La Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) comunicó recientemente que la tasa de inflación interanual en Cuba concluyó el 2024 en un 24.88%, representando la cifra mensual más reducida en años recientes.
Aunque el porcentaje puede parecer una señal positiva, subyace una realidad económica intrincada y de gran preocupación para los ciudadanos.
Desde el año 2020, la inflación ha mostrado una tendencia ascendente. Según los datos oficiales, el índice de precios al consumo (IPC) ha alcanzado puntos críticos, finalizando el 2021 con un 77%, y disminuyendo progresivamente a un 39.07% en 2022 y un 31.34% en 2023.
Pese a esta tendencia a la baja, los especialistas alertan que estas cifras siguen siendo dañinas para la economía, afectando principalmente a las familias, trabajadores y jubilados con ingresos bajos.
Desde una perspectiva social, existe la percepción entre los habitantes de que la inflación real excede los números oficiales, debido en parte a las dificultades para medir con precisión los precios en un mercado informal que frecuentemente resulta ser más activo y variado que el mercado oficial.
En noviembre de 2024, el IPC mensual aumentó ligeramente a un 1.66%, comparado con el 1.41% del mes previo, pero aún así es menor al 3.39% de diciembre de 2023.
Los sectores más afectados reflejan un incremento interanual significativo en categorías como bebidas alcohólicas y tabaco con un 67.24%, seguido por restaurantes y hoteles con un 29.04%, alimentos y bebidas no alcohólicas con un 28.15%, y transporte con un 24.58%.
Aunque la mayoría de las categorías han experimentado aumentos interanuales por encima del 10%, sectores como recreación y cultura con un 9.46%, salud con un 0.85%, y comunicaciones con un 0.67%, han mostrado incrementos más moderados.
La situación económica del país refleja una escasez de productos esenciales como alimentos, medicamentos y combustible, lo cual, junto con la dolarización de ciertos sectores, repercute significativamente en la estructura de precios.
La complejidad de estos desafíos económicos requiere una atención meticulosa y estrategias adaptativas para mitigar el impacto en la población y fomentar una recuperación sostenible.
¿Qué es el IPC?
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) constituye un barómetro macroeconómico clave que mide la inflación en Cuba. Este se determina mediante tres componentes críticos: un conjunto representativo de bienes y servicios que simboliza el consumo promedio de los ciudadanos, la asignación de pesos a estos bienes según su relevancia y la estructura de gasto final de las familias.
Para Cuba, el cálculo del IPC se fundamenta en la información recolectada en 2010 durante la más reciente encuesta nacional sobre ingresos y gastos familiares, suscitando dudas acerca de su aplicabilidad y precisión en las circunstancias económicas actuales.