Cuando faltan pocas horas para que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirme su amenaza de imponer nuevos aranceles, México intensifica negociaciones con Washington.
La presidenta Claudia Sheinbaum, aunque mantiene cautela ante los anuncios pendientes, descartó este martes aplicar medidas recíprocas y señaló que la cooperación en extradiciones podría ampliarse.
“No creemos en el ojo por ojo, diente por diente, porque eso siempre lleva a una mala situación”, afirmó durante su conferencia matutina.
“Por supuesto que se toman medidas, porque se toman medidas del otro lado; pero tiene que continuar el diálogo. No es un asunto de, ‘me pusiste, te pongo’, sino de qué es lo mejor para México y cómo afrontar esta situación”.
Los equipos de seguridad, comercio y diplomacia de ambos países han multiplicado contactos en los últimos días. Además, Sheinbaum sostuvo una llamada “productiva” con el primer ministro canadiense, Mark Carney, enfocada en fortalecer la relación comercial y las inversiones, según reportó la oficina de Carney.
Canadá y México coinciden en defender el T-MEC, aunque Ottawa ha respondido con mayor firmeza a las medidas de Trump.
La prioridad de México es evitar aranceles generalizados, que podrían desencadenar una recesión. Para ello, negocia temas migratorios y de seguridad. Sheinbaum advirtió que, si la economía mexicana se debilita y aumenta el desempleo, “va a haber más migración”.
Sobre el intercambio de datos biométricos de migrantes, solicitado por la secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Kristi Noem, la mandataria no comprometió avances, pero indicó que podría abordarse en una mesa técnica.
En materia de extradiciones, Sheinbaum señaló que “hay más listas” de criminales buscados por Washington y que la colaboración continuará “en la medida en que se pueda”. Sobre acelerar procesos, aclaró que “depende del trabajo conjunto”. Noem, en una entrevista con Fox News, aseguró que Sheinbaum “tiene la oportunidad de hacer algunas cosas” que serían evaluadas por Trump para aliviar tensiones arancelarias.
México ha logrado posponer dos veces los aranceles generales (en febrero y marzo), aunque no evitó los del acero y aluminio. A cambio, incrementó el control migratorio, desplegó tropas en la frontera y aceptó recibir a migrantes no mexicanos deportados desde EE.UU.
Estas acciones han sido elogiadas por Trump, mientras Sheinbaum mantiene altos niveles de aprobación en su país.