La Organización de las Naciones Unidas anticipa una desaceleración del crecimiento económico de Estados Unidos al 1.9% en 2025, seguido de un leve repunte al 2.1% en 2026.
Según el informe del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DESA), esta moderación se debe a un mercado laboral debilitado, un incremento limitado en las rentas y una reducción inminente en el gasto público, entre otros factores.
El documento también señala las políticas proteccionistas de la futura administración de Donald Trump como un posible riesgo tanto para la economía estadounidense como para la economía global.
En contraste, el Producto Interno Bruto de EE.UU. experimentó un crecimiento del 2.8% en 2024, superando las expectativas por tercer año consecutivo, impulsado por un consumo doméstico robusto, un aumento en el gasto público y las inversiones no residenciales, marcando una recuperación significativa de la recesión provocada por la covid-19.
De acuerdo a la fuente, el crecimiento de la mayor economía del mundo se dirige ahora a una tasa similar a la media del 2.4 % que registró entre 2010 y 2019, aunque apunta a los planes de incrementar los aranceles de Trump como un posible lastre en varios ámbitos.
En ese sentido, el DESA señala que el balance exterior de EE.UU. se deterioró en 2024 y que el balance actual puede cambiar “radicalmente” si la administración Trump impone aranceles a las importaciones, con posibles impactos en las exportaciones, los flujos de capital y el valor del dólar.
Los efectos de nuevos aranceles “pueden pesar negativamente en las previsiones de crecimiento, reduciendo el consumo, los ahorros y la inversión de los hogares”, agrega el texto.
También se indica que el ciclo de bajadas de los tipos de interés de la Reserva Federal puede resultar favorable para la economía, pero “una inflación básica testaruda’ probablemente hará que el banco central se mantenga ‘prudente y desalentará una flexibilización monetaria rápida”.
(Con información de EFE)
