El presidente de Francia, Emmanuel Macron, advirtió este domingo que la Unión Europea (UE) podría imponer aranceles a la importación de productos chinos en los próximos meses si Pekín no toma medidas concretas para reducir el masivo desequilibrio comercial con el bloque.
La amenaza, revelada en una entrevista con el diario económico francés Les Échos, sitúa la tensión comercial entre París y Pekín en un nuevo nivel, contrastando con la imagen de colaboración proyectada durante la reciente visita de Estado de Macron a China.
La postura francesa
Macron, quien estuvo en China de miércoles a viernes, aseguró que transmitió directamente esta postura a sus anfitriones durante su intensa agenda con su homólogo, Xi Jinping.
“Les dije que si no actúan en los próximos meses, los europeos nos veremos obligados a tomar fuertes medidas, similares a las de Estados Unidos, entre ellas los derechos de aduana”, adelantó el mandatario francés.
El presidente galo argumentó que la situación actual representa un desafío existencial para el sector manufacturero europeo, una preocupación compartida por varias capitales de la UE ante el creciente volumen de importaciones chinas.
El déficit comercial entre la UE y China superó los 300 mil millones de dólares, según diversas fuentes, una cifra que Macron considera insostenible.
“Actualmente estamos bajo una presión doble, de ahí que enfrentemos una cuestión de vida o muerte para la industria europea”, advirtió Macron.
Redirección de flujos y proteccionismo de EE.UU.
Macron también señaló al proteccionismo de Washington como un factor agravante. Alegó que las barreras estadounidenses provocan que China redirija el flujo masivo de sus productos hacia el viejo continente, exacerbando el desequilibrio comercial de la UE.
Esta preocupación ha sido un tema central en los debates internos de la UE, donde se sopesan estrategias para proteger sectores clave sin desencadenar una guerra comercial abierta.
Los comentarios de este domingo revelan las agudas diferencias subyacentes en el ámbito comercial que persisten en la relación París-Pekín, a pesar de que la visita oficial pareció reforzar alianzas estratégicas en otras áreas.
Durante su estancia, Macron y Xi coincidieron en cuestiones de gobernanza global, la cooperación en el uso pacífico de la energía nuclear, la atención a desafíos de la humanidad como el cambio climático, y la búsqueda de la paz en Ucrania y Palestina.
Sin embargo, las fricciones comerciales continúan siendo un foco de atención en Francia. Un ejemplo claro es la cruzada en curso en el país europeo contra el gigante de la llamada moda efímera Shein, reflejando el sentir de París respecto a la competencia desleal y el impacto de las importaciones masivas en la economía nacional.













