Presión fiscal y aranceles de EE.UU.: La tormenta que frena a la economía alemana

El Consejo Alemán de Expertos Económicos ajustó este miércoles a la baja sus proyecciones para la economía alemana, anticipando un estancamiento en 2025 tras una “pronunciada fase de debilidad” que se extendería hasta el próximo año.

La institución, encargada de asesorar al gobierno en políticas económicas, había estimado en noviembre un crecimiento del 0.4% para este año, pero ahora prevé un desempeño plano, marcado por tensiones comerciales globales y limitaciones internas.

Alemania, la mayor economía de Europa, enfrenta un escenario complejo: es el único miembro del G7 que no ha registrado crecimiento en los últimos dos años, informó Reuters.

Factores como las restricciones fiscales —impulsadas por normas de endeudamiento público— y una prolongada recesión en sectores industriales clave, como la manufactura y la energía, han profundizado su desaceleración.

Además, los aranceles anunciados por el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazan con golpear aún más a un modelo económico históricamente dependiente de las exportaciones, que representan cerca del 40% de su PIB.

“La economía alemana se verá influida significativamente por dos factores en un futuro próximo: la política arancelaria estadounidense y el paquete fiscal”, señaló Monika Schnitzer, presidenta del consejo, en un comunicado.

Estados Unidos fue el principal socio comercial de Alemania en 2024, con un intercambio bilateral de bienes valorado en 253 000 millones de euros (284 000 millones de dólares).

Expertos subrayan que incluso si las medidas proteccionistas no se materializan en su totalidad, la incertidumbre generada por la retórica de Trump ya está afectando la confianza de inversionistas y empresas.

“Incluso si efectivamente sucede que los aranceles se reducen, que Trump tiene éxito con su ‘economía de acuerdos’ y los países simplemente comercian y los aranceles no son tan altos, ha logrado introducir una enorme incertidumbre en el sistema”, advirtió Ulrike Malmendier, integrante del organismo, durante una conferencia de prensa en Berlín.

El panorama se complica por desafíos estructurales internos, como el envejecimiento poblacional, la transición energética y una burocracia que, según críticos, frena la innovación.

A esto se suma un paquete fiscal gubernamental —que incluye recortes de gasto para cumplir con las reglas de deuda—, el cual podría limitar la capacidad de estímulo ante una crisis.

Comparte este artículo

Cuadrando la caja

Cuadrando la caja: “Bajo el fuego cruzado de la guerra arancelaria”

Cuadrando la Caja: Demografía y…¿economía?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *