Gobierno de China critica aranceles de EE.UU. pero mantiene puertas abiertas al diálogo

El Gobierno de China criticó este domingo el arancel del 10% impuesto por la administración de Donald Trump a sus importaciones, aunque dejó abierta la posibilidad de diálogo con Estados Unidos para evitar un conflicto comercial cada vez más profundo.

Pekín anunció que impugnará la medida ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) y tomará “contramedidas” no especificadas en respuesta al gravamen, que entrará en vigor este martes, según informaron los ministerios de Finanzas y Comercio del país asiático.

La respuesta de China no representó una escalada inmediata, como había ocurrido en enfrentamientos comerciales anteriores durante el primer mandato de Trump, y mantuvo un tono más comedido, en línea con el enfoque que Pekín ha adoptado en las últimas semanas.

El sábado, Trump ordenó imponer aranceles adicionales del 25% a las importaciones provenientes de Canadá y México, y del 10% a los productos chinos, argumentando que China necesita frenar el flujo de fentanilo, un opioide mortal, hacia Estados Unidos.

La reacción moderada de China contrastó con las represalias directas y las expresiones de indignación de Canadá, un aliado histórico de Estados Unidos, y de México, el principal destino de las exportaciones estadounidenses.

En un comunicado, el Ministerio de Comercio de China afirmó que la medida de Trump “viola gravemente” las normas comerciales internacionales e instó a Estados Unidos a «entablar un diálogo franco y reforzar la cooperación».

La presentación de una demanda ante la OMC podría permitir a Pekín transmitir el mensaje de que defiende el sistema de comercio basado en normas, al que ambos partidos políticos estadounidenses habían adherido durante mucho tiempo. China ha adoptado un enfoque similar frente a los aranceles de hasta el 45% impuestos por la Unión Europea a los vehículos eléctricos fabricados en el país asiático.

Sin embargo, un recurso ante la OMC no representa una amenaza inmediata para Washington, ya que el sistema de solución de diferencias de la organización ha estado efectivamente paralizado desde 2019, cuando Trump bloqueó los nombramientos de jueces para manejar las apelaciones, informó Reuters.

La respuesta más firme de China este domingo se centró en el tema del fentanilo, un área en la que el Gobierno de Joe Biden, predecesor de Trump, también había presionado a Pekín para que tomara medidas más contundentes contra los envíos de precursores químicos fabricados en China, utilizados para sintetizar la droga.

“El fentanilo es un problema de Estados Unidos”, declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores chino. “China ha llevado a cabo una amplia cooperación antidroga con Estados Unidos y ha logrado resultados notables”.

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