Precios en Cuba: Entre el control estatal y las dinámicas del mercado

Transcripción del programa Cuadrando la Caja, 30 de marzo de 2025

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Hola, muy buenas noches. Es un placer volver a saludarle en Cuadrando la Caja, su espacio para debatir y reflexionar sobre la economía cubana. Hoy hablaremos de un tema… y vaya tema: los precios  Sobre ¿cómo se controlan los precios?, ¿cuáles son las variables que influyen en el alza en los últimos años?, pero también sobre las medidas que se toman en el país para poder controlarlos. Estaremos conversando hoy en Cuadrando la Caja. Mi nombre es Oscar Figueredo, y enseguida comenzamos.

Para hablar de este tema tan importante, cardinal y de actualidad en el país, me acompaña en el panel Silvio Gutiérrez Pérez, Máster en Finanzas Públicas y director del Centro de Estudios Contables y Financieros de Seguros del Ministerio de Finanzas y Precios. Muy buenas noches.

M.C. Silvio Gutiérrez Pérez: Buenas noches.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: También tengo el placer de que nos vuelva a acompañar en Cuadrando la Caja el Máster en Ciencias Carlos Enrique González García, investigador del Centro de Estudios de la Economía Cubana.

M.C. Carlos Enrique González García: Gracias por la invitación.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Además, nos acompaña por primera vez en nuestro programa Glenis González Almaguer, directora de Finanzas de La Habana. Muy buenas noches.

Lic. Glenis González Almaguer: Muy buenas noches, gracias.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Conociendo a nuestros panelistas, los invito a hacer una pequeña pausa y enseguida comenzamos el debate.

Siempre que se habla del tema de los precios, yo creo que hay que empezar por la lógica básica. O sea, cuando se habla de precios, ¿qué son? Realmente, ¿cómo se forman? Porque es una variable económica. Silvio, explícanos un poco a la teleaudiencia de qué estamos hablando.

M.C. Silvio Gutiérrez Pérez: Con mucho gusto. En realidad, muchos cubanos hablamos de precios y nos sentimos con amplio conocimiento sobre esta categoría.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Es como la pelota, exactamente.

M.Sc. Silvio Gutiérrez Pérez: Generalmente ocurre así. Para muchas personas, el precio es una cantidad de dinero que hay que pagar por un bien o un servicio que uno recibe. Realmente, cuando uno lo estudia y lo analiza, se da cuenta de que es una categoría económica profunda, compleja, que expresa determinadas relaciones de producción y fenómenos que están ocurriendo en la vida. Yo siempre le digo a mis alumnos que el problema de los precios hay que encontrarlo en la realidad económica. O sea, el precio expresa los problemas que tiene la realidad económica y es una categoría muy dinámica y compleja en sus manifestaciones.

Me gustaría, de todas formas, referirme a que el precio no anda solo. El precio anda con políticas, en un país como el nuestro, donde existe la propiedad social y donde el Gobierno considera que debe dirigir la política de precios. Es importante conocer que existe un conjunto de principios para dirigir los precios.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: ¿Y cómo se van conformando estos? ¿Hay variables? ¿Depende del costo? ¿Depende de cómo se forman?

M.C. Silvio Gutiérrez Pérez: Sí, exactamente. Antes de hablar de la formación, lo primero que debemos ver es quiénes aprueban los precios. O sea, en una economía como la nuestra, la aprobación de precios en los últimos años ha transitado hacia una descentralización. En los años 90 y al principio de los 2 000, muchos de estos precios estaban centralizados en un Comité Ejecutivo, quizás en los ministerios. Esto ha ido pasando a las empresas, a los Consejos de Administración Municipales, a los llamados comités de concertación de precios, y quedan solo algunos, los decisivos, los transversales, en el Comité Ejecutivo, como la leche, el ganado, los combustibles; estos que son precios importantes.

En la aprobación, es importante saber que nosotros, en este momento, tenemos también una economía emergente que está ocupando un espacio significativo en nuestras relaciones de producción: las formas no estatales de producción. Y, como por su carácter no estatal o privado, estas entidades tienen la facultad de aprobar por sí mismas los precios de sus producciones.

Donde se distingue algo es en el tema de la formación, a lo que usted se refería. O sea, los precios, cuando es una entidad estatal, tienen una política, una forma, una metodología de formación de precio, que es la llamada Resolución 148 y la 209, de reciente aprobación (relativamente reciente, del 2023), que es la que regula cómo se forman los precios entre estas entidades y la población.

Como es lógico, la entidad no estatal utiliza diferentes métodos, algunas veces índices, para formar un precio desde el costo, desde el salario, y de ahí calculan ellos un precio. Aunque esta propia resolución refiere que ellos deben mostrar, siempre que haya una inspección, una negociación, un vínculo, una ficha de costo, que es lo que, en este caso, de manera general, norman estas normas jurídicas.

Y por último, ya hablando de política, el control, que es uno de los asuntos que tenemos aquí. O sea, no puede haber una política de precios si no hay control.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Exactamente.

M.C. Silvio Gutiérrez Pérez: Tiene que haber inspección.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Y de esas cosas vamos a hablar mucho más adelante aquí en el programa. ¿Carlos, coincides con el profe?

M.C. Carlos Enrique González García: Sí, claro. Sobre todo, llamar la atención sobre algo clave de lo que se dijo: que los precios son una relación que se establece en la sociedad, una relación que se establece entre una capacidad de demanda y una capacidad de oferta. Y aunque, efectivamente, hay precios que se forman por determinadas metodologías, también muchos de los precios, la mayoría en la economía, se forman a través de esas relaciones que se establecen en el mercado entre oferta y demanda.

Cuando hablamos de oferta, es la cantidad de productos que hay, la capacidad de ofertar productos. Cuando hablamos de la capacidad de demanda, estamos hablando de la cantidad de dinero que existe para comprar esos productos. En la medida que se relacionen esa cantidad de productos con una cantidad de dinero determinado, los precios van a responder de una manera u otra, van a reaccionar hacia arriba o hacia abajo, o se van a mover en determinada lógica.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Hay un dato fundamental a la hora de hablar de los precios, que es el índice de precios al consumidor, que también tiene que ver un poco con la inflación. Para el cubano en el día a día, es la expresión de que los precios sigan aumentando; sin embargo, para un economista, se ve desde indicadores económicos o macroeconómicos.

Realmente, se ha apreciado en los últimos años un aumento, un alza en los precios en el país, que se expresa propiamente en esta inflación. ¿Qué elementos están incidiendo hoy en el país para que sigan subiendo esos precios y que, por supuesto, siguen afectando la capacidad de compra de la población?

Lic. Glenis González Almaguer: Buenas tardes. Con respecto a los precios, creo que es una tarea muy importante y que todavía está pendiente, que no hemos podido lograr de alguna manera: poder contener precios que son básicos para la población. Y para eso, como bien explicaban los profes, nosotros debemos tener en cuenta la base legal que establece hoy la formación de los precios. Hay normativas que, desde el punto de vista de los ministerios —principalmente en el Ministerio de Finanzas y Precios— se han escrito sobre estos temas y tienen que ver con la Resolución 148, como le explicó, la Resolución 209, y la Resolución 225, recientemente en el año 2024.

En un momento determinado, cuando se hizo la evaluación de la resolución, hubo un proceso de intercambio, primeramente, porque tiene que ver con seis productos que hoy se están comercializando en la actividad de trabajo por cuenta propia y los actores económicos. Esto tiene que ver, de alguna manera, con la decisión de poder topar estos precios. Principalmente, nosotros hicimos una evaluación y un proceso de intercambio con los actores económicos, que es donde mayormente se está viendo hoy estos productos, como el pollo, el aceite, la salchicha, el detergente, las pastas largas.

Se tuvo en cuenta el beneficio, desde el punto de vista que tienen los actores económicos a la hora de ellos hacer una importación, y tiene que ver con la exoneración de los aranceles para poder evaluar en el comercio mayorista de esa importación y poder vender en el comercio minorista los precios que están establecidos y topados en esta resolución.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Eso es un tema que nos va a ocupar buena parte del segundo momento del programa. Pero, ¿por qué siguen subiendo los precios hoy? ¿Por qué la gente dice: “Me despierto y al otro día me cambiaron el costo real de lo que tenía. Si hoy la leche costaba una cosa, ¿por qué mañana cuesta otra?” ¿Es realmente solamente un factor externo? ¿Influyen factores o elementos internos?

M.C. Carlos Enrique González García: Efectivamente, no cabe duda de que Cuba tiene un problema con la inflación. Cuando hablamos de inflación, estamos hablando de un aumento sostenido de los niveles de precios de la economía en el tiempo. No es que haya subido el precio de un producto que puede pasar puntualmente, sino un aumento de la mayoría de los precios dentro de la economía.

Se puede decir que, en los últimos cuatro años, efectivamente, los precios en Cuba se han multiplicado varias veces en los niveles que están. Tenemos que aclarar que la inflación —o sea, los aumentos de precios en la economía— es un factor que depende de muchos elementos. Por ejemplo, los precios internacionales influyen: en la medida que suban los precios del combustible, puede provocar aumentos de precio. Pero hay muchos elementos o muchas causas de esa inflación que se pueden encontrar internamente, en las condiciones internas que tiene Cuba.

Podemos mencionar algunas. Un primer elemento son las caídas de la producción. Como decíamos, los precios son una relación entre cantidad de productos y cantidad de dinero. Si hay menos productos, si hay caídas de producción, eso se ve, por ejemplo, en la economía cubana. Hemos tenido en los últimos años caídas importantes de la producción agrícola, que son donde están principalmente los alimentos a los que accede la población. Y, por tanto, si tenemos menos productos, entonces mayores niveles de precio.

También influye mucho el tema de la demanda, o sea, el tema de la cantidad de dinero. En Cuba, en los últimos años, hemos tenido déficits fiscales importantes, déficits fiscales que se financian con emisiones monetarias que no tienen contrapartida de productos. Digamos que tenemos la tormenta perfecta: una economía con menos productos, con mayor cantidad de dinero, y esa relación que se establece, esos precios que se establecen en el mercado, pues entonces tienen un aumento constante.

Hay otros elementos que influyen mucho, como la posibilidad de acceder a nuevos productores y nuevos comercializadores. Está probado que, en la medida que tengas más comercializadores, que tengas mayor cantidad de negocios comercializando, los niveles de precio tienden a disminuir, mientras que cuando tienes pocos negocios que pueden ejercer un poder monopólico, eso tiende a mantener los precios más altos.

Entonces, muchos de estos elementos influyen.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Silvio, ¿eso tiene que ver un poco con los precios especulativos que muchas veces ustedes mismos denuncian?

M.C. Silvio Gutiérrez Pérez: A mí me gustaría, de todas formas, precisar. Tengo un enfoque quizás distinto en el orden. Yo creo que muchos de los problemas que tenemos nosotros en la producción, que son objetivos —como dijo Carlos Enrique—, dependen de una causa anterior. Hay un problema estructural de la economía nacional: años con dificultades, con errores (todos los países, en definitiva, cometen errores económicos). Pero tenemos una causa esencial, que es la escasez o las limitaciones serias que tenemos para la adquisición de divisas. Si no hay divisas, no solamente no puedes comprar, sino que no puedes comprar factores de la producción: no puedes comprar insumos, no puedes comprar piezas, equipos; en el caso de la agricultura, semillas de más desarrollo. Y eso es lo que te genera la falta de producción.

Muchas veces, uno empieza los análisis por la producción, pero aquí, en el caso de Cuba, yo soy de ese criterio: es desde el orden de la escasez de divisas y de las medidas que se han tomado contra este país para limitar recursos, la crisis económica que nos han conducido y las que no nos dan esas posibilidades de desarrollar con mucho lo que hacemos.

Ahora, evidentemente, en la medida que esto se agudiza —y hay momentos más agudos que otros—, esto genera incrementos de precio más amplios. De hecho, usted va a un mercado agropecuario y le pregunta a un comercializador: “¿Por qué incrementaste el precio de la fruta bomba?” Y él responde: “Es que subió la tasa de cambio”. Ellos asocian el costo también, la oferta y la demanda, pero ellos identifican el costo y el peso que tienen en ellos el componente en divisa, que le pueden valorar la divisa. Y ahí usted siempre vio históricamente un incremento de los precios en relación con el incremento de la llamada tasa de cambio informal.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Un contexto bien complejo, que evidentemente se refleja en ese costo, en ese precio, al que cada día los cubanos tenemos que enfrentarnos cuando vamos a adquirir un producto, y que, por supuesto, la población tiene mucho que decir. Les propongo irnos un momento a la calle, escuchar las opiniones que tiene la población sobre los precios y, sobre todo, sobre el control que se hace desde el Estado. Y enseguida seguimos Cuadrando la Caja.

(Opiniones de la población)

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Interesantes las opiniones que escuchamos de la población. Reflejan una realidad difícil, compleja, que se agudiza cada día, porque, como hemos visto, se expresa cada día en el IPC, en ese incremento sostenido de la inflación, como decían mis panelistas. Y que, por supuesto, estas personas con menos recursos, con menos ingresos —sobre todo las personas más vulnerables, las personas mayores— son los que más lo sufren.

Y por eso mismo, en muchas ocasiones, en el país se ha hablado de topes de precio, de precios máximos. Y ahí se arma la tormenta. O sea, algunos defienden esta medida con ese carácter social que tiene de protección a la población; sin embargo, otros dicen que no es, digamos, lo suficientemente efectiva desde el punto de vista económico.

Cuando se habla de topes de precio, ¿de qué estamos hablando? ¿Cuáles son, digamos, los elementos positivos y negativos que podría tener esta medida de tope de precio, que se ha aplicado reiteradamente a lo largo de la historia de la Revolución y de nuestro gobierno?

Bueno, cualquiera. Los tres quieren. Bueno, vamos a darle la palabra a Glenis, que es la que menos ha hablado.

Lic. Glenis González Almaguer: Con los precios hoy topados, nosotros tenemos que empezar hablando que el país, en 66 años de Revolución, uno de los productos en los cuales se distribuye la canasta básica, los precios que tienen están subsidiados a la población. Y que, independientemente de que sabemos que no es eficiente, se han tomado medidas para que, fuera de la canasta básica, existan estos productos en los cuales yo hacía referencia anteriormente en mi intervención, donde son productos básicos y elementales en la alimentación de la población. Y es por eso que, en este proceso que se llevó a cabo con la Resolución 225, se pudieran topar estos precios para que, de alguna manera, poder contener el precio final que es el que está en esta resolución.

Sabemos que, en algunos municipios —principalmente en algunos territorios— no siempre se ha cumplido con lo que está establecido en la resolución del Ministerio de Finanzas y Precios. Pero se hace con el objetivo de que no siga subiendo más del precio que está establecido en esa misma resolución.

Como veíamos, el propio aceite, como bien decía la consumidora: el litro de aceite en 990 pesos. Donde esté a más de 990 pesos, está violando lo que está establecido por el Ministerio de Finanzas y Precios. Y para eso también existen las áreas de protección al consumidor en los diferentes establecimientos, donde se puede realizar la queja o la denuncia. E inmediatamente, también, los equipos de inspección de comercio estatal, ahí está también la Dirección de Finanzas y Precios en los municipios, el equipo de inspección del propio gobierno provincial, donde se le da el tratamiento requerido, porque está incumpliendo con una resolución estableciendo precios topados y que no puede ser por encima de ese precio.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Silvio, Carlos, ¿topar o no topar?

M.C. Silvio Gutiérrez Pérez: Más global la explicación, pero me gustaría ver en mi economía —como en muchas áreas de la vida— que cualquier decisión que se adopte siempre va a tener aspectos positivos y aspectos negativos. Eso es inevitable.

Las personas que defienden una decisión de este orden, por ejemplo, argumentan que, con establecer un límite máximo a los precios, puede estar por debajo, puedes tú lograr que las personas tengan más acceso y que haya más personas que tengan acceso a determinados productos. Puedes alcanzar también, quizás, que determinados productos se puedan encontrar en una mayor cantidad de lugares, con más personas.

Evidentemente, esto es una distorsión para el mercado. Sobre todo, estamos hablando de un mercado libre que tenemos nosotros. En cualquier área, cualquier hecho que modifique esa situación en el mercado genera consecuencias. Un ciclón genera una consecuencia, un comentario de una personalidad en el mundo modifica los precios en cualquier lugar. Entonces, es verdad que se distorsiona.

Donde creo que debemos insistir es: ¿cómo hacemos el tope de precios? Que podemos abordarlo con más calma después. O sea, si nosotros logramos que los topes de precio o los límites máximos de precio respondan a una realidad, va a haber distorsión, siempre va a haber personas que se sientan conmovidas con ese hecho. Pero vamos a ver qué efecto tiene y cuánto puede durar esa situación.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Estamos hablando de que también estos topes de precios muchas veces se hacen —y sabemos que es así—, primero, para contener esa espiral inflacionaria, pero también se hace para proteger a esas mismas personas, como veíamos en el material, que con un salario mínimo o con una pensión sabemos que hoy, en la Cuba de hoy, es muy difícil poder realmente vivir.

Pero Carlos me decía: ¿qué pasa? También hay efectos negativos a lo interno de la economía, y que también pueden —bueno, y que la gente también lo sabe— porque a veces, cuando uno topa precios, las cosas desaparecen del mercado.

M.C. Carlos Enrique González García: Sí, Oscar. Si me permites, dividir en dos elementos que creo que es importante resaltar:

Lo primero es que la posibilidad de topar precios, de controlar precios, es una de las políticas que está dentro del set de posibilidades de políticas de un Estado.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Y que no solamente se ha hecho en Cuba.

M.C. Carlos Enrique González García: Se hace en muchos lugares. Lo normal es que no es lo mismo topar o establecer controles sobre precios que son precios minoristas, que van directamente a la venta del público, que, por ejemplo, sobre productos que son insumos. Es muy común en el mundo establecer controles de precios sobre productos que son insumos. Porque un insumo que sea muy caro —por ejemplo, el combustible, la electricidad—, vemos muchas experiencias en Europa de controles de precios sobre estos productos. Es una forma de ganar eficiencia dentro de la economía.

Al mismo tiempo, no es lo mismo topar un precio de un producto que sea producido por el Estado y que el Estado decida: “Los productos que yo produzco, voy a establecer un precio determinado, voy a establecer determinado límite”, que en productos donde los productores son privados y son vendidos a la población y, por tanto, los demandantes son también de la población.

El Estado tiene derecho a los productos que produce, normalmente en condiciones específicas donde domina el mercado, donde tiene la mayoría de la producción, pues puede establecer determinados precios.

Tiene elementos negativos. Cuando estamos hablando de los precios que son normalmente de mercados, los precios de productores independientes, de comercializadores independientes —como es el caso de las MIPYMES—, los controles de precios, aunque efectivamente son hechos con una buena intención —buscando un mayor poder adquisitivo, buscando mayor acceso de personas de bajos ingresos a los productos—, es probablemente la política dentro del set de políticas de regulación que tiene el Estado que más contraindicaciones tiene o que más problemas puede traer en la práctica.

Así, rápido, podemos mencionar: Lo primero que pasa es un desestímulo de la producción y de la oferta. Si me topas el precio de un producto, ese producto no lo voy a producir, ese producto no lo voy a vender. Me voy a mover para otro producto, voy a buscar un producto sustituto. Muchas veces nos pasa que, efectivamente, topamos el precio de un producto y ese producto se pierde de los mercados. Una reacción normal de los comercializadores.

Es más grave que hay un desestímulo a la producción. Por ejemplo, podemos topar el precio de un producto esencial en la alimentación de los cubanos, como el arroz. Si los campesinos deciden por eso dejar de producir arroz y moverse a otro producto, entonces puede ser grave desde el punto de vista alimentario. Y una política con una buena intención pudo traer un efecto negativo.

Hay otros elementos que también provoca. Siempre defendemos que estas políticas de controles de precios —sobre todo cuando se usan de manera amplia, muchos productos a lo largo de mucho tiempo— son políticas que pueden ser usadas en uno, dos productos, algunos productos esenciales, en períodos cortos de tiempo. Ahora, cuando esto se alarga, normalmente estos productos tienden a moverse hacia la informalidad. Es lo que conocemos: llegamos al mercado, el producto no está, pero “bueno, en un cuarto atrás, si lo encontramos”, muchas veces a un precio mucho mayor que el que era originalmente o hubiera estado si no hubiera estado topado el precio.

Decíamos que tiene contraindicaciones, porque nos puede pasar que, con la buena intención de aumentar el acceso a un producto, lo que provoquemos sería todavía menos acceso a ese producto, que el producto se pierda de los mercados, que tenga un precio mayor.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Leíamos en Cubadebate, antes de darle la palabra a mis otros invitados, que la gente decía: “¿Cómo es posible que hasta hoy una MIPYME, una entidad, haya estado vendiendo tal producto —el pollo, el aceite— y de repente, cuando se impone este tope de precio, se desaparece?” Y hemos visto también —que lo vamos a hablar después— el tema de que ha habido que hacer ventas forzosas.

Pero Silvio me decía algo importante cuando preparábamos el programa, y es que este tope de precios también tiene que reconocer, primeramente, el valor real del costo de esa producción. Si no, el tope es inefectivo.

Lic. Glenis González Almaguer: Ahí pudiera dar algún elemento que nosotros tuvimos en cuenta a la hora de hacer un estudio con la permanencia de esos seis productos en el mercado, porque sabíamos que iba a pasar lo que el profe anterior me explicaba. Y creo que sí hemos logrado, de alguna manera, tener la percepción de que, por ejemplo, el aceite y el pollo han tenido permanencia; no así el resto de los productos.

Hoy, actualmente, nosotros, por ejemplo, estamos haciendo un monitoreo, un estudio en las ferias que se hacen todos los fines de semana en los 15 municipios de la provincia de La Habana, y el pollo y el aceite han tenido permanencia. Que no dejo de reconocer que, en algunos municipios, también hemos identificado —en los controles que se hacen, como bien explicaba el profesor— que también tenemos un equipo de inspección. Hemos identificado que hay quien no se rige por el precio topado y que sí ha tenido que violar el precio. Eso ha tenido una consecuencia: que hemos tenido que hacer venta forzosa y, automáticamente, volver a restituir lo que está establecido en la resolución.

Que, ciertamente, es verdad: cuando se va a topar un precio, siempre tiene una repercusión. Lo que pasa es que estos son productos básicos que hoy la población, desde el punto de vista… Te damos la posibilidad, porque fue un proceso también que se hizo de antemano con los actores económicos, donde se tuvo en cuenta mucho el porcentaje, principalmente, del precio de costo de cómo ellos los iban a adquirir, independientemente de los aranceles también que se exoneraron y a los impuestos. Se hizo un intercambio con ellos, y llegamos al consenso de conjunto con el Ministerio, a nivel de país, pudieran concertar que topar esos seis productos.

Que es así: el pollo y el aceite han tenido permanencia en el mercado; no así el resto de los productos.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Silvio, te dejo los últimos dos minutos de este bloque. Dime.

M.C. Silvio David Gutiérrez Pérez: Muy rápido. Yo sí considero que topar precios no puede ser un acto volitivo, ni puede ser una subasta. Tiene que haber un elemento técnico que demuestre, no solo el costo, ni el recosto, sino la utilidad, las ganancias. O sea, el que comercializa o el que produce necesitan recuperar esos gastos. Y esa decisión, además, debe ser consultada también con esa persona.

Esa decisión, cuando se aplique, debe ser divulgada ampliamente. Hay un grupo de conceptos que están alrededor de tomar la decisión de fijar un precio, que son inviolables. Y me parece que, si ya se hace bien, si se hace de forma correcta, siempre va a haber distorsión. Siempre va a haber personas que van a querer obtener utilidades, superutilidades, por encima de lo razonable, y son los que ocultan los productos y toman cualquier decisión. Pero si se hace correctamente, las personas razonables, las personas de bien —como se dice— actúan y siguen vendiendo sus productos. Quizás se retraigan, pero vuelven.

De hecho, hay mucho actualmente: se vende pollo y se venden muchos productos de estos que están topados. Pero creo que el mercado también ajusta en correspondencia con este tope, porque el mercado también establece topes.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Y alguien que tiene todavía mucho que decir sobre este tema es el propio Gurú de Jatibonico, nuestro cuarto panelista del programa. Vamos a escuchar su opinión y seguimos acá en Cuadrando la Caja.

Gurú de Jatibonico:
No se trata de topar
los precios sin ton ni son,
se hace cuando razón
no falta para ese actuar.
No se debe tolerar
el precio especulativo;
si se forma por motivo
de prácticas monopólicas,
o juntas oligopólicas,
o es claramente abusivo.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Un término: precio abusivo, precio especulativo. Es algo que siempre está sobre la mesa, sobre el tapete, en los debates que se hacen sobre estos temas.

Hay algo que ustedes mencionaban y era: ¿cómo lograr ese consenso entre los productores? O sea, los oferentes y ese mercado que muchas veces no se pone de acuerdo, y eso da al traste con la medida y realmente no se logra la efectividad real. ¿Cómo debería ser?

Ese es un tema que hemos abordado aquí en Cuadrando la Caja: que muchas veces no se conversa, no se dialoga o no se llega a un acuerdo con ese productor local —en el caso de que sean producciones nacionales—, pero también, a veces, tampoco nos ponemos de acuerdo o entendemos los costos reales de importación. Muchas veces, en un mercado digamos que está dominado también por la informalidad de adquisición de las divisas. ¿Cómo lograr ese proceso real para que no siga pasando eso, sobre todo en los productos agrícolas, que es donde más problemas hay?

M.C. Silvio David Gutiérrez Pérez: El asunto de la intervención, la posibilidad de controlar, de regular los precios, es —algunas veces— uno piensa que es una experiencia cubana, y es internacional. Esto de presentar la ficha para ser más transparentes los precios de los productos, de convocar a las personas para fijarles un precio determinado, es una experiencia que ha transcurrido.

Ahora, nosotros realmente estamos empezando en esto también relativamente: dos años, un año y medio, es poca experiencia todavía. Y fueron muchos años en los cuales la mayoría de los precios estaban centralizados en el Ministerio de Finanzas o en el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros.

Estamos ahora conduciendo a las personas, invocándolas de forma colectiva, a que formen los precios, aprueben precios. Y eso lleva a una cultura determinada, una experiencia determinada. Sí, es importante el error y el éxito, ir corrigiendo, estar atento. Nos hace falta mucha más cultura en precios. Como decíamos ahorita, no es un tema de vender simplemente, como la pelota, que tenemos años y años de discusión sobre pelota. En precios, eso hace falta: ir avanzando, ir reconociendo que todos participemos, que todos vayamos poco a poco llegando a un criterio.

Ahora, como decía, hay principios inviolables: los que participan no pueden ser agredidos ni afectados por una decisión de precio. Además, si se hace una buena concertación de precio, hasta la inspección de precio pierde sentido. ¿Por qué? Si todos nos pusimos de acuerdo en el precio, ¿qué tiene que hacer un inspector? Si es un problema entre los que estamos allí, ¿entiendes? O sea, nosotros mismos debemos regular los precios.

Es clásico, es importante, es decisiva la concertación de precio, y es muy propia de la economía socialista en la cual nos encontramos.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Glenis, usted, por ejemplo, porque eso suena muy bonito el querer hacer, pero en la realidad muchas veces sabemos que no pasa así. En una provincia tan compleja como La Habana, tan grande, donde hay tantos oferentes, ¿cómo se hace este proceso y por qué muchas veces falla?

Lic. Glenis González Almaguer: Eso parte principalmente del municipio. En un municipio donde se realice una concertación de precio —porque yo doy fe de esto, porque yo he participado en varios municipios donde se hace una concertación de precio—, que no es solamente con los actores económicos, también está la agricultura y están los pequeños agricultores, las formas productivas. Y déjenme decirles que es un espacio enriquecedor desde el punto de vista, cuando uno se da cuenta que esa misma discusión de los precios conlleva a poder llegar a un precio tope, donde se materializa hoy en las ferias que se hacen en los municipios.

Ciertamente es así. No en todos los municipios eso lo hemos podido lograr. No lo hemos podido lograr, primero, porque no acuden todas las personas que, desde el punto de vista, participan en estas actividades comerciales. Y no solamente ahí, sino durante la semana entera, porque hay consumidores que no solamente van a la feria. Eso es algo que yo creo que se ha logrado en la provincia La Habana: que el consumidor ya sepa que el fin de semana tiene su feria, y es donde ellos se abastecen para la semana. Y en la semana entera se mantienen todo el resto de las actividades.

Pero tiene que partir de una buena concertación de precios por la Resolución 148 que, aunque nosotros hemos insistido en los municipios, tiene que materializarse desde los municipios. ¿Por qué? Porque lo hemos visto: que la vianda, por ejemplo, aunque tenga una resolución de la gobernadora de La Habana con un precio de tope, hemos visto que, en algunos municipios, cuando se ha hecho una buena concertación de precio, el precio está por debajo de lo que establece hoy la Resolución 218 del 2024 de la gobernadora.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Y antes que me hables de las medidas que se están tomando —porque creo que eso también es un elemento importante—, porque también cuando vemos ahora mismo en las opiniones de la población, la gente decía que no se cumple, que los precios están mucho más allá de esa norma.

Me gustaría escuchar un poco a Carlos. Carlos, ¿tú crees que este tema de la regulación tiene que ver con el control y que después haya un grupo de inspectores? ¿Esa es la solución para lograr este tope de precio?

M.C. Carlos Enrique González García: Creo que eso tiene varios elementos que hay que resaltar. Lo primero sería dejar claro que Cuba tiene una experiencia en los procesos de controles de precios que no es esta etapa que tenemos ahora. En 2016, intentamos controles de precios en los productos agropecuarios. Luego regresamos en el 2019, tratamos de hacerlo. Estoy hablando solo de los últimos años. Ahora, de nuevo, con los productos agropecuarios, hubo intentos por establecer controles de precio en el tema del transporte privado, principalmente en La Habana.

Hay que decir que, aunque puede haber habido diferentes experiencias en este proceso, digamos que los resultados no fueron los mejores. En muchas ocasiones, no se lograban los objetivos que había.

Hay un elemento que normalmente no se toma en cuenta en estos procesos, y es el costo de topar precios, pero no visto el costo de lo que provoca, sino el costo monetario que tienen los procesos de control asociados a los controles de precio. Controlar es caro. Es un proceso caro que involucra una serie de compañeros muy amplia. Muchas veces, inclusive, es necesario —lo vemos en la televisión— que hay que movilizar a compañeros, la parte política de los municipios, de las provincias. Son compañeros que, cuando están revisando, haciendo inspección y demás, no están cumpliendo con su labor, no están en su lugar de trabajo, no están haciendo su trabajo normal. Y eso trae costos al final para el resultado de la efectividad del resto de los trabajos.

Probablemente, Silvio puede contar efectivamente cómo ha habido procesos importantes donde se ha involucrado a los compañeros del Ministerio, compañeros que conocemos y demás. Todo esto trae un costo para el resto de los elementos que se hacen y los trabajos que se hacen, y de eficiencia al final de los diferentes procesos en las instituciones.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Sin embargo, no estamos de brazos cruzados. ¿Qué ha pasado ahora mismo? Estamos en medio de un ejercicio de control nacional. ¿Cuántas multas se han impuesto? ¿Cuántos establecimientos se han cerrado? ¿Cuántas denuncias han llegado? Porque es importante que se sepa que no hay impunidad cuando se habla de estos temas, y que esos precios especulativos no se quedan en la nada. Ustedes dos que tienen la experiencia, díganos.

M.C. Silvio David Gutiérrez Pérez: Tengo algunos datos generales que, para uno prepararse para este…

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: No podíamos hablar de control de precios si no teníamos números para decir…

M.C. Silvio David Gutiérrez Pérez: Pero más que a lo cuantitativo, andamos en este primer trimestre del año alrededor de 138 000, 140 000 inspecciones se han realizado. De ellas, el 60% ya se detectaron violaciones. Pero lo curioso, que es lo que me llama la atención —porque alguno ve los cuantitativos, si no lo correlacionas con otros datos, no te dice nada— es que, de esas violaciones que se han detectado, el 60% están vinculadas a los alimentos.

Son alrededor de un 40% vistas de los precios que se han aprobado en los comités de concertación de precios en los municipios, y alrededor de un 20 y tanto por ciento sobre los precios de la Resolución 225 que se refería la compañera Glenis.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Estamos hablando de que las principales violaciones están concentradas en esos productos propiamente que más demanda la población.

M.C. Silvio David Gutiérrez Pérez: Creo que en eso sí hay que ser claro y objetivo. Si algo no se puede permitir es que decisiones que están dirigidas a favorecer, a aumentar el poder adquisitivo en determinadas personas, se violen y enfrentarlas con la severidad.

Nosotros no nos gustaría —yo puedo hacer referencia— ni hacer inspecciones ni concertar precios. Si tuviéramos un incremento de la producción, si tuviéramos recursos financieros que nos lo permitieran, esto no fuera necesario. La producción lo controlaría.

Hablemos del tomate, más cerca. Por lo menos, en mi pueblo está a 30 pesos la libra. Nunca lo esperé que llegara a 30 pesos. La producción, por sí sola, los rendimientos agrícolas —hablando de los productos agrícolas— te van ajustando los precios. Pero no es posible.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Silvio, ¿dónde tú vives? Dame la clave.

M.C. Silvio David Gutiérrez Pérez: Regla, Regla.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Eso es en Regla, porque yo vivo cerca y no cuestan 30 pesos. Ojalá costaran 30 pesos.

M.C. Silvio David Gutiérrez Pérez: Ahí se los he encontrado en 30 pesos. ¿Qué ocurre? Le decía que ese incremento es que te va regulando a ti al final los precios. Pero que no podemos con todos los productos hacerlo. No contamos para —como decía Carlos Enrique ahorita— pasar de un mercado a otro. ¿Qué significaría? ¿Cuántas inversiones tendríamos? Si tuviéramos estos recursos, entonces lo podríamos hacer, pero no lo contamos.

Entonces, ¿qué nos queda? Como usted decía ahorita, nos queda regular, controlar, aguantar por acá, por allá, a ver hasta dónde nosotros podemos aminorar el impacto que puede tener la población, la falta de producto que hay. Y sobre todo, que es la esencia de todo esto, es tratar. Tenemos que tener claro que los precios tienen que estar altos porque la situación económica, la tasa de cambio, los rendimientos están bajos en la agricultura, lo necesita.

Ahora, lo que no podemos permitir es que, más allá de ese precio alto, haya especulación, haya abuso. Ahí sí no. Vamos a tratar de minimizar eso, esa diferencia.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Usted sabe que yo siempre he tenido la duda de ese concepto. ¿Qué cosa es un precio especulativo? ¿Qué es un precio abusivo? Sabemos, todo el mundo lo siente en el bolsillo cuando es un precio especulativo y abusivo, pero creo que muchas veces todavía esa conceptualización no se ha llevado a tierra, a la efectividad.

Y quiero escuchar a Glenis. ¿Qué pasa cuando alguien te esconde el producto? Que cuando sabemos que lo desaparecen o que le suben el precio. ¿Eso se queda impune?

Lic. Glenis González Almaguer: Vamos a dividir el tema en dos partes. Es importante poder mencionar que el ejercicio de prevención que se está realizando en el país —del 24 al 29 de este mes—, una de las herramientas que hemos tenido en cuenta en la provincia de La Habana para poder realizar los ejercicios tiene que ver con la propia denuncia de la población. Y es algo en lo cual el consumidor tiene el derecho de hacerlo.

Es algo en lo cual nosotros hemos tenido la herramienta para poder ir, ciertamente, a los lugares donde sabemos que se están violando los precios. Eso ha tenido un impacto, desde el punto de vista, en las denuncias que se han hecho de infractores que realmente no han cumplido con lo que está establecido.

Alrededor de 45 000 multas ya nosotros, de conjunto con el resto de los organismos impositores, ya se han puesto en estos tres días de ejercicios. Eso representa casi 6 millones de pesos que, en la cual, ellos tienen que aportar como infractores. Y nosotros seguiremos hasta el día 29, que es el ejercicio.

Como estamos hablando de un precio especulativo, solamente de nosotros poder darnos cuenta que el precio de venta de un producto, cuando uno va a adquirirlo, está por encima cinco veces o tres veces, ya es un precio especulativo. Nosotros no podemos darle brecha a eso porque, realmente, lo que queremos de esto es que la población pueda adquirirlo. Y de alguna manera, principalmente, tener en cuenta los productos que son los más necesitados.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: El tiempo se nos ha ido volando, pero tengo una última pregunta que no puedo dejar de hacer. ¿Qué pasaría si no se aplican estos topes de precio? y ¿cuáles serían esas alternativas? Un minuto, Carlos Enrique. Un minuto, profe, para terminar el programa.

M.C. Carlos Enrique González García: Muy rápido. Creo que ahí está la clave, una pregunta muy importante porque, cuando decimos que los controles de precios pueden ser peor el remedio que la enfermedad, entonces ¿qué hacemos? Y hay una serie de elementos.

Si hay camino, si hay alternativas desde el punto de vista regulatorio y acción del Estado para cambiar:

Lo primero es la estabilidad macroeconómica, como decía el profesor Silvio. Si tenemos dinero en exceso, si tenemos déficits fiscales altos, vamos a tener precios altos. Por tanto, lograr restablecer la estabilidad macroeconómica, lograr que el Estado sea garante de las condiciones correctas de mercado.

No ayuda que haya pocos comercializadores. Eso es esencial. Mientras más comercializadores haya, mejor.

Un elemento esencial es el tema de la producción. El tema de la producción, por ejemplo, no tiene mucho sentido hacer inversiones nuevas si usted tiene inversiones anteriores y capacidades productivas ociosas. Centre los recursos en lograr las producciones, esas capacidades ociosas, y no en inversiones nuevas. O estimular inversiones que tengan que ver con la producción de bienes y servicios, sobre todo alimentos, dirigidos al consumo de la población.

Hay posibilidades. Son posibilidades que tienen más efecto en el mediano y largo plazo. Pero como dice un amigo que ha venido a este programa, el profesor Iván Gutiérrez: “El largo plazo empieza ahora”. Tenemos que empezar a accionar sobre él.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Silvio…

M.C. Silvio David Gutiérrez Pérez: Existen diversas formas para regular los precios. Hasta los Lineamientos Económicos y Sociales se refieren a la regulación indirecta, que no es más que los conceptos de la macroeconomía, de cómo puedes ir regulando desde intereses, las políticas fiscales. Ir moviendo determinados resortes para que los precios no se incrementen.

Lo que pasa es que, en la medida que la economía se vaya fortaleciendo, que vaya alcanzando nuevos niveles, estos recursos pueden utilizarse con más fuerza. Hoy, yo no veo otra medida de inmediato, a corto plazo, que no sea el concepto de controlar, de regular los precios.

Lic. Oscar Figueredo Reinaldo: Muchísimas gracias a mis invitados de la noche de hoy. Creo que es un tema que se va volando el tiempo. Realmente, es un tema recurrente, preocupante, sobre todo para la población. Y como siempre, seguramente usted tendrá sus opiniones sobre el tema de los topes de precios. ¿Son efectivos realmente? ¿Se cumplen las regulaciones en el país?

Aquí escuchamos la opinión de ellos, si realmente son así o no en las provincias, en los lugares. Por supuesto, usted puede dejarnos su opinión en nuestras redes sociales. Y como siempre, le invito a acompañarnos cada domingo a las 7 de la noche por el Canal Caribe, para hacer juntos un cuadre diferente.

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