La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció este miércoles que el gobierno mexicano implementará medidas de “protección” la próxima semana en respuesta al incremento de aranceles estadounidenses sobre las importaciones de acero y aluminio procedentes de México.
Según informó Reuters, esta acción dependerá de que no se logre un acuerdo entre ambas naciones en los próximos días para revertir la medida.
La declaración de Sheinbaum se produce tras la firma, a última hora del martes, de una orden ejecutiva por parte del presidente estadounidense, Donald Trump.
Dicha orden da efecto formal a un anuncio sorpresivo realizado la semana pasada, elevando del 25% al 50% los aranceles vigentes desde marzo sobre el acero y el aluminio mexicanos que ingresan a Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa matutina habitual, la mandataria mexicana calificó la decisión de la administración Trump como “injusta” e “insostenible”.
Sheinbaum informó que, como parte de la respuesta inmediata, el gobierno federal sostendrá reuniones en las próximas horas con representantes de la cámara empresarial del sector siderúrgico y metalúrgico para analizar el impacto y coordinar acciones.
Adicionalmente, la presidenta confirmó que el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, tiene previsto mantener conversaciones esta misma semana con funcionarios de alto nivel del gobierno de Estados Unidos.
El objetivo de estas gestiones diplomáticas será buscar una solución negociada al conflicto arancelario antes de que México active sus contramedidas anunciadas.
Este nuevo incremento arancelario, aplicado bajo el argumento estadounidense de seguridad nacional, genera tensión en la relación comercial bilateral y plantea desafíos al marco establecido por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que busca precisamente facilitar el comercio justo.
Ilegales e injustificadas
El primer ministro de Canadá, Mark Carney, calificó el miércoles de “ilegales e injustificados” los aranceles del 50% impuestos por el presidente estadounidense Donald Trump sobre el acero y el aluminio, de los cuales el país es el principal proveedor de Estados Unidos.
“Estamos llevando a cabo discusiones intensivas” con la administración Trump, declaró Carney a periodistas, y prometió “responder” a estos aranceles que son “una mala idea para los trabajadores estadounidenses y, sobre todo, para la industria canadiense”.
