El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este jueves una orden ejecutiva dirigida a potenciar la producción nacional de minerales estratégicos, con el objetivo declarado de reducir la dependencia del país de las importaciones y contrarrestar riesgos geopolíticos.
La medida, enmarcada en prioridades de seguridad nacional, busca acelerar la extracción y procesamiento de recursos como oro, uranio, cobre y potasa, considerados esenciales para sectores críticos, incluida la defensa y la industria tecnológica.
“Nuestra seguridad nacional y económica están ahora agredamente amenazadas por nuestra dependencia de la producción de minerales de potencias extranjeras hostiles. Es imperativo para nuestra seguridad nacional que EE.UU. tome medidas inmediatas para facilitar al máximo la producción nacional de minerales”, subraya el texto del decreto.
La orden habilita al secretario de Defensa, Pete Hegseth, a utilizar la Ley de Producción de Defensa (DPA) de 1950, una herramienta legal histórica que permite al gobierno federal priorizar contratos y movilizar recursos industriales en situaciones de emergencia.
La DPA, originalmente establecida durante la Guerra de Corea para garantizar suministros militares, ha sido recurrida en múltiples ocasiones por la administración Trump.
En diciembre de 2020, el mandatario ya la empleó para exigir a empresas privadas que priorizaran la fabricación de insumos médicos, como ventiladores y equipos de protección, ante la crisis por la pandemia de covid-19. Ahora, su aplicación se extiende al sector minero, en un intento por fortalecer cadenas de suministro consideradas vitales.
El decreto no especifica países concretos, pero alude a la vulnerabilidad que supone depender de naciones con intereses contrapuestos a los de Washington. La iniciativa también podría impactar en políticas ambientales, al agilizar permisos para proyectos extractivos en territorio estadounidense.
Analistas señalan que la medida refleja una tendencia global hacia la relocalización de industrias estratégicas, en un contexto de tensiones comerciales y competencia por recursos.
