Rutas a la angustia

Por: Irene Izquierdo, Héctor Alejandro Castañeda Navarro, Alejandra Morejón Fuentes y Tania Rendón Portelles

Roberto ya peina canas. A sus 63 años será abuelo dentro de un mes; no está en sus planes perderse el tan ansiado momento. “Abuelo”, palabra que se mezcla con la tristeza de quien lo separa más de 800 kilómetros de lo que él mismo considera una de las mayores alegrías de su vida. Padre de dos hijas, se trasladó con la menor hacia La Habana desde Santiago de Cuba hace 15 años, por lo que tiene su corazón dividido en los dos extremos del país.

El lunes amanece para hacer su cola en la agencia de viajes situada en Tulipán y Factor, en Plaza de la Revolución, y –cuando aún no había logrado avanzar más que unos pocos pasos– los pasajes se agotaron para su destino.

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Viajando… sin fracasar en el intento

La fecha del viaje se convierte en un evento que muchos consideran un reto en lugar de un simple trámite. “Ese día tampoco se pudo”, recuerda Roberto. A las 8:30 a.m. debía estar preparado, pero cada intento con la aplicación fue un ejercicio frustrante. A las 8:34 a.m., cuando finalmente accedió, era demasiado tarde; situación fallida que se repitió, sin excepción, durante un mes.

La historia de Roberto podría ser fácilmente la de cualquier ciudadano que, por razones familiares, laborales, médicas o educativas, se ve obligado a cruzar la geografía antillana en medio de una crisis de transporte que afecta de manera severa la movilidad nacional.

El descontento entre los usuarios de la aplicación Viajando se basa en una compleja interacción de factores, donde el colapso en la capacidad de los servidores constituye uno de los inconvenientes, ya que la elevada demanda supera ampliamente la oferta, provocando que los pocos asientos se agoten en minutos; incluso, quienes logran reservar el espacio, a menudo encuentran obstáculos en el proceso de pago.

En ese sentido, algunos clientes registrados han hecho la sugerencia a la Empresa Viajero, hasta el momento sin respuestas, de comercializar los pasajes de forma escalonada, en diferentes horarios, separando rutas de mayor y menor demanda, y tipos de transporte.

Por su parte, el ministro del ramo, Eduardo Rodríguez Dávila, ha informado en su cuenta oficial de Facebook que no todas las capacidades están accesibles al público a través de la apk y las agencias. Una cantidad importante se destina a gestiones administrativas: empleados, casos de altas médicas y personas con discapacidad.

La problemática no termina ahí. Varios pasajeros, entre ellos, Miguel, que viajaba en un ómnibus a Matanzas, compartieron con Bohemia sus experiencias al señalar que se ha vuelto casi común que los vehículos partan de la Estación Central con un número considerable de asientos vacíos. “Los choferes hacen paradas en el camino para llenarlos y, en ocasiones, a escasos metros de la estación. ¿Acaso, cuando la guagua se detiene, no lo detecta el GPS?”, cuestionó. Esta práctica, que parece en complicidad con chequeadores y jefes de turno, indica la existencia de una cadena delictiva que se apodera de la ya menguada reserva de pasajes.

Una desacertada política de reintegros, implementada en octubre de 2023, acentúa el dilema de viajar. La normativa, presentada como una adaptación a los procesos de bancarización y pagos electrónicos, ha dificultado la oportunidad de que otros compren estos cupos reintegrados horas antes y aumenta, por consiguiente, la posibilidad de que luego sean revendidos. Asimismo, impide la recuperación del dinero del boleto al solo permitir el reintegro (del costo total) 48 horas previas al viaje, mientras que, con anterioridad, se podía realizar hasta 15 días después de la salida programada recibiendo un 75 por ciento del monto abonado.

El titular del sector, durante el trabajo en comisiones del Tercer Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su X Legislatura, se refirió al incremento de ofertas de capacidades a precios superiores a los de la Empresa Viajero por individuos ajenos a la entidad comercializadora, y reconoció que, los que compran por esas vías se convierten en cómplices de aquellos que buscan lucrar a partir de la necesidad

Como parte de la cruzada contra los revendedores se adoptaron medidas que robustecen la aplicación, pero que a su vez han complicado el acceso para los pasajeros regulares, quienes ahora deben sortear autenticaciones constantes y restricciones de búsquedas continuadas.

Al respecto, el ministro Rodríguez Dávila aseguró que el requisito de inscribirse mediante la obtención de los datos, que pueden verificarse con la Ficha Única del Ciudadano, busca evitar que se utilicen identificaciones de personas fallecidas o con otro tipo de impedimento para solicitar la compra. Sin embargo, en opinión de diversos clientes, esta seguridad excesiva resulta frustrante.

La realidad es perturbadora: cada semana, los pasajes habilitados a la venta, tanto por Viajando como a través de los 140 puntos de venta de la Empresa Viajero en todo el país, no satisfacen la solicitud de movilidad de la población, que supera en más de cinco veces la oferta.

Travesía sin frenos

En un recorrido que se ha convertido en ritual, Marta Sánchez, de 75 años, viaja mensualmente, desde hace 42 calendarios, a la provincia nororiental de Holguín. A su llegada a la estación, ubicada en Plaza de la Revolución, le embarga la tristeza. El bullicio, que otrora caracterizaba andenes y pasillos, ha quedado en el olvido. Marta teme, al observar el panorama desolador del lugar, que no vuelva el ajetreo de antaño.

La Empresa de Ómnibus Nacionales (EON) hoy enfrenta recortes en su programación diaria en comparación con etapas anteriores, una situación íntimamente ligada al deterioro del parque vehicular y a la escasez de combustible; problemas que se han acentuado también por el recrudecimiento del bloqueo económico, por los impedimentos que sufre Cuba en el momento de acceder a financiamientos y mercados cercanos.

Aidel Ramón Linares León, director general de la EON, corroboró a Bohemia con datos puntuales: “De los 1 000 ómnibus que operaban en diferentes rutas, actualmente contamos con 603. De esos, 128 se encuentran bajo un esquema de arrendamiento”. Por lo que solo 475 se hallan habilitados, de los cuales diariamente quedan fuera de operación alrededor de 230, lo que equivale a un 52 por ciento de cobertura técnica. “Más de 50 están de baja por falta de neumáticos y otros 60 por problemas con el motor”, añadió Linares León, quien enfatizó que la empresa no alcanza el 75 por ciento mínimo de disponibilidad del parque vehicular que garantice una prestación sin afectaciones.

Asimismo, el directivo compartió que actualmente existen 114 rutas activas, lo que representa el 73 por ciento del total que se mantenía en 2019. De estas, únicamente se aseguran 149 salidas, apenas el 36 por ciento de las 409 que funcionaban hace un lustro. Las limitaciones materiales y financieras no han permitido una solución satisfactoria a la demanda; varios servicios han pasado de brindar operaciones diarias a funcionar una, dos o tres veces por semana, dependiendo de la complejidad del itinerario.

En el contexto actual, la EON traslada un promedio de 9 500 pasajeros diarios, cifra inferior cuando se compara con los 17 500 que se transportaban hace cinco años. Adicionalmente, Linares León indicó que también se tienen obligaciones contractuales con las direcciones provinciales de salud, los conocidos Medibús, y para eventos de relevancia, como la Serie Nacional de Béisbol.

A pesar de las adversidades, confirmó que los trayectos intermodales entre La Habana-Batabanó, desde este puerto hacia Santiago de Cuba y Pinar del Río, al igual que sus retornos, y aquellos relacionados con el arribo de trenes nacionales al Oriente, se mantienen activos y sin interrupciones.

Sin movimiento

Yamilé, durante un reciente viaje a la provincia más occidental de Cuba, se encontró con una escena alarmante en la terminal de ómnibus: la sala de espera colapsada de pasajeros, ansiosos por partir. “Me extrañó ver a tantas personas. En el altoparlante dijeron que tres de las salidas del día estaban demoradas”, relató a Bohemia.

El directivo de la EON aclaró que “en las circunstancias actuales, con la situación energética y el detrimento del parque vehicular, la puntualidad de las salidas, que por lo general era del 99 por ciento, está en un 90 por ciento, y hay días que llega al 88”.

Linares León atribuye las demoras a la falta de combustible en el momento de iniciar los recorridos y las afectaciones eléctricas al serviciar. “Los apagones también nos golpean. Si estamos cogiendo un ponche, poco o nada se puede hacer hasta que se restablezca la electricidad”, explicó. De igual forma comentó que el traslado de pesados neumáticos se convierte en un desafío añadido.

Otro factor que complica aún más la situación son las roturas en carretera, que afectan la hora prevista del viaje y repercute en los pasajeros que tienen conexiones con otros destinos. “Tratamos de que el transbordo no supere las tres horas, pero muchas veces incumplimos porque ocurren en lugares apartados”, señaló el funcionario, quien agregó que “hace pocos días demoramos una salida por 45 minutos, La Habana-Matanzas, porque el ómnibus procedente de Pinar del Río se atrasó, y en él viajaban cinco personas que iban camino a abordarlo. Algunos comprendieron, aunque no faltaron malestares”.

Pese a los impedimentos, las guaguas continúan siendo el medio de transporte preferido por gran parte de los cubanos, gracias a su comodidad y rapidez. No obstante, los trenes cuentan con diferentes rutas y las oportunidades de hacerse con un boleto resultan mayor.

¿Luz al final del túnel?

El servicio ferroviario ha experimentado en los últimos cinco años un notable avance, caracterizado por la reactivación de diversos recorridos nacionales, interprovinciales e intermunicipales. Este repunte se evidencia en la incorporación de líneas como La Habana-Pinar del Río, La Habana-Artemisa, Guantánamo-Santiago y Guantánamo-Holguín, además de otras, que no solo benefician a las ciudades de origen y llegada, sino igualmente a las comunidades intermedias que atraviesan.

Rolando Navarro, vicedirector general de la Unión de Ferrocarriles de Cuba (UFC), destacó que el 2019 marcó un hito en la modernización de este sistema de transporte con la incorporación de 80 coches adquiridos ese mismo año: 73 para pasajeros y siete furgones. Actualmente, un tren parte de la capital hacia Holguín, Bayamo-Manzanillo, Santiago de Cuba y Guantánamo cada cuatro días, de forma que se cubre una ruta diaria hacia el Oriente. Mas, las programaciones de viaje desde la Terminal La Coubre resultan insuficientes.

En una visita que efectuara el equipo de Bohemia a esa estación de trenes de La Habana se pudo constatar que desde el 8 de agosto la lista de espera a destinos más demandados, como Santiago de Cuba, Guantánamo y Bayamo-Manzanillo, se encontraba detenida; las personas anotadas superaban las 2 000. Solo había para el tren La Habana-Holguín, con menos solicitudes por parte de los viajeros.

Con el propósito de mitigar esta crisis estacional, la UFC implementó la asignación de trenes adicionales durante el verano entre las cuatro rutas. Cada una, en promedio, transporta 500 pasajeros por viaje, que —debido a la movilidad por tramos— suele ser superior.

En 2023 se registró el transporte de 91 500 pasajeros más en relación con lo previsto para ese año y solo en los primeros seis meses de 2024 ya se llega a unos 47 500 viajeros adicionales, equivalentes al movimiento de 46 trenes extra.

El director general en funciones de Rutas Nacionales (RUN), Jorge Oliva, destacó cómo los trenes tienen un número de asientos destinados a las cabeceras provinciales, que se comercializan dos o tres veces debido al intercambio de viajeros; todo esto a partir de estudios de demanda y factibilidad que ha hecho la empresa.

Tardanzas sobre rieles

La insatisfacción de los pasajeros acerca de la transportación ferroviaria se concentra, sobre todo, en las frecuentes tardanzas en las salidas y las prolongadas demoras durante el trayecto. Una de las afectadas, María, oriunda de Guantánamo, compartió su frustración tras un viaje a la capital el pasado 30 de julio. “Estuvimos detenidos más de tres horas en las inmediaciones de Campo Florido debido a reparaciones en la vía; ya llevaba 20 horas sentada”, lamentó.

La raíz de esta problemática fue abordada por el vicedirector general, quien definió de millonario el presupuesto destinado al mantenimiento de la Línea Central. En su diagnóstico, Navarro explicó que en disímiles circunstancias no pueden comprar ni siquiera los medios de protección. “Aseguramos los más importantes, pero cuesta trabajo. La producción nacional es bastante cara y comprarlo aquí a menudo resulta tan costoso como traerlo de otros lugares”, detalló el funcionario.

La falta de recursos ha tenido un impacto directo en la calidad de la prestación y el cumplimiento del horario establecido. En algunas secciones de la línea se podría viajar a velocidades de 120 kilómetros por hora, pero la realidad es que se han tenido que reducir a 70 y muchos trenes circulan a una media que no sobrepasa los 45 kilómetros por hora debido al mal estado de las vías. “A esos coches que llevan cinco años de explotación no se les ha podido hacer un mínimo de mantenimiento, ni siquiera se les ha cambiado un simple bombillo desde que llegaron. Y debemos cuidarlos porque es lo que tenemos”, subrayó.

Navarro resumió las principales causas de la extensión del tiempo de viaje: una velocidad restringida por el deterioro de la infraestructura, el número de paradas planificadas, así como las nuevas que se han añadido a solicitud de la población. Además, todas las locomotoras que arriban deben someterse a un mínimo de 10 horas de mantenimiento en el taller. “Necesitaríamos al menos cinco máquinas para evitar que ocurrieran esos inconvenientes y no siempre contamos con ellas”, puntualizó.

(Tomado de Bohemia)

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Un comentario

  1. Buenas tardes, soy un usuario muy habitual de la aplicación, ya que por motivos de trabajo viajo al menos una vez en la semana a otra provincia. En lo personal mi experiencia con la aplicación ha sido muy positiva, y me ha ahorrado horas de espera e incertidumbre en agencias y listas de espera. Creo que gran parte de todos los problemas que se achacan a la aplicación tienen su raíz en la escasa disponibilidad de transporte. No importa cuántos arreglos se hagan, la proporción de clientes insatisfechos siempre será altísima. En cuanto a la reventa de pasajes, toca a las autoridades tomar cartas en lo legal, ya que esos casos son detectables desde la propia aplicación

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