Guantánamo duplica su plan de siembra para recuperarse del huracán Melissa

A modo general, la agricultura guantanamera fue duramente golpeada por el ciclón Oscar. Foto: Cubadebate.

El paso del huracán Melissa por el oriente de Cuba ha dejado una estela de destrucción sin precedentes en el sector agrícola de esta provincia, transformando la geografía productiva y forzando una reevaluación urgente de las estrategias de siembra para enfrentar la crisis alimentaria.

Los daños, cuantificados en decenas de miles de hectáreas, representan un golpe severo a la seguridad alimentaria de la región, informó Granma.

Melissa dispuso que los ríos transgredieran sus cauces aquí, y ocuparan vastas superficies en producción. Mal designio, asesino de más de 23 600 hectáreas de cultivos varios.

La magnitud de la pérdida se hace tangible en cultivos específicos, esenciales para la dieta local y la economía. El territorio perdió cerca 6 900 hectáreas de plátano y 5 000 de yuca, y reporta una extensión similar de cafetales dañados, por citar solo algunas de las pérdidas que implican, más que superficie, volúmenes de comida de baja.

Un nuevo escenario y una respuesta acelerada

Frente a esta realidad, las autoridades y productores han diseñado una respuesta contundente. De tal suerte, hay una dinámica nueva impuesta por el ciclón en Guantánamo: las crecidas, en lo adelante, serán de siembra y desbordarán los planes iniciales del territorio, que antes del meteoro proyectaba plantar para la etapa noviembre-diciembre unas 7 000 hectáreas de cultivos varios.

La meta de siembra se ha casi duplicado como parte de la estrategia de recuperación. Hoy esa proyección sobrepasa las 13 000 hectáreas para el mismo periodo.

En las manos sembradoras hay una prisa impuesta por la necesidad, y exigida por el Consejo de Defensa del territorio, en la persona de Yoel Pérez García, quien reitera la ya asumida como máxima de los agricultores aquí: sembrar.

Este esfuerzo sobrehumano, si se cumple, representará un logro significativo. Los vientos restauradores –que soplan igual de fuertes hacia la agricultura tradicional, organopónicos y parcelas tecnificadas–, en noviembre y diciembre les reportarán a Guantánamo más de 3 500 hectáreas por encima de las que se proponía plantar en la etapa.

A pesar del panorama desolador, la provincia cuenta con activos críticos para iniciar la reactivación. El Alto Oriente dispone de semillas para restablecer los cultivos en sus 146 organopónicos, los que, bien explotados, garantizarán variadas y rápidas producciones de hortalizas, un componente vital para el consumo fresco en las comunidades.

Paralelamente, no todo fue arrasado por las aguas. Pese a la severidad de Melissa, Guantánamo cuenta con algo más 5 320 hectáreas de cultivos, que han de tributar 8 000 toneladas de productos del agro en el mes en curso, y cerca de 13 300 en el venidero diciembre. Esta producción remanente es un colchón esencial para paliar la escasez inmediata mientras se desarrolla la masiva campaña de resiembra.

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