Canadá solo llegará a un acuerdo comercial con Estados Unidos antes del plazo del 1 de agosto fijado por el presidente Donald Trump si este resulta beneficioso para los ciudadanos canadienses, destacaron este jueves fuentes oficiales.
Al concluir una reunión con los primeros ministros de las provincias y territorios, el primer ministro Mark Carney declaró que su gobierno “no aceptará un mal acuerdo”, según reportó la Cadena Radio Canada International.
“Nuestro objetivo no es alcanzar un acuerdo cueste lo que cueste. Buscamos un acuerdo que beneficie a los canadienses”, enfatizó Carney.
Advirtió que, aunque continúan las complejas negociaciones con Washington, de no lograrse un resultado ventajoso para ambas partes, Ottawa evaluará la situación y definirá los próximos pasos.
Durante el encuentro, los líderes provinciales y territoriales adoptaron una postura unificada respaldando la posición de Carney, y expresaron “una enorme confianza en el primer ministro y en el equipo” negociador.
Asimismo, coincidieron en que Canadá debe “centrarse en lo que va a fortalecer” su economía, en lugar de reaccionar constantemente a las acciones de Trump.
La estrategia económica canadiense frente a los aranceles estadounidenses se sustenta en dos principios: apoyo a industrias afectadas como la madera, el acero, la automotriz y el aluminio; y estímulo al crecimiento interno mediante la eliminación de barreras comerciales domésticas y la aprobación acelerada de proyectos estratégicos.
En este contexto, Carney confirmó que la nueva Oficina de Proyectos Federales iniciará operaciones en septiembre, sirviendo como ventanilla única para la aprobación de grandes proyectos de infraestructura.
Paralelamente, los primeros ministros de Ontario, Saskatchewan y Alberta firmaron un memorando de entendimiento para desarrollar nueva infraestructura energética, destacando la urgencia de reemplazar el oleoducto Línea 5, que transporta diariamente 540 000 barriles de petróleo y líquidos de gas natural desde Alberta hasta Ontario a través de Estados Unidos.
Carney reiteró que un buen acuerdo con Washington fortalecería la histórica relación bilateral, pero aclaró que esto“no impedirá que Canadá amplíe las relaciones con otras naciones” del mundo, reflejando los esfuerzos de diversificación comercial hacia Europa, Asia y América Latina.