¿Qué es BlackRock? La empresa acusada de ser la «dueña del mundo»

Conocida para los del mundo de las inversiones, pero que fuera de él, es reconocida como la “dueña del mundo en las sombras” que -en teoría- influye en importantes decisiones a nivel global. Se trata de la estadounidense BlackRock.

Fundada en 1988 y con su figura principal, Larry Fink, ostentando un puesto en el consejo directivo del Foro Económico Mundial, la empresa es conocida por la cantidad de dinero y activos que maneja, superior en equivalencia a la economía de grandes países.

Sin embargo, también existe una especie de aura conspiranoica, donde BlackRock toma decisiones desde las sombras para el beneficio de sus dueños y accionistas.

¿Pero qué es realmente BlackRock? ¿Qué hace? ¿Cómo obtiene dinero y qué tanto de cierto puede haber en las creencias que rodean a la mayor gestora de activos del mundo?

Qué es BlackRock

Como se señaló, BlackRock es una gestora de activos.

¿Y qué hace una gestora de activos? Toma el dinero de los inversores -personas comunes y corrientes, grandes fortunas, empresas o multinacionales- y lo invierte en los productos que la propia BlackRock ofrece o también en los diversos mercados, buscando generar rendimientos positivos y cobrando una comisión por ello.

Según Reuters, en enero BlackRock informó que la cantidad de activos bajo su gestión alcanzó los US$11,5 billones en el último semestre del 2024.

Y hablamos de billones en español. En inglés, se hablaría de “trillions”. Como comparación, en 2023 el Producto Interno Bruto de Estados Unidos (EEUU) fue de US$27,2 billones, mientras que el de China fue US$17,9 billones.

Según explicó a BioBioChile el académico de Ingeniería Comercial en la UDLA Sede Viña del Mar y Máster en Economía, Ricardo Duran, la compañía maneja el dinero de sus clientes en ETF’s (una especie de “canasta de activos que se tranzan en bolsa como unidad y replican un índice”), acciones, bonos o inversores institucionales como compañías de seguros, bancos centrales, fondos soberanos o de pensiones.

Como dato: en las cinco mayores compañías por valor de mercado; Apple, Microsoft, Nvidia, Amazon y Alphabet (Google), BlackRock aparece en la lista de principales accionistas institucionales en cada una de ellas, al igual que Vanguard, otra gestora que también posee parte de la propiedad de BlackRock (y viceversa).

BlackRock: ¿Dueña del mundo en las sombras?

Lo que señala la teoría, tanto por la forma en que BlackRock trabaja y cómo gestiona el dinero de sus inversores, es que no, la empresa no es la “dueña del mundo en las sombras”.

Vamos por partes.

Las inversiones que realiza la empresa son con el dinero de sus inversores, por lo que esos recursos no son estrictamente propiedad de BlackRock; solo las administra según también lo dispongan sus propios inversores que, en un caso sumamente hipotético, podrán en su mayoría acordar retirar tales recursos y la empresa tendría que entregárselos.

Durán explicó al respecto que “la diferencia entre BlackRock y cualquier otro fondo de inversión es el volumen de activos que maneja, por lo que la inversión de esta en empresas grandes como Apple, Walmart o farmacéuticas Pfizer, Merck y Johnson & Johnson, responde principalmente a la búsqueda de rentabilidad asociada a los flujos futuros” de las mismas.

Por ello, según el economista, más que conseguir puestos en directorios de empresas, las posiciones de la gestora “solo son vistas como buenas opciones de inversión”.

Medioambiente y el “greenwashing”

Con todo lo anterior, si es de destacar la gran influencia que tiene la compañía alrededor del mundo, mediante sus inversiones o lobby.

Uno de los aspectos que más se critica a la empresa es lo relacionado a la sostenibilidad y el medio ambiente: si bien promociona productos como ETF enfocados en empresas del sector de energías verdes, y su máximo ejecutivo hace llamados en pro de una agenda sin emisiones, se siguen destinando grandes sumas de dinero para invertir en firmas que consumen combustibles fósiles.

En resumen, diversos sectores acusan que estarían realizando un “greenwashing”, o lavado de imagen usando causas ambientales.

Así, surgen críticas a BlackRock “por la hipocresía y la contradicción entre lo que dicen y lo que hacen”, según señaló el fundador de la inversora británica Bluebell a CNN, citado por Deutsche Welle (DW).

Con todo, esto no sería algo que la firma intente ocultar, ya que en 2022 la directora de Asuntos Externos de BlackRock, Dalia Blass, escribió a las autoridades en Texas que ellos son “el inversor más grande del mundo en empresas de combustibles fósiles y, como inversores a largo plazo en estas empresas, queremos que tengan éxito y prosperen”, consigna DW.

“Influir en el sistema financiero global”

Por su parte, el académico de la UDLA dijo que la mayoría de grandes fondos de inversión están regulados, “sus decisiones no pueden ser tomadas en las sombras, pero sí puede ocurrir que los CEO de estas compañías no siempre sean visibles”.

En este caso, Larry Fink no necesariamente es una figura reconocida al nivel de Bill Gates, Elon Musk ni el fallecido Steve Jobs. Sin embargo, sus cartas o declaraciones suelen estar en el radar de aquellas personas cercanas al mundo de las inversiones, bolsas y acciones.

Volviendo a las “conspiraciones” alrededor de BlacRock, Ricardo Durán sostuvo a BBCL que “si bien ha sido criticada por seguir invirtiendo en empresas basadas en combustibles fósiles o tener influencia en decisiones gubernamentales -por su fuerte lobby o la cercanía que tendría Fink con la Fed, el banco central de EEUU-, es importante destacar que temas como pobreza o medioambiente no son de su responsabilidad”.

Así, el académico sentenció que “su función principal es la gestión de fondos” y que, además, “tampoco tendría la capacidad para resolver estas problemáticas”.

“Su influencia, más que su poder, recae principalmente en la capacidad que poseen como gestores de los fondos de los inversionistas que representan, de decidir dónde se invierte, por lo que pueden influir de gran manera en los flujos de capital en el mundo y con ello en el sistema financiero internacional”, concluyó Durán.

Autor

Comparte este artículo

Cuadrando la caja

Cuba: ¿Economía de guerra o guerra económica?

Bancarización en el campo: ¿Una buena cosecha?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *