si bien el gobierno proyecta un repunte del 2.3% en 2025, analistas privados son más cautelosos, anticipando un 1% ante los riesgos arancelarios.
(Creada con empleo de IA)