En la tarde del 22 de agosto, comparecieron, ante un público expectante en el programa televisivo Mesa Redonda, Alejandro Gil Fernández, vice primer ministro y ministro de Economía y Planificación, y la ministra presidenta del Banco Central de Cuba, Marta Sabina Wilson González, para informar sobre el comienzo de una nueva etapa en el proceso de implementación de un nuevo mercado cambiario.
La intuición llevaba a concluir que el tema era la venta de divisas, como próximo paso luego de que el 4 de agosto comenzó la compra, que según se explicó al inicio del programa daba pasos lentos, pero firmes, aunque aún no es la culminación del proceso.
A consideración de la ministra presidenta, el resultado ha sido favorable, lo que facilitó que se habilitaran servicios que no habían sido anunciados como la posibilidad de vender la divisa que se recibe como remesa, cambiar a pesos cubanos por el nuevo tipo de cambio el dinero depositado en cuentas en divisas, mediante los cajeros automáticos, el uso de las tarjetas en divisas para hacer pagos en CUP mediante los terminales de punto de venta o POS, o extraer efectivo en las sucursales bancarias.
Con la misma mesura, se anuncia entonces la venta a personas naturales, sector que reclama una moneda para acceder a las tiendas en MLC y que podrán comprar divisas y depositarlas en sus tarjetas en esa moneda, siempre que la compra no sea en dólares americanos, por las limitaciones que impone Estados Unidos a su exportación en bancos en el exterior como dinero de cambio.
Las decisiones de no vender en aeropuertos, limitar a 100 dólares americanos o su equivalente en otra moneda la compra, evidentemente responden a la intención de favorecer ese reclamo en esta etapa, entonces ¿cómo influyen en las finanzas de la familia cubana las medidas anunciadas en la mesa redonda?
El Economista de Cuba conversó con Oscar Luis Hung Pentón, presidente de la ANEC y especialista en finanzas quien, sorprendido por una entrevista sin anunciar, comenzó con un bello mensaje: “Quisiera aprovechar la ocasión que me brindas para felicitar a todas las federadas que hoy están celebrando el aniversario 62 de la fundación de una organización social que agrupa a uno de nuestros tesoros más preciados: la mujer, y particularmente a las economistas que están junto a nosotros en cada acción por el desarrollo y estabilización económica de nuestro país”.
Con voz pausada continuó: “Aunque me extienda un poco, quisiera explicar que esta medida no se puede ver de manera aislada, como tampoco el mercado cambiario por sí solo podrá resolver los problemas económicos actuales. En la implementación de este proceso no podemos ignorar los efectos del recrudecimiento del bloqueo del gobierno norteamericano, que impide el uso del dólar en operaciones comerciales en el exterior, ni la protección de la soberanía de las finanzas de la nación. Como inicio del proceso para su estabilización, primero compró divisas y, a partir de una garantía de disponibilidad que ofrecen los resultados de la gestión de compras, pues las está vendiendo, porque uno de los objetivos que debe lograr es precisamente actuar en ambos sentidos como mercado”.
“Es importante señalar, continuó el líder de los economistas cubanos, que como dijo el Vice primer Ministro, la tasa cambiaria ha estado mayormente fundamentada en el comportamiento real expresado en la compra-venta de divisas en el mercado informal y no en la tasa prefijada para la etapa post ordenamiento monetario, lo que implica que pasará un tiempo para que podamos hablar de una estabilidad en las tasas y, sobre todo, en una tendencia favorable para la población, que contribuya a bajar los índices de inflación y no a incrementarlos”.
Los procesos antiinflacionarios, como los motivos que disparan los resortes de inflación, son lentos y se pueden extender en el tiempo, tanto por el contexto en que ocurren como por la dinámica propia de los mismos, coincidimos con el criterio de Hung Pentón, de que a veinte días de haber comenzado el proceso de implementación del mercado cambiario no podemos hablar, ni en sueños, de estabilidad de la tasa cambiaria.
“En cuanto a las finanzas de las familias, pues, usted puede planificar inversiones, proyectar cuándo y cómo invertir en divisas que requiere para determinados gastos que satisfacen necesidades y que hoy solo están en las tiendas en MLC, manejar sus ahorros», aseguró el directivo.
“Una estabilización de las tasas cambiarias en un mercado no excluyente, influye de manera positiva en las finanzas de la familia cubana, pero considero que aún estamos lejos de esa meta, estamos dando los primeros pasos, que deben ir acompañados de una reanimación de la economía para que podamos hablar de estabilización de tasas cambiarias verdaderamente fundamentadas en resultados económicos productivos”, concluyó.
(Tomado de El Economista de Cuba)