En el marco de la recuperación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) tras el paso del huracán Melissa, la Oficina Nacional para el Control del Uso Racional de la Energía (ONURE) en esta provincia oriental reafirma su papel como autoridad reguladora nacional. Su labor se enfoca en garantizar la disciplina y la eficiencia en el consumo de portadores energéticos durante este proceso crítico.
La entidad, con amplia experiencia en acciones de control y regulación, forma parte integral del Programa para la recuperación del SEN y vela por el cumplimiento del Decreto 345, normativa que establece los parámetros para el uso eficiente de la energía y la implementación de fuentes renovables.
Las acciones en el terreno han sido intensivas. De acuerdo con Alfredo Bonilla Cutiño, jefe del Grupo de Control Energético, hasta septiembre de 2025 se realizaron 2 238 acciones de control, entre ellas inspecciones integrales, despachos, verificaciones en emplazamientos de grupos electrógenos y coordinaciones con la fiscalía.
Estas labores permitieron detectar deficiencias en varias entidades, relacionadas con la falta de autoinspecciones, bitácoras desactualizadas, uso innecesario de iluminación y depósitos de combustible con certificaciones vencidas.
En algunos casos, dijo, se aplicaron medidas como la reducción del 50 por ciento (%) del combustible administrativo.
Las principales irregularidades identificadas incluyen ausencia de cálculos de intensidad energética, acomodo de carga eléctrica desactualizado, hojas de ruta con enmiendas y tachaduras, y deficiencias en el control documental, explicó.
Estos resultados evidencian la necesidad de fortalecer la disciplina energética en todos los sectores, estatales y privados, así como en el ámbito residencial, manifestó.
Más allá de la fiscalización, la institución promueve la modernización. Según Leticia Ramos Stivens, especialista de Comunicación de la ONURE Santiago, la institución trabaja también en la introducción de tecnologías modernas que permitan grandes ahorros al SEN y a la economía de los clientes.
La proyección de futuro es clara. Para el año 2026, comentó, la entidad proyecta ampliar su alcance hacia los actores económicos privados, con planes de inspección, asesoría y comunicación que garanticen el cumplimiento del marco regulatorio vigente y promuevan el uso racional de la energía.
De acuerdo con Ramos Stivens,se prevé incentivar el desarrollo de fuentes renovables y la eficiencia energética como pilares de la sostenibilidad.
El plan de acción es multifacético. Entre las acciones previstas destacó la colaboración con la Universidad de Oriente y otras instituciones en proyectos de eficiencia energética, campañas de promoción del uso racional, asesoría a círculos de interés, actividades educativas con patrullas escolares, intercambios con organizaciones políticas y de masas, y una divulgación permanente en medios de comunicación y redes sociales.
Todo este trabajo se sistematiza y evalúa de manera constante. Todas las acciones ejecutadas en el territorio son monitoreadas y analizadas diariamente en los consejos energéticos a nivel municipal, provincial y nacional, con el objetivo de trazar estrategias que mejoren el desempeño energético, significó.
La labor de la ONURE en Santiago de Cuba se consolida así como un componente esencial en la recuperación y modernización del sistema eléctrico, en beneficio de la población y de la economía del país, integrando el control riguroso con la promoción de una nueva cultura energética.
