Las bolsas asiáticas comenzaban el año con una nota sombría el jueves, ya que tenían dificultades para lograr un impulso después de un agitado cierre de 2024, mientras que el dólar estadounidense se mantenía estable y la confianza de los inversores seguía siendo cautelosa ante el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
El comienzo del nuevo año se perfilaba como menos favorable para la renta variable, ya que la incertidumbre sobre las políticas del próximo presidente de Estados Unidos, Trump, y una perspectiva más dura de la Reserva Federal (Fed) parecían dominar la retórica del mercado por ahora.
Mientras que las bolsas mundiales cerraron 2024 con una fuerte ganancia anual de casi el 16%, habían registrado una pérdida mensual de más del 2% en diciembre. Lo mismo ocurrió con el índice MSCI más amplio de acciones de Asia-Pacífico, que no incluye Japón, que cayó un 1.2% en diciembre, aunque registró una ganancia de más del 7% para el total de 2024. El índice bajaba un 0.58% en la sesión asiática del jueves, con un volumen reducido debido al festivo en Japón.
Sin embargo, los futuros bursátiles apuntaban a una apertura positiva en Europa y Wall Street. Los futuros del EUROSTOXX 50 ganaban un 0.74%, mientras que los futuros del FTSE subían un 0.05%. Los futuros del S&P 500 se revalorizaban un 0.48%. Los futuros del Nasdaq avanzaban un 0.67%.
“Creo que ahora estamos en una especie de zona de penumbra entre ahora y el 20 de enero”, dijo el analista de mercado de IG Tony Sycamore.
Trump jurará el cargo como presidente de Estados Unidos el 20 de enero para su segundo mandato.
“Es muy inusual que las bolsas no tengan un diciembre positivo (…) y eso me preocupa un poco, porque cuando los mercados no suben en momentos como este en que deberían estar subiendo, generalmente significa que hay otras preocupaciones”, dijo Sycamore.
“Hay un consenso bastante común ahí fuera de que Trump va a poner la economía al rojo vivo”.
En el panorama económico actual, los mercados bursátiles de China experimentan una jornada desfavorable.
El índice CSI300, que agrupa las principales compañías cotizadas, ha sufrido una caída del 2.65%, en tanto que el índice compuesto de Shanghái muestra un retroceso del 2.36%.
Por su parte, el índice Hang Seng de Hong Kong también registra una disminución, situándose en un 2.15%. Esta tendencia se produce en un contexto donde la comunidad inversora monitorea con atención los avances de la recuperación económica de China para el año 2025, tras el anuncio de medidas de estímulo por parte del gobierno destinadas a fomentar el crecimiento.
Sin embargo, la posibilidad de que se impongan aranceles superiores al 60% a las importaciones de productos chinos, según declaraciones recientes del presidente Trump, podría representar un serio obstáculo. Yingrui Wang, economista especializado en mercados emergentes de China en AXA Investment Managers, advierte: “Para prevenir una desaceleración más pronunciada, en un escenario donde los desafíos internos y las presiones externas están en aumento, es probable que China continúe dependiendo significativamente del respaldo político”.
“Con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca amplificando los riesgos externos y una economía doméstica ya frágil, una trampa de deuda-deflación que conduzca a una recesión generacional podría estar peligrosamente cerca si las próximas medidas de estímulo se retrasan o están mal dirigidas”.
Por otra parte, el KOSPI de Corea del Sur se mantenía sin casi variación. El índice fue el peor de Asia en 2024, con una pérdida de más del 22% en dólares, debido en parte al agravamiento de la crisis política.
(Con información de Reuters)