Con el objetivo de modernizar su sector agrícola y enfrentar los desafíos del cambio climático, las nuevas plantaciones cafetaleras de San Luis, en Santiago de Cuba, están adoptando el modo de siembra de Vietnam, una nación que ocupa un lugar cimero en la producción y exportación del cerezo en el mundo.
La tecnología vietnamita, que se implanta ahora en las montañas y llanos de este territorio, se distingue por su metodología estructurada y de alta precisión.
Según Radio Majaguabo, este sistema consta de seis pasos fundamentales. En esencia se trata de sembrar las plantas en un hoyo de 80 centímetros cuadrados e igual profundidad, verter entre 90 y 100 libras de materia orgánica, con un sistema de riego constante, y un sistema de poda capaz de favorecer el ensanchamiento del arbusto, evitando así su crecimiento desmedido.
Asimismo, se introducen clones con mayores rendimientos, lo que promete una base genética más robusta y productiva para las futuras cosechas.
La urgencia de implementar estas técnicas avanzadas se ve subrayada por la realidad ambiental global. El cambio climático es un hecho y como ejemplo de ello existen zonas que perdieron las condiciones en cuanto a la temperatura, riqueza mineral de los suelos y nivel de precipitaciones necesarias para el cultivo del café, por lo cual se desarrollan técnicas que permitan adaptarse y mitigar las transformaciones medioambientales. Esta transición tecnológica no es solo una opción, sino una necesidad para la sostenibilidad del cultivo en la región.
Frente a este escenario, la aplicación de la tecnología vietnamita y otros adelantos de la ciencia y la técnica en las plantaciones de San Luis se presenta como una estrategia integral.
Estas innovaciones son vistas como alternativas que contribuirán al ahorro de divisas, el incremento de la producción cafetalera y una mayor calidad de las plantas que se siembran, sentando las bases para un renacimiento del aroma local con estándares internacionales.