La Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS) implementa el proyecto Más Café, con el objetivo de revitalizar la industria del café en el oriente de Cuba, mejorando tanto la productividad como la calidad del grano arábico.
Según dijo a la Agencia Cubana de Noticias Antonio Festa, director de AICS, la iniciativa opera en Santiago de Cuba, Holguín, Guantánamo y Granma, con el propósito de aumentar la capacitación técnica de los participantes en la producción de café.
Además, se busca incrementar la producción y elevar la calidad de vida de los agricultores, incluyendo a las mujeres, en las comunidades montañosas.
Con más de una década de operaciones, Más Café inició su tercera fase en mayo de 2024 y se ha expandido para incluir el cultivo de plantas medicinales, dada su importancia para el sustento de las familias caficultoras en sus sistemas agroalimentarios locales.
Festa anunció que el proyecto ha alcanzado un éxito significativo en la cooperación triangular en el ámbito agrícola, a través de la implementación de programas de capacitación e investigación diseñados para mejorar las oportunidades profesionales en el sector.
Asimismo, la iniciativa ha resultado en la formación de 2 088 estudiantes de institutos politécnicos, 33 catadores, 5 703 productores y 610 mujeres en técnicas avanzadas de injerto.
El proyecto, apoyado en gran parte por la cooperación internacional, incluye la colaboración del Ministerio de Agricultura, el Grupo Empresarial Agroforestal y el Instituto de Investigaciones Agroforestales, fortaleciendo así el sector agroforestal y cafetalero en la región oriental del país.
Un comentario
Me hubiera gustado ver los resultados en la producción, que tanto necesitamos, pues lo que muestra el reportaje es en preparación del personal, cosas en la que nuestro país tiene (si no la ha perdido) bastante experiencia cafetalera…entre 1962 y 1965 participé como estudiante desde Santiago de Cuba en 4 recogidas en la Siera Cristal y en la Maestra. En aquellos tiempos desde los campesinos hasta en las despulpadoras y tostaderos teníamos una magnífica cultura cafetalera, tanto que colaboramos y enseñamos a los vietnamitas, que hoy están entre los primeros productores mundiales.