Lidera Villa Clara implementación de proyectos del Programa Mundial de Alimentos en Cuba

Villa Clara reafirma su posición de vanguardia en la implementación de iniciativas internacionales dirigidas a fortalecer la seguridad alimentaria y nutricional en Cuba. Se consolida como la provincia cubana con mayor presencia de proyectos de colaboración para el desarrollo agroalimentario, impulsados por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) en la isla.

Luis Plácido Ortega Izquierdo, oficial nacional del PMA en Cuba, confirmó a la prensa que las cuatro áreas de trabajo del organismo se implementan actualmente en territorio villaclareño.

El especialista detalló que la primera área abarca la preparación y respuesta ante emergencias para el fortalecimiento de capacidades locales, del Centro Meteorológico Provincial y de los sistemas de alerta temprana. Este componente es vital para un país expuesto a eventos climáticos extremos, y permite una reacción más ágil y organizada para proteger a las comunidades y los medios de vida.

“Hemos distribuido alimentos tras eventos como el huracán Irma en 2017 y actualmente entregamos módulos con arroz, aceite y chícharo a grupos vulnerables”, explicó.

Asimismo, agregó, la segunda área se enfoca en la nutrición, con el objetivo de atender desórdenes alimenticios como la anemia por déficit de hierro y la obesidad, mediante la distribución de micronutrientes para menores de cinco años en todos los municipios. Esta labor preventiva es fundamental para garantizar un desarrollo infantil sano y reducir las cargas futuras sobre el sistema de salud.

Se desarrollan también programas de educación alimentaria y se apoya la fortificación industrial de alimentos como la leche y cereales, además de la biofortificación de productos agrícolas, comentó.

La tercera área, señaló, se centra en el apoyo a sistemas alimentarios locales mediante un modelo que vincula la producción agrícola con redes de protección social, a partir de la conexión de cooperativas y formas productivas con círculos infantiles, escuelas, hogares maternos y sistemas de atención familiar. Este eslabonamiento directo acorta la cadena de suministro, garantiza mercados estables a los productores y mejora la calidad de la alimentación en instituciones sociales.

Por ejemplo, el proyecto Promoción de la Seguridad Alimentaria y Nutricional (PROSAN) se ejecuta en los siete municipios costeros de Villa Clara: Caibarién, Remedios, Camajuaní, Encrucijada, Sagua la Grande, Quemado de Güines y Corralillo.

Actualmente, estas redes demandan cada mes 35 alimentos diversos que incluyen viandas, hortalizas, granos y proteínas de origen animal para garantizar dietas completas y nutritivas.

Por último, la cuarta área de trabajo fortalece capacidades nacionales, incluyendo un análisis de la cadena logística del Ministerio de Comercio Interior para optimizar la distribución. El objetivo es identificar cuellos de botella y mejorar la eficiencia en el traslado de alimentos desde los productores hasta los puntos de consumo, reduciendo pérdidas y costos.

“Buscamos que nuestras intervenciones sean integrales, al abordar la disponibilidad, acceso físico-económico y utilización biológica de los alimentos en las comunidades”, enfatizó.

Larissa Torres Niebla, directora de Comercio Exterior, Inversión Extranjera y Cooperación Económica Internacional del Gobierno de Villa Clara, destacó el carácter experimental de la provincia dentro de la estrategia del PMA.

“Villa Clara funciona como un modelo eficiente que puede replicarse en otros territorios, incluso fuera de los municipios de intervención directa”, afirmó.

La directiva recordó que el precedente inmediato fue el proyecto PROAR, ejecutado durante la pandemia, que incrementó de dos a siete las hortalizas consumidas en círculos infantiles y seminternados, demostrando la capacidad de innovación y escalabilidad de estos programas.

Por su parte, Ortega Izquierdo destacó que el PMA fortaleció un sistema de vigilancia alimentario-nutricional con el Ministerio de Salud Pública, dotado de equipos y capacitación para monitorear la ingesta nutricional en estas instituciones. Esta data resulta crucial para la toma de decisiones y el diseño de políticas públicas basadas en evidencia.

El componente de resiliencia incluye planes para reducir vulnerabilidades ante eventos extremos y un trabajo con la Empresa de Seguros Nacionales (ESEN) para asegurar las cosechas de los productores, una herramienta financiera innovadora que protege las inversiones y estimula la producción.

“Desarrollamos una fuerte labor para la inclusión de mujeres y jóvenes en los sistemas alimentarios, mediante planes específicos y concursos que han financiado siete iniciativas de empoderamiento económico femenino”, añadió el oficial.

Durante 2025, el PMA facilitó el vínculo entre productores locales y 18 centros de investigación agrícola y ganadera para introducir nuevas variedades y tecnologías, cerrando el ciclo entre la innovación científica y su aplicación práctica en el campo.

En Villa Clara mantiene una oficina de monitoreo y un sistema de preposicionamiento de productos para atención a embarazadas, niños con anemia y grupos vulnerables. Esta infraestructura operativa permanente asegura una respuesta rápida y eficaz ante cualquier contingencia, consolidando un modelo de desarrollo local sostenible y resiliente.

Comparte este artículo

Cuadrando la caja

Producción de alimentos en Cuba

Mercado cambiario en Cuba (Parte II)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *