En el contexto de una severa crisis económica nacional que impone restricciones y escasez, los trabajadores de la Empresa Pesquera de Las Tunas (Pescatun) intensifican sus esfuerzos en múltiples frentes para asegurar la presencia de productos del mar en la mesa de los habitantes locales.
Pese a la dedicación demostrada, el empeño resulta insuficiente ante una demanda poblacional que continúa superando la oferta disponible. Esta brecha subraya la importancia crítica de las labores realizadas por quienes se encargan de la captura de peces, ya sea mediante programas de acuicultura en embalses o faenas en aguas marinas abiertas.
“La mayoría de todo el pescado va a la red de pescaderías, mediante productos como croquetas, embutidos, masas de croquetas, picadillos de pescado condimentado, picadillos naturales, filetes y otros surtidos; amén de los demás compromisos con los organismos de la economía, sobre todo en la etapa estival”, explicó Adalberto Leyva Segura, director de operaciones pesqueras en el territorio oriental.
Pescatun mantiene un compromiso declarado de combinar métodos tradicionales con avances científicos. Esta estrategia fue reafirmada en junio pasado con la celebración de un fórum provincial, donde se presentaron investigaciones aplicadas directamente a mejorar los procesos productivos.
El trabajo en la reproducción de alevines es un componente clave. Leyva Segura detalló en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias: “Contamos con tres centros de alevinaje, en los cuales alcanzamos en lo que va de año 8.9 millones de alevines de los cuatro millones planificados hasta el cierre de ese mes, pero el reto radica en llegar a 15 millones como pesca y junto a otros colectivos aportar los 21.3 millones que cubren las 6 800 hectáreas acuíferas de la provincia”.
No obstante, la entidad enfrenta el desafío constante de navegar contracorriente. Las limitaciones materiales y logísticas que afectan a la Isla imponen una presión adicional, exigiendo niveles de eficiencia cada vez más altos en todas las tareas operativas.
Según Leyva Segura, la fabricación de hielo representa uno de los principales cuellos de botella: “la principal dificultad transcurre en la fabricación de hielo y eso perjudica mucho porque hay que parar brigadas, limitar las capturas, pues los embalses tienen bajos niveles de agua y eso provoca la existencia de mayores volúmenes de pescado, además las temperaturas son altas, por tanto, se requiere de mucha más refrigeración para la conservación de tan preciado alimento”.
A pesar de que los obstáculos persisten y es probable que surjan nuevos, Pescatun mantiene su objetivo central: mediante la acción constante de sus trabajadores, tanto en las plantas industriales como en las embarcaciones con las redes en mano, la empresa busca incrementar las opciones alimenticias disponibles para las familias de la provincia de Las Tunas.